La catedral ortodoxa copta de San Marcos, iglesia que se encuentra en el distrito de Abbasyia en El Cairo (y por este motivo es conocida como catedral de Abadía o Abbasyia), es la sede del Papa Patriarca copto ortodoxo Tawadros II. La Iglesia está dedicada a San Marcos el Evangelista, considerado y venerado como fundador de la Iglesia copta. Algunas de sus reliquias se encuentran dentro de este templo. En junio de 1968, Papa Pablo VI devolvió a los coptos ortodoxos de Egipto una parte de las reliquias del Evangelista, después de que se lo pidiera el Patriarca Cirilo VI, en ocasión de las celebraciones por los 1900 años del martirio de San Marcos. Las reliquias del Santo fueron robadas en el año 828 y llevadas a Venecia. Las partes que Montini devolvió fueron «depositadas con gran devoción» en un altar construido para este objetivo y todavía se encuentran allí. En el templo también se veneran las reliquias de San Atanasio, Patriarca de Alejandría.
Los Papas de Roma y los Papas coptos
Desde aquel momento las relaciones entre los católicos y los coptos comenzaron crecer tanto en profundidad como en frecuencia; este es un elemento que hay que tener en cuenta en la «interpretación» del próximo viaje de Francisco a Egipto, en donde, como se sabe, se reunirá por segunda ocasión con su hermano Tawadros II.
El primer encuentro entre un Papa y un Patriarca ortodoxo copto de Egipto fue en mayo de 1973. En esa ocasión Pablo VI y Shenouda II firmaron en el Vaticano una importante «Declaración» cristológica común y pusieron en marcha el diálogo ecuménico bilateral entre ambas Iglesias. La Declaración comenzaba afirmando que la Iglesia de Roma y la Iglesia de Alejandría comparten la misma fe en Jesucristo, «Dios perfecto en cuanto a Su Divinidad, y perfecto hombre en cuanto Su humanidad».
El siguiente encuentro fue entre Papa Shenouda III y san Juan Pablo II, y se llevó a cabo en El Cairo en febrero de 2000, durante el peregrinaje Jubilar. La reunión más reciente, a 40 años del primer encuentro entre sus predecesores (1973) fue el 10 de mayo de 2013, cuando Papa Francisco y Papa Tawadros II, ambos apenas elegidos para que guiaran sus Iglesias, se reunieron en Roma.
Pablo VI
Hablando sobre San Marcos, Evangelista que conocía mucho y que era muy importante para él, durante la catequesis del 25 de abril de 1967, Papa Pablo VI dijo: «La historia de Marcos (de Juan, su nombre hebraico, llamado Marcos, nombre latino) es interesantísima; acaso se entrelaza con la de Jesús, en el episodio del chico que, en en la noche cuando lo capturaron en el Huerto de los Olivos, lo seguía, después de la fuga de sus discípulos, cubriéndose con un manto (¿por curiosidad, por devoción?), peri cuando los que arrestaron a Jesús trataron de atraparlo, el chico les dejó en las manos el mando, y se escapó. Pero sobre todo la historia de Marcos se funde con la de los Apóstoles: Pablo y Bernabé, especialmente, a quienes sigue a Chipre en la primera expedición apostólica (era primo de Bernabé), y que después, tal vez cansado, tal vez atemorizado, al llegar a Perge, en la Panfilia, abandona para volver solo a casa de su madre, en Jerusalén. Pablo quedó dolido, tanto que quiso tenerlo como compañero tres o cuatro años más tarde, en el segundo viaje, a pesar de que Bernabé intercediera; así, Bernabé y Marcos dejaron a Pablo con Silas para navegar hacia Chipre. Pero luego Pablo habrá perdonado a Marcos por su primera infidelidad en los empeños apostólicos, porque en tres ocasiones lo nombra amorosamente en sus cartas. Y de las relaciones entre el apóstol Pedro y Marco, además de las antes citadas, poco sabemos; pero aquí nos basta con hacer nuestra la conclusión de la tradición y de los estudios modernos: el Evangelio de San Marcos es una reproducción escrita de la catequesis narrativa del apóstol Pedro en Roma; refleja, sin objetivos literarios, sino con gran sencillez y vivacidad de detalles, las narraciones de San Pedro sobre sus memorias; su documentación es principalmente, cuando no la única, la palabra misma del Apóstol, reproducida como la relación genuina de un testigo ocular, que conserva la más inmediata impresión sobre Jesús».
La Catedral ortodoxa copta de San Marcos
Es la mayor catedral del África y del Medio Oriente. En realidad, el apelativo de «San Marcos» se refiere a un complejo de edificios religiosos que forman parte de la sede primacial del Patriarcado copto. Entre estas construcciones está, por ejemplo, la pequeña iglesia de San Pedro y San Pablo, en donde el EI, el 11 de diciembre de 2016 (fiesta musulmana del «Mawlid»), perpetró un atentado que provocó la muerte de 25 personas y decenas de heridos. La inauguración de la catedral fue el 25 de junio de 1968, en una ceremonia en la que participaron el presidente egipcio, Gamal Abdel Nasser, y el monarca etíope Haile Selassie.
Los terrenos en los que se encuentra el complejo de San Marcos, fueron concedidos a la Iglesia ortodoxa copta en el año 969 por el general Gawhar, el conquistador del norte de África por cuenta de la dinastía fatimí y fundador de la misma ciudad de El Cairo, además de la mezquita universidad de al Azar. Fue una compensación por los terrenos «decomisados» para construir el Palacio de Ma'ad al-Muizz Li Dinillah, cuarto califa fatimí; el edificio fue una obra colosal que formaba parte de los planes urbanísticos de la nueva capital de Egipto. En el siglo XII, en la zona en la que se encontraban diez iglesias coptas, que fueron destruidas después, durante el reino de Qalawun, el 18 de febrero de 1280.
En la actualidad hay siete iglesias en la zona, entre las que está, además de San Marcos y San Pedro y San Pablo, la famosa iglesia Anba Rouis, construida en el siglo XIV. Su nombre original, San Mourkious, cambió después de que Anba Rouis fuera sepultado en ese lugar en 1404. Miles de personas visitan esta iglesia para pedir la bendición y la intercesión del santo en la actualidad.