De tres lugares vinieron los dioses, esos seres que lucharon entre ellos y que nos manipularon. De Las Pleyades, de Orión y de Sirio, y parece ser que tenemos algo de los tres. En la fábula de la historia que nos han hecho estudiar, siempre nos hablablan del misterio de la Santísima Trinidad, eso que a muchos nos resultaba tan difícil de entender.
Nos llama la atención de tres lugares que recorren las páginas de misterio:
.- Los Moais de la isla de Páscua miraban a Las Pleyades y a Orión.
A los enigmas ya conocidos de la isla de Pascua hay que añadir las novedosas propuestas arqueoastronómicas planteadas por el astrónomo español Juan Antonio Belmonte y el antropólogo chileno Edmundo Edwards. Su tesis es que los gigantes de Te-Pito-O-Te-Henua (El ombligo del mundo) miraban a las Pléyades, al cinturón de Orión y a la Luna.
¿Cuál es la verdadera orientación de los moais?
La orientación de la mayoría de moais parece que está dictada por la topografía de la isla. Sin embargo, el astrónomo William Liller descubrió que, aunque algunas de estas estatuas de piedra estaban situadas en paralelo a la costa, sus ahus o plataformas ceremoniales no lo estaban y que otras ubicadas más al interior tampoco seguían esta norma. Y dedujo que su posición podía corresponderse con una orientación astronómica, que en un primer momento relacionó con los equinoccios y solsticios y con disposiciones solares.
¿Su trabajo y el de Edwards pretendían verificar la propuesta de Liller?
Llegamos a otro tipo de conclusiones. Edmundo contaba con la valiosa información etnográfica y etnoastronómica que había estado recopilando durante más de cuatro décadas tanto en Pascua como en otras islas de la Polinesia. Por eso sabíamos que para los habitantes de Rapa Nui eran mucho más importante la Luna (mahina) y las estrellas que el Sol.
¿A qué conclusión llegaron?
Nos dimos cuenta de que muchas de las orientaciones interpretadas por Liller como equinocciales en realidad se correspondían con el cinturón de Orión (Tautoru), y que la gran mayoría de las solsticiales se relacionaban con la ubicación de las Pléyades (Matariki), el asterismo más importante de la cultura Rapa Nui.
¿Encajan estos hallazgos con la cosmovisión local y con los mitos y los ritos de los pascuences?
Sí, porque estas orientaciones están ligadas a los objetos astronómicos más importantes en la cosmovisión rapanui, que están representados en su calendario lunar. Para respetar el ciclo de las estaciones, las lunas estaban gobernadas por las salidas y las puestas de determinadas estrellas, como Vega, Sirio y Antares. Pero sobre todo por el cinturón de Orión y las Pléyades.
El grupo de estrellas de las Pléyades parece haber sido crucial...
La primera y última visión de las Pléyades o Matariki al atardecer marcaba el mejor período, la época de esplendor, la estación más próspera del año, conocida como
Hora Nui, en la que se podía pescar libremente. Era el tiempo de la cosecha y los rituales en los ahus, un período durante el cual la guerra estaba prohibida. Por el contrario, la época en la que estas estrellas no eran visibles en el cielo pascuence se correspondía con el período hitu, la estación negra. Esto demostraría la singular relación que guardaba este grupo de estrellas con el calendario pascuence. Y explicaría por qué los siete moais de Ahu Akivi son los únicos de la isla que miran hacia el mar y están orientados a la puesta de la constelación de Tautoru, marcando el principio del año rapanui.
¿Por qué los siete moais de Ahu Akivi son los únicos que miran hacia el mar? La respuesta está en las Pléyades
.-Los dogones nos hablan de Sirio.
En los pueblos de los Dogon, incluso a los niños se les transmitió la 'ciencia' de la Estrella Sirio y ellos conocen las historias de sus antepasados procedentes del sistema estelar sirio. Estos sistemas impulsan el arte de la percepción muy aguda, ¡así que vamos a investigar los registro de los Dogon y hacer aflorar estas habilidades en vosotros!
La Alianza Siria/Pleyadiana fue muy amplificada por el periastrón de Sirio en abril del 1994, cuando Sirio B estaba mas cerca de Sirio A en su orbita elíptica de cincuenta años. Quirón estará lo mas cerca posible a nuestro Sol el 14 de febrero de 1996 y esto será el momento ideal para anclar los códigos de Sirio profundamente dentro de la Tierra. Tanto Sirio B como Quirón tienen orbitas muy elípticas y ambos están lo mas cerca posible a las estrellas que rodean desde 1992 hasta 1998. Sirio A y Sirio B forman un sistema binario y sus patrones de orbita son la base de las practicas rituales de la cultura Dogon de Mali, en el oeste de África Central.
Los Dogon confiaron el secreto de sus misterios mas elevados a los eminentes antropólogos franceses Marcel Griaule y Germaine Dieterlen en los años 1946/1950, y sus investigaciones son la base de El Misterio Sirio. Los mencionados antropólogos comprobaron que estos complejos rituales se basan en un análisis extremadamente detallado de los patrones de 6rbitas y características físicas tanto de Sirio A como de Sirio B, además de Sirio C, una tercera estrella cuya órbita alrededor de Sirio A también dura cincuenta años. Sirio C viaja formando ángulos rectos con Sirio B. La existencia de estos rituales que se celebran desde hace, por lo menos, mil años hasta la fecha actual es asombrosa porque Sirio B fue vista por primera vez a través de un telescopio en el siglo XIX y la primera foto se obtuvo en 1970 dado que es una estrella enana blanca, extremadamente densa y prácticamente invisible.
En otras palabras, Sirio B era invisible para los Dogón; sin embargo, insistían en que era la estrella más importante, confeccionaron diagramas de su órbita elíptica y sus rituales demuestran que sabían que la duración de la órbita en torno a Sirio A era de cincuenta años. Temple denomina a Sirio B 'Digitaria' porque los Dogon la Ilamaron 'Po'. Po es la semilla comestible más pequeña que conocían los Dogón y Digitaria es el nombre de la especie de esta semilla. Es decir, se le dio el nombre Po ¡porque los Dogón sabían que Sirio B era una estrella minúscula y densa! Digitaria tiene la connotación de 'dedo' y 'quiro' significa 'mano' en griego, una coincidencia aparentemente curiosa.
Existen datos astronómicos fascinantes que sostienen la mitología Dogón y llamaron la atención de Robert Temple.
Por ejemplo, Los Dogón denominaron Po al 'huevo del mundo' y decían que alumbraba a toda la creación en el Universo. Los Dogón dicen que Po esta hecha de tierra, aire, fuego y agua pero, curiosamente, el elemento tierra fue reemplazado por metal.[6.] La enana blanca mas cercana a la Tierra - alejada 8.6 años de luz - es Sirio B. Cuando las enanas blancas se convierten en supernovas, esparcen grandes cantidades de hierro por la Galaxia y el Sol y la Tierra nacieron, según el libro The Alchemy of Heaven de Ken Croswell, de una nube de polvo rica en hierro hace 4.6 billones de años - un proceso idéntico al que esta ocurriendo ahora en Orión.
De acuerdo con los últimos análisis científicos de ondas sísmicas procedentes de terremotos el centro de la Tierra es un enorme cristal de hierro.[8.] Los rituales Dogón, basados en el sistema estelar de Sirio, son una señal segura de una autentica cosmogonía, registros fieles de la creación. Esto me hace pensar que la primera dimensión de la Tierra - el núcleo de cristal de hierro - nació cuando Sirio B se convirtió en una supernova. Es decir, ¡la Tierra nació del sistema estelar de Sirio! Temple aporta pruebas de que la investigación antropológica ha demostrado mas allá de toda duda que los rituales Dogón no habían sufrido ninguna influencia moderna y de como los Dogón aseguran, Digitaria es la fuente de todo lo que existe en la Tierra. Digitaria explotó, se convirtió en una supernova y tiene que haber proporcionado el cristal de hierro del cual nació la Tierra. ¡Como, si no, los rituales Dogón podían describir con tanta exactitud a Sirio B?
Los Dogón dicen que Digitaria es el eje del mundo y que sin su movimiento ninguna otra estrella podría mantener su rumbo. Como dice Temple.
.- ¿Y a dónde apuntaban las pirámides?
A ella no puede, desde luego, recurrirse cuando se averigua - como hizo el astroarqueólogo ruso Vladimir Rubtsov - que el antiguo vocablo iranio que se usaba para referirse a Sirio era Tistrya, palabra que se origina en el vocablo sánscrito Tri-Stri, y que significa tres estrellas! Es decir, que el conocimiento de que Sirio es un sistema estelar triple fue casi universal en nuestro más remoto pasado. ¿Pero por qué? ¿Quién difundió semejante "secreto"? Los egipcios posiblemente hicieron evidente ese secreto en la meseta de Giza, junto a El Cairo, precisamente gracias a las tres monumentales pirámides que allí pueden contemplarse. No en vano cada día somos más quienes creemos que la Gran Pirámide fue en verdad un templo - y no una tumba - dedicado a Isis, la diosa que encarna a Sirio A, y en cuyas medidas y proporciones fundamentales se encuentran encerrados saberes relacionados con el monumento original de la pirámide de Micerinos, antaño cubierta por losas de granito de este color.
Por la misma regla de tres, la ciencia algún día podría llegar a comprobar que las tres pequeñas pirámides satélite que hay junto a la de Keops representan tres planetas junto a Sirio A, al igual que las otras tres pirámides menores que flanquean a Micerinos (Sirio C). Curiosamente esta disposición no sitúa ninguna pirámide menor junto a Kefrén, quizá por lo que los astrónomos ya saben: el enorme peso gravitacional de Sirio B hace imposible que ningún planeta orbite en torno suyo sin ser fatalmente atraído hacia la estrella.
Frente a esta hipótesis, en el último año se ha acuñado otra no menos interesante. En 1994 los investigadores Robert Bauval y Adrian Gilbert hacían público que tres de los cuatro canales de ventilación de la Gran Pirámide estuvieron orientados hacia estrellas concretas. Así el canal norte de la cámara del Rey miró hacia Alpha Draconis, el canal norte de la cámara de la Reina hacia la estrella más baja del cinturón de Orión (las tres estrellas centrales de la constelación) , y el canal sur de esta misma cámara hacia Sirio.
Su particular "descubrimiento" les llevó a formular su aventurada "teoría de la correlación con Orión" de la que se desprende que las pirámides de Giza son una réplica exacta del cinturón de Orión y que el Nilo así como el resto de pirámides egipcias ocupan los lugares correlativos a la Vía Láctea y otras estrellas importantes.
Pero hay más. La orientación de los canales de la Gran Pirámide corresponde - según Bauval y Gilbert - a la posición de las tres estrellas citadas en el 2450 a.C" aunque la ubicación de las pirámides marca el lugar del cénit donde estuvo Orión en el 10450 a.C.
Lo que proponen ambos investigadores para explicar esta diferencia cronológica es que, si bien la Gran Pirámide fue erigida en el 2450 a.C. (perpetuando así la falsa tesis arqueológica oficial de que fue construida por Keops), en cambio conmemoran un acontecimiento remoto que tuvo lugar en el 10450 a.C. Pero, ¿cual? Independientemente de cual de las dos hipótesis para la disposición de las pirámides de Giza est‚ más próxima a la verdad, lo cierto es que la vinculación de Sirio y Orión, al menos desde un punto de vista astronómico, es innegable, pues los egipcios sabían que Orión se perdía tras el horizonte una hora antes que Sirio, lo que sirvió de referencia también para el establecimiento del calendario sóthico.
En definitiva, pese a toda la evidencia expuesta, los historiadores prefieren seguir ignorando el porqué de la fascinación que ejerció sobre los egipcios (y sobre otros pueblos tan alejados de ellos como chinos o dogones) la estrella Sirio, aunque todos ellos se esforzaron en aclararnos estas dudas en sus templos y mitos: sus "dioses instructores" descendieron un día lejano de aquel sistema triple y habitaron quizá entre nuestros antepasados.
"Esto significa que es la maestra de ceremonias de las posiciones celestiales; gobierna particularmente la posición de Sirio, una estrella indomable; la separa de las otras estrellas al cercarla con su trayectoria".
De Sirios también decir:
Sobre la puerta de entrada a la pirámide de Keops, un científico inglés, examinó los orificios donde supuestamente se insertarían esos seis cilindros, y encontró las marcas de un broca algo extrañas. En primer lugar, la broca tendría que tener una dureza 500, para poder haber trepanado de la forma en que lo hizo este bloque de granito. Tengamos en cuenta que el material más duro que se conoce es la vidia, que es el diamante sintético y tiene dureza 11 y se utiliza en los talleres para cortar precisamente el granito. En seccionar un bloque de granito de un metro, se invierten horas con nuestra técnica actual. Según los cálculos de este científico inglés, en base a la medida de separación de las marcas dejadas por la broca, el proceso de perforación con el que se trataron los orificios del bloque de cierre, fue tres veces más rápido que como hoy en día lo hubiéramos conseguido con nuestro sistema. Sólo con observar el obelisco inacabado de las canteras de granito rosa que se encuentran en Aswan, nos damos cuenta que la forma acucharada con la que esta esculpido, encierra un misterio superior al que simplemente nos explican los arqueólogos
A cierta distancia del nacimiento del Nilo, se encuentra una tribu, los Dogones, anclada en la prehistoria, que afirma que hace diez mil años, una extraña arca de luz vino del cielo. De ella salieron unos seres mitad pez, mitad hombre llamados instructores y decían venir de una estrella llamada Potoolo (Sirio B). Contaban que en ese sistema estelar, había una estrella de gran magnitud llamada Digitaria (Sirio A) y que Potoolo rotaba al rededor de Digitaria en un tiempo de 50 años. También decían que una simple cucharada de la estrella Potoolo, pesaba más que todo nuestro planeta. Según las comprobaciones científicas que se hicieron al respecto, Los Dogones, conocían exactamente el sistema estelar binario de Sirio, cuando este se descubrió por primera vez en el año 1824 y se pudo observar en el 1864 con un telescopio.
Por otro lado, en el 1972, se comprobó que en efecto, la estrella Sirio B, tiene un periodo de 50 años alrededor de Sirio A. Y para mayor asombro, hace tan solo cinco años, se pudo analizar mediante un sistema espectral, la densidad que tendría la estrella Sirio B, dando casualmente una dureza 500.