Los cambios que se produjeron en la sociedad argentina durante el gobierno de Isabel Perón fueron determinantes en el agotamiento del régimen democrático inaugurado en 1973, y su derrota por el golpe militar. A comienzos de 1975 se produjo un agravamiento de la situación económica, causada por la suspensión en el Mercado Común Europeo de las compras de carnes argentinas, que llevó a la devaluación del peso, la caída de los salarios reales y el aumento de reclamos sindicales. Esto ocasionó la renuncia del ministro de economía, Alfredo Gómez Morales, y la designación en su reemplazo de Celestino Rodrigo, a quien se le encargó instrumentar un plan económico. Las medidas, anunciadas el 4 de junio, incluyeron una devaluación superior al 100%, el aumento de los precios del combustible del 175%, de las tarifas eléctricas el 75%, y aumentos de otros servicios públicos. Entonces se volvió necesario someter a los dirigentes sindicales más contestatarios y designar una cúpula sindical dócil. Las medidas económicas impulsadas fueron un duro golpe a los salarios reales de los trabajadores e hizo caer en el desprestigio a sindicalistas, otrora combativos, que tuvieron una actitud dubitativa. La consecuencia de esto fue el nombramiento de hombres afines del gobierno. Fueron desplazados dirigentes como Agustín Tosco, del gremio metalúrgico, René Salamanca, de los mecánicos y Raimundo Ongaro, líder del gremio gráfico. Las medidas tomadas por el nuevo ministro, conocidas como 'el rodrigazo', generaron muchas protestas obreras ya que el ministro se negaba a dar aumentos salariales superiores al 38%. Para imponer las medidas y frenar las protestas, un sector del gobierno se dedicó a perseguir a intelectuales, artistas y activistas sindicales considerados de izquierda. Esta persecusión ilegal fue llevada a cabo por elementos clandestinos organizados en la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) dirigidos desde el Ministerio de Bienestar Social a cargo de la principal figura del peronismo, el "brujo" José López Rega . La CGT suspendió las negociaciones paritarias el 5 de junio. Mientras su colaboración con el gobierno la desprestigiaba vio desplazar a sus hombres del poder, alejados de puestos en el gobierno. Por ello, la CGT se vio obligada a llevar adelante un plan de lucha con huelgas generales, movilizaciones y apoyo a reclamos salariales que desestabilizó al gobierno y precipitó la caída del ministro López Rega, quien fue destituido el 11 de julio para luego abandonar precipitadamente el país. Rodrigo fue reemplazado en economía por Antonio Cafiero, el 14 de agosto de 1975, quien tampoco consiguió un plan económico que permitiera mejorar la situación de las empresas del país, ya que los trabajadores no estaban dispuestos a hacer un sacrifico. En 1975, el costo de vida aumentó 334,8 %, anunciado el 5 de enero del siguiente año. Las cúpulas empresariales presionaron y exigieron cambios al gobierno. Los grupos de ultraizquierda profundizaron sus acciones armadas, que aumentaron la confusión política dando al gobierno la posibilidad de intensificar la represión indiscriminada. María Estela Martínez de Perón pidió licencia por razones de salud desde el 13 de septiembre de 1975 hasta el 6 de noviembre de 1975. Durante el período, Ítalo A. Luder asumió el cargo de presidente provisional del Senado. El nuevo mandatario reemplazó al ministro del Interior, Vicente Damasco por Ángel F. Robledo, y procuró ganar el apoyo de las Fuerzas Armadas. Para ello envió al Congreso el proyecto de creación del Consejo de Defensa Nacional y de Seguridad Interior que entregaba a los militares la responsabilidad total de la lucha contra la subversión armada. Durante los meses siguientes se incrementaron la inflación, el desempleo y las huelgas. Entre los trabajadores se intensificaba la organización de sus luchas y algunas comisiones internas comenzaron a proponer la toma u ocupación de los lugares de trabajo. La represión ilegal, que se había ensañado contra los dirigentes sindicales, se tornó ineficaz. Este curso de los acontecimientos asustó a muchos empresarios que, viendo al gobierno debilitado, atado por los mecanismos parlamentarios y las necesidades electorales, se inclinaron a favor de un golpe militar. Los hombres con más sensibilidad política, también percibieron que los acontecimientos empezaban a favorecer el crecimiento de organizaciones políticas izquierdistas, con estrategias de poder sustentadas en esas luchas y en la aparición de coordinadoras de las comisiones internas más activas, mientras se debilitaba la influencia de los partidos tradicionales. El 7 de febrero, la UCR advirtió sobre la inminencia de un golpe de Estado ante "la falencia del PE". Los más amplios sectores populares pasaron de una actitud de oposición a los militares, que caracterizó la mentalidad de los años sesenta, a un desprecio al gobierno constitucional y a una disminución de su participación política, asustados y confundidos por el accionar de la guerrilla. La política vacilante de la CGT, entre el gobierno peronista y el apoyo a las luchas de los trabajadores, había ido debilitando la idea, en la clase media, de que esas luchas pudieran dar solución y traer orden. Los cambios de rumbo del gobierno de Isabel, las acusaciones de corrupción que se le hicieron, las devaluaciones de la moneda y el crecimiento de los precios, fueron ganando entre las clases medias la necesidad de que hubiera un gobierno fuerte que pusiera las cosas en orden. El golpe se empezó a preparar el 12 de diciembre de 1975, cuando el brigadier Orlando Capellini hizo el primer pronunciamiento fallido. El intento fracasó porque todavía no se habían terminado de consolidar las jefaturas de las Fuerzas Armadas detrás del mismo objetivo. Pero su acción mostró que, entre los altos oficiales, las condiciones estaban maduras. Las incógnitas que despertaba entre las cúpulas militares acerca de cuál sería la reacción social fueron despejadas cuando los estratos medios de la sociedad reflejaron que no se opondrían a un golpe. Así fue interpretada, al menos, la indiferencia o simpatía que despertó el alzamiento de Capellini. Mientras tanto, el periodismo siguió insistiendo en que era necesario poner orden, fin a la corrupción y facilitar el advenimiento de un gobierno menos incapaz que el de "Isabelita". El radicalismo, que por boca de su principal dirigente expresó que, si existía un golpe era por culpa del gobierno, no estuvo dispuesto a preparar a la población para que se defendiera. Al contrario, fortaleció el objetivo de los militares. El jefe del partido radical, Ricardo Balbín , fue claro cuando respondió "no tengo soluciones" al reclamársele una alternativa frente al golpe. Durante los primeros dos meses de 1976, estas características se acentuaron y prepararon el escenario del golpe militar. En el Congreso se multiplicaron los pedidos de renuncia de la Presidenta como forma de solución de la crisis, durante el 9 de febrero. El 18 de febrero María Estela Martínez de Perón informó que no renunciaría y el 20 de febrero se convocó a elecciones presidenciales para el 12 de diciembre. Alea jacta est. El golpe fue preparado con anticipación por las fuerzas armadas. Dos días antes del 24 de marzo, por ejemplo, ya se realizaban movimientos militares con la excusa de combatir la subversión ocupando lugares estratégicos. (Félix Luna, "Historia Argentina" - 'Gobiernos civiles y golpes militares.1955-1982').
Isabel se convirtió en la tercera y última esposa de Perón. .... Al agravarse la crisis política y económica, en setiembre de 1975 Martínez de Perón pidió licencia ...
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08/11/2009 - La capacidad de arbitraje de Isabel Peron era ya casi nuIa. ... matuvieron intactos ante esta crisis, ya que no sufrieron nigún tipo de perjuicio.
DE ISABEL PERÓN AL GOLPE DE ESTADO DE 1976 ... ¿Cómo influyeron tantos años de crisis y enfrentamientos sobre las ideas, las creencias y los valores ...
María Estela Martínez de Perón conocida popularmente como Isabel o ..... de la crisis económica de 2008-2009, el ministro de Economía, Martín Lousteau, ...
Isabel Perón... Pero en el plano estrictamente político la presidencia de Isabel Perón que duró un poco ... A eso se le sumaba una agobiante crisis económica.
Durante la gestión de María Estela Martínez o Isabel Perón (1º julio de. 1974 al 24 ... la crisis económica de 1949; la caída de los precios internacionales de los.
Tercer Gobierno Peronista Muerte de Peron Gobierno de Isabel Martinez ... movimiento peronista y la guerrilla, sumados a la crisis económica mundial de 1973, ...
27/08/2013 - "Ella [por la jefa del Estado] es Isabel Perón, que fue una persona abandonada por los .... ¿Qué aprendimos de nuestras crisis económicas?
... 1973; Lastiri, 1973; Perón, 1973-1974; e Isabel Perón 1974-1976), quienes ... del movimiento peronista y la guerrilla, sumados a la crisis económica mundial ...
Escuchando un episodio del programa A Ciencia Cierta, cosa que recomiendo si te interesa la Física , me estampo con una historia, una especie de triángulo amoroso en el que al mismísimo Juan Domingo Perón le sale un colaborador del nazismo de la nada, con bastante morro y con ganas de pasar unas vacaciones de ensueño.
Ronald Richter y Juan Domingo Perón sin saber la que le espera. Fuente: Wikipedia.
El 24 de marzo de 1951 Perón realiza un salto libre sin paracaídas, un acto de fe: anuncia que “Argentina ha logrado el dominio de la energía atómica”, se refería a la fusión nuclear. Argentina tenía el secreto mejor guardado del mundo y todavía no era Maradona: Energía barata (baratísima) para todos, gracias a un científico llamado Ronald Richter que decide tomar la picaresca como bandera y atraer a Perón con sus cantos de sirena. Richter, nacido en Austria en 1909, llega de Europa por recomendación de un ingeniero aeronáutico, Kurt Tank, con el que trabajó en Alemania en proyectos científicos entre 1939 y 1943 para el nazismo.
Durante una reunión con Perón, Richter decide soltar su perla: Teóricamente, existe la posibilidad de provocar reacciones nucleares en cadena en un entorno controlado. La fusión nuclear es actualmente una especie de quimera en la Física: aunque se ha llegado a conseguir fusionar ciertos átomos, la energía que liberan es menor que la empleada en el proceso, por eso no tenemos todavía una fuente de energía de fusión nuclear sino de fisión, que es el método por el cual un átomo se separa y libera energía. La fusión nuclear es capaz de liberar muchísima más energía que la de fisión, con lo que sería una fuente casi ilimitada para la humanidad.
Pero volviendo a Richter, Perón, eufórico, traga con el argumento y decide darle carta blanca a Richter. Le instala en Córdoba y le da ciertas comodidades con su propio laboratorio pero al cabo de un tiempo decide mudar todo a una isla para que nuestro héroe tenga las mejores condiciones posibles para desarrollar lo imposible. Perón mueve a Richter a la isla Huemul y en 1949, el proyecto con el mismo nombre se funda y en 1950 se le concede la nacionalidad. La apuesta era alta.
Ronald Richter, haciendo como que trabaja. Fuente: Wikipedia.
Al cabo de algunos experimentos que en realidad no llegaban a nada, Richter se convierte en un artesano del engaño y poco a poco va informando a Perón sobre sus pequeños logros que no eran tal. Perón está ya al borde del delirio. Richter no se andaba con tonterías, según él había nacido un nuevo campo de la Física: la física solar, por la cual en su tranquilo laboratorio se estaban reproduciendo las condiciones que se daban en el Sol para generar energía a partir de procesos termonucleares. Esto en realidad requiere de unos 15 millones de grados kevin pero Perón estaba ya ciego y a Richter se le concede un honoris causa.
Meses después, Richter comete un pequeño error: se gana un enemigo de alguien afín al gobierno peronista y éste decide empezar a tirar del hilo. Incluso convence a Perón de que envíe una comisión de investigación para ver lo que se está haciendo en la isla. La comisión viaja a la isla y vuelve con la siguiente recomendación: “suspender inmediatamente el apoyo moral y material que se presta a esas investigaciones”. Perón seguía confiando en el proyecto pero la cosa se estaba derrumbando y a esta comisión le siguieron otras incluyendo técnicos norteamericanos hasta que Richter es destituido. Éste se permitió el lujo posteriormente de exigir impagos.
Perón llegó incluso a decir que Argentina vendería energía nuclear para uso doméstico en botellas de medio y un litro. Espero que al menos te devolvieran los pesos del envase.
Fuentes: GAMBINI, HUGO Historia del Peronismo. El poder total (1999) [PLANETA ARGENTINA] ISBN 9789504902270