Romanos. 3. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; RV60
Romanos 3 Porque Dios ha hecho lo que no pudo hacer la ley de Moisés, que era incapaz de hacerlo a causa de la debilidad humana:d Dios envió a su Hijo en la misma débil condición del hombre pecador y como sacrificio por el pecado,f para de este modo condenar al pecado en la propia debilidad de nuestra condición .DHH
¿Dios envió a su Hijo? ¿cuál?
¿Qué era imposible para la Ley?
Su "Hijo" es hijo como todos sus hijos, engendrado no de carne y sangre, ni por voluntad de varón, sino de Dios, todos los que creen en su nombre se les da la potestad de ser hechos, llamados, adoptados, hijos de Dios.
Todos los hijos de Dios hemos sido ungidos con el Espíritu Santo. El Espíritu de Dios, nos da el poder necesario para vencer las debilidades humanas, nuestra carne, que estaba bajo la esclavitud del pecado.
Jesús el Cristo es llamado el "Hijo del Dios Altísimo", es el hijo de Dios por excelencia, el modelo, nuestro paradigma, es el escogido de entre sus compañeros, sus hermanos, para ser el Cristo. Ahora Jesús es hijo de Adán, hijo de Abrahám, hijo de David, hijo de José, humano, nacido de mujer, no es divino, no es dios y hombre, no es semi-dios, no es pre-existente. ¿Cuál es la diferencia entre Jesús y nosotros? Es que el nació de la carne y nació del espíritu en un mismo acto. Por medio de la carne experimenta nuestra humanidad y por medio del Espíritu hace habitar en sí mismo a la divinidad.
Todos los que creemos en su nombre recibimos el mismo Espíritu que Jesús recibió y recibimos el mismo poder que tuvo Jesús.
Otra diferencia es que en el Cristo no había pecado, entonces el Espíritu gobernaba todas las esferas de su ser. Nosotros en cambio a pesar de haber recibido ese mismo Espíritu, debemos primero mediante el mismo Espíritu, purificarnos de todo pecado, para así alcanzar la misma plenitud de Dios igual que el Cristo.
Entonces ¿Qué hijo envió Dios al mundo?
Dios dice las cosas que no son (aún) como si ya fuesen, y Él en su pre-ciencia ya había pre-destinado a Jesús para que fuera su Cristo. Su Hijo Unigénito,(amado) el Primogénito, el más excelso de todos, la Palabra de Dios encarnada.
Nuestro modelo, nuestro ejemplo, a seguir.