Pentagonal se refiere al Ciclo formado por 5 ciclos sinódicos.
Venus y la Tierra danzan en sincronía matemática y geométrica en el salón del Espacio, al son de la sutilísima vibración de la música de las esferas, pues esferas son. El milenario mito de la llamada "Música de las Esferas" es mito mientras no se comprende qué es o a qué se refiere. Es como si una persona no reconociera que los instrumentos musicales suenan y por eso concluye que la "música de los instrumentos" es mito. Sólo le basta escuchar, sentir, vibrar y comprender. Nosotros estamos en una de esas esferas: el Planeta Tierra, aunque si pensamos un poco comprenderemos que es normal que sea posible que no conozcamos la maravilla en la que estamos inmersos ni que participemos activamente en ella, como aquel espectador que está de gratis en un maravilloso concierto y él mismo es un instrumento y se queda dormido, pero no porque la música sea aburrida sino porque no sabe que está ahí.
Cada 8 años, que son 8 órbitas de la Tierra y 13 de Venus, ambos planetas se encuentran 5 veces en sus puntos más cercanos, al mismo lado del Sol, 5 puntos que son equidistantes y que forman los 5 vértices de una estrella de 5 puntas. Puedes pulsar sobre la imagen para ver la animación.
En la animación podrás comprobar cómo Venus y la Tierra continúan trazando la figura pentagonal, aunque ya no desde el mismo punto que la anterior. De hecho, comienzan una nueva 2,33 días antes que la anterior. La actual la comenzaron el 8 de junio de 2004 y termina el 6 de junio de 2012. Esto significa que esa estrella de 5 puntas gira también alrededor del Sol hasta dar una vuelta en 1.252 años: un Ciclo mayor compuesto por 156 subciclos Pentagonales (1.252 órbitas de la Tierra y 2.035 de Venus). Así es como los planetas crean los Ciclos Cósmicos. 1.252 años son 457.457 días, que es prácticamente 676 x 676 ó 26x26x26x26 ó (13+13)x(13+13)x(13+13)x(13+13) días.
Aquí puedes verlo de otra manera comenzando desde el 8 de junio de 2004 (cuando se produjo un tránsito de Venus) hasta el 6 de junio de 2012 en que se produce otro tránsito. Puedes hacer click sobre la escena repetidamente.
En las últimas 8 órbitas de la Tierra, 13 de Venus, Venus se ha colocado en 8 puntos de su órbita.
La órbita de Venus es más pequeña que la de la Tierra. De hecho, está inmersa en la órbita de la Tierra, y además también Venus se traslada más rápido que la Nave terrestre. Con estas condiciones, por lógica, el planeta Venus tarda menos de 365 días en completar su órbita. De hecho tarda 227.4 días y quedan 140 días (20 semanas) para 365 días. Durante esos 140 días, Venus cubre el 0,6 de otra órbita suya. Es decir que cada 365 días (1 órbita de la Tierra) Venus da 1,6 órbitas.
A este ritmo, y partiendo desde un punto determinado, Venus regresa a ese mismo punto 8 años después (8 órbitas de la Tierra) habiendo dado 13 órbitas de 224.7 días cada una, mientras las 8 órbitas de la Tierra son de 365 días. Así 13 órbitas x 224.7 días es prácticamente lo mismo que 8 órbitas Tierra x 365 días. Durante esos 8 años, mientras la Tierra a cada año está -lógicamente- en el mismo punto de su órbita, Venus se ha colocado en 8 puntos de su órbita que son los vértices de una estrella de 8 puntas.
Desde Tierra, este ciclo de Venus lo comprobaríamos observando ahora a Venus y registrando su posición en el firmamento. Si mirásemos cada año en la misma fecha no veríamos a Venus en ese mismo punto hasta dentro de 8 años en la misma fecha. Es un ciclo semejante al ciclo octogonal de la Luna.
Cuando tras 225 días Venus completa su órbita, la Tierra está en un punto de su órbita que está alineado con el punto de la órbita de Venus en el que éste estará cuando la Tierra complete su órbita (365 días), y cuando esto ocurre, Venus ha dado 1 órbita y 0'62 más, es decir que cubre 360 grados y 225 grados más de su órbita: 585 grados. Es lo mismo que decir que el año de la Tierra (365 días) es 1,62 veces más largo que el año de Venus (225 días).
El número 1'62 es un redondeo del valor del número PHI (=1'6180) llamado el Número Áureo (o Número de Oro o Divina Proporción) como un valor proporcional que define el ritmo de crecimiento (un tipo de evolución) de muchos elementos de la naturaleza, empezando por las espirales y sus formas.
Esta evolución y relación PHI se sigue apreciando en el baile sincronizado de Venus y la Tierra, pues en su siguiente momento culmen después de 1 órbita de la Tierra y 1'62 de Venus, se encuentran en su punto más cercano y alineados con el Sol (al mismo lado de éste) cuando la Tierra ha realizado 1'6 órbitas (y Venus 2'6). Es el Ciclo Sinódico de Venus medido desde la Tierra.
¿Deseas conocer cuál es tu edad venusiana, es decir, según el Planeta Venus? Basta que multipliques tu edad por 1'62.
Un tránsito de Venus se produce cuando podemos ver a Venus pasando directamente frente al Sol. Esto es similar a cuando la Luna pasa por delante del Sol en un eclipse solar. A diferencia de la Luna, que cubre la mayor parte del Sol, Venus aparece como un pequeño punto al cruzar la cara del Sol. Un tránsito (a veces llamado “pasaje”) sólo puede ocurrir con los planetas interiores – Mercurio y Venus – porque son los dos únicos que pueden estar entre la Tierra y el Sol durante sus órbitas.
Estamos en medio del primer tránsito de Venus de este milenio. El Tránsito de Venus en la actualidad nos viene en pareja, con cada tránsito separado por ocho años. Hubo un tránsito el 8 de Junio de 2004 y habrá otro el 6 de Junio de 2012.
Este es un evento que solo ocurre una vez en la vida.
En un ciclo de 243 años del Tránsito de Venus , hay dos pares espaciados de 121,5 ± 8 años de diferencia. El último tránsito de Venus (par) se produjo hace 129,5 años en 1874 y 1882. El siguiente par se producirá 113,5 años desde éste, en 2117 y 2125. A pesar de que los tránsitos en la actualidad se presentan en pares, esto no siempre es así, a veces sólo hay un tránsito como se explica más adelante en este artículo.
Este artículo explora el ciclo pentagonal de ocho años de Venus, cómo los retrógrados de Venus son creados, los 243 años del ciclo de Tránsito de Venus, ¿por qué los tránsitos en este ciclo vienen en pares por un tiempo y por las que luego se convierten en singulares, la deriva de este ciclo a través de la zodiak, las alineaciones de estrellas del 2004/2012 en la zodiak sideral, la psicofisiología (físico-emocional-mental de las facetas) de Venus en nuestras vidas, y las resonancias astrofísicas de Venus a la luz (color), sonido, y las frecuencias de las ondas cerebrales.
Transito de Venus por el Sol el 8 de Junio 2004
Fechas del tránsito de Venus
La siguiente tabla muestra las fechas de varios pares de Tránsito de Venus y el ciclo del Tránsito de Venus.
Los tiempos en rojo muestran el ciclo primario. Los tiempos en azul revelan el doble sub-ciclo que se produce entre pares. Los tiempos en amarillo revelan la duración entre el último tránsito de un par y el primer tránsito del segundo par.
Venus es el nombre romano de la diosa griega Afrodita, del amor, la gracia, la belleza y el éxtasis sexual. Venus también se ha llamado “la joya del cielo”, “Eosphorus como la estrella de la mañana y Hesperus como la estrella de la tarde”, de la vista de un astrónomo de hoy en día, la “Tierra planeta hermano”, y de la vista de un astrólogo, el complemento “para Marte “.
Otros nombres de Venus son: la babilónica de Ishtar, la diosa sirio-palestina Ashtart; los aztecas: Tlahuizcalpantecuhtli (que significa “Señor de la Casa de Alba.”), Una aparición de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, los mayas: Kukulcán (Venus era el patrón maya de la guerra, con varias batallas importantes coincidiendo con las alineaciones de Venus), y el Sif nórdica, conocida por su “fidelidad conyugal”. Aparte de los asteroides, Venus es el único planeta principal cuyo nombre fué el de una diosa.
El ciclo sinódico de Venus-Tierra
Venus gira alrededor del Sol en 224.701 días terrestres (~ 0.615 años la Tierra), moviéndose un poco más rápido que la Tierra. Debido a las dos tasas diferentes orbitales de Venus y la Tierra, Venus debe órbitar alrededor del Sol 2,6 veces , mientras que la Tierra orbita 1,6 veces antes de que los dos planetas se alinien. Este período (583,92 días terrestres) se llama el Ciclo sinódico de Venus-Tierra (sínodo significa “lugar de reunión”, “caminar juntos”).
Una alineación de la Tierra, Venus y el Sol, es cuando Venus se encuentra entre la Tierra y el Sol se le llama conjunción inferior. Por el contrario, una conjunción superior se produce cuando se alinean los tres, pero con Venus se extiende al otro lado del sol. Un nuevo ciclo sinódico de Venus-Tierra comienza en una conjunción inferior, mientras que la conjunción superior marca el punto medio en el Ciclo Sinódico.
Debido a que la Tierra se mueve a 584 días terrestres, (alrededor de 1,6 años en torno a la órbita eclíptica) antes de que los dos planetas se aliniean, cada alineación se produce alrededor de 215.6º más lejos que la anterior(alrededor de siete signos astrológicos aparte). Dado que este proceso continúa, cinco lugares únicos de Venus y la Tierra se crean en la órbita eclíptica. El resultado es una serie sinódica pentagonal que toma alrededor de ocho años y que consta de cinco ciclos sinódicos (abajo). Este patrón casi perfecto (también llamado “gran quintil”(grand quintile) se debe a cinco ciclos que se producen en un número par de años terrestres – casi.
El sexto alineamiento, que comienza la siguiente serie sinódica, se produce cerca del mismo lugar que la primera, pero se desplaza ligeramente al Oeste de la primera cerca de 2 a 3 grados. Esta ligera deriva se debe a que cada serie sinódica realmente ocurre en 7.997 años, poco menos de 8 años. Esto hace que toda la serie pentagonál sinódica continuamente derive hacia el oeste alrededor de la eclíptica en unos incrementos de 2 grados.
Armonía de las Esferas
Venus gira en sentido contrario respecto a la Tierra y su rotación alrededor del Sol. Así, en Venus, el Sol y las estrellas amanecen en el Oeste , y se ponen en el Este. Un día de Venus es más largo que su año, Venus tarda 243.0187 días terrestres para hacer una rotación, y 224.701 días terrestres en orbitar el Sol. El día de Venus es exactamente de dos terceras partes de un año de la Tierra(243 días terrestres).
Debido a que Venus gira una vez cada 2/3 de un año de la Tierra, Venus gira exactamente doce veces en el período pentagonal de ocho años – lo que demuestra el mismo lado de su cuerpo a la Tierra en el período de ocho años. Esta casi resonancia perfecta armoníosa entre el día de Venus, el año de Venus, y el año de la Tierra es una de las dinámicas astrofísicas creando el carácter astrológico suave y armonioso de Venus.
Por lo tanto, tenemos 5 ciclos sinódicos y 12 días de Venus que ocurren en 8 años de la Tierra creando una casi sinergia de Venus-Tierra.
Una técnica numerológica interesante en explorar es la relación entre el producto y la suma de un conjunto de números:
El producto: 12 x 8 x 5 = 480. La suma: 12 + 8 + 5 = 25
El Producto / La Suma = 480 / 25 = 19.2
La numerología cabalística define el 192 como el número de la Divina Madre. El elemento madre (el primer elemento) es el Hidrógeno, del cuál procede que procede la vida, el combustible del Sol, encarnación del principio de la Madre Divina.
La reducción de Aritmética de 192 es 12, el número hebreo Lamed, que corresponde al signo de Libra – el domicilio astrológico de Venus.
El intervalo armónico del día de Venus /Año de la Tierra es 2/3 , la 5º musical perfecta(3:2), el universalmente más consonante(agradable al oido y emocionalmente pacífico) armónico y más durativo (fuerte y de larga duración en comparación con otros armónicos que desaparecen antes de la 5a). La pentagonal armónica Venus-Tierra pentagonal es de 5 / 8, el sexto (8:5). Emocionalmente la 6ª invoca el concepto de la alegría o la inocencia natural, en alemán, el concepto de “lujuria-lust”, está asociado con el estado natural del oro(como se ejemplifica en la Ópera de Wagner “Como Rheingold” – una historia acerca de abandonar el amor por el oro).
El término “intervalo armónico” o “intervalo musical” se refiere a la relación entre una frecuencia (onda) y otra, independientemente de la frecuencia (intervalo de tiempo) de la propia onda. ¿Cuáles son las frecuencias y cómo las expresan los planetas? Piense en una frecuencia (o onda) como el intercambio de energía entre las polaridades (de un elemento nuevo a otro elemento) – cómo se mueve la energía. Por tanto, como dicen en Argentina. “Que onda, – Estamos en la misma onda?” sería una pregunta sobre si la naturaleza de nuestro intercambio de energía es armonioso o no (concordantes o discordantes). Las ondas planetarias, por ejemplo, existen entre la órbita de un planeta y el punto alrededor del cual orbita (período orbital), o entre la circunferencia y su centro, por nombrar sólo dos de muchas ondas planetarias. También tenemos la relación entre una onda y otra onda, por ejemplo, la onda creada por el día de Venus y el año terrestre, o entre el año de Venus y el año de la Tierra. Relaciones entre ondas son intervalos armónicos o musicales, y hay una variedad de intervalos musicales, es decir, las relaciones de onda, todas con cualidades únicas. Algunas son armoniosas y para otros no. Cuanta más armonía(concordancia) mayor atracción – como entre dos personas – y cuanta más discordancia, mayor repulsión.
Los planetas y nuestro sistema solar componen toda una variedad de acordes musicales (combinaciones de frecuencias e intervalos armónicos) todos en constante cambio , como la constante danza de los planetas , forman una expresión majestuosa sinfónica - La Música de las Esferas.
La obra más famosa de la exploración de la “Música de las Esferas” es la publicada en 1619 por Johannes Kepler en su “Harmonices Mundi”. aquí
Los planetas, como la gente tienen su propia “firma vibracional”. Esta firma es una mezcla única de ondas que son independientes – por ejemplo, una ola creada por la circunferencia de un planeta y su centro-. Como otros dichos dicen, “el ambiente, la onda, la vibración” que una persona está emitiendo. Esto se refiere a la libre expresión contenida de vibración de una persona.
Otro tipo de onda es la creada por la relación (intervalo armónico) entre un sistema de vibración auto-contenida vibración y otra – dos vibraciones que interactúan. En este caso, tenemos una oscilación que se produce entre los elementos vibrantes, como la de un planeta y su órbita alrededor del sol. Así, una oscilación es también una onda, como es la vibración de un solo elemento, vibraciones pueden también estar compuestas por un grupo de oscilaciones – la vibración colectiva emitida por un grupo de interacciones.
Así, una persona muestra un ambiente(vibración) que se compone de una serie de oscilaciones internas (algunas armoniosas, otras no tanto) entre los átomos y las moléculas que vibran en el interior, que son dirigidos por los pensamientos y los sentimientos que tiene la persona.
Un planeta muestra una vibración que se compone de una serie de oscilaciones que se encuentran dentro de sí mismo – incluyendo la firma vibratoria de la conciencia colectiva creada por la interacción (oscilaciones) relaciones (los intervalos musicales) de la colectividad.
Cuando Venus se acerca y pasa su alineación con la Tierra (y un ciclo sinódico comienza de nuevo), experimentamos el período retrógrado de de Venus. En ese momento, al ver Venus desde la perspectiva de la Tierra, Venus parece moverse hacia atrás (hacia el oeste) en el contexto de las estrellas.
Venus retrogra cinco veces en una “serie retrógrada” de ocho años – cada retrógrada ocurre cuando cada alineación de la Tierra-Venus, Sol(el sínodo) ocurre, por lo que la forma retrograda en la misma secuencia que el patrón pentagonal se haga (unos siete signos astrológicos entre cada uno). La sexta retrógrada comienza una nueva serie retrógrada en el mismo lugar donde comenzó la primera , pero ligeramente se desplazó al oeste de la primera. Por lo tanto, la serie retrógrada, toda continuamente , se desplaza hacia el Oeste en la eclíptica, junto con la serie sinódica.
La órbita de Venus se inclina sobre 3.394 ° con respecto a la órbita de la Tierra (el plano eclíptico – el plano definido por la órbita de la Tierra alrededor del sol). Dos nodos existen en la órbita de Venus, donde Venus cruza el plano eclíptico. El Nodo Ascendente (Norte) es donde Venus se mueve al norte del plano de la eclíptica en su órbita alrededor del sol. El Nodo Descendente (Sur) es donde Venus se mueve al sur del plano de la eclíptica.
Los cinco vías de una serie sinódica son únicas debido a la leve inclinación entre la órbita de Venus y la órbita de la Tierra. Algunos caminos(vias) hacen una forma de “s” simétrica a lo largo de la eclíptica y algunos hacen bucles(loops) por encima y por debajo de la eclíptica.
Cuando la alineación de la Tierra-Venus se produce, Venus se acerca a la Tierra y a continuación se aleja. Si Venus está por encima o por debajo de la eclíptica cuando esto ocurre, la línea de visión desde la Tierra a Venus se mueve por encima o por debajo de la eclíptica, así, la creación de una ruta(via) en bucle(loop). El patrón simétrico en forma de s se produce cuando la alineación de la Tierra-Venus está cerca de uno de los nodos de Venus (cuando Venus está cruzando el plano de la eclíptica).
La ubicación actual de cada ciclo sinódico se muestra a continuación. La Ubicación Sideral Heliocéntrica es la ubicación eclíptica de la alineación de Venus-Tierra vista desde el Sol. Fijese que después de cinco sínodos, una nueva serie pentagonal comienza , pero es desplazada un par de grados.
A diferencia de otros sínodos Planeta-Tierra, que no tienen una órbita sinérgica similar a la Tierra-Venus, nuestros ciclos sinódicos de Venus, y los temas de crecimiento en la conciencia que crean, se repiten una y otra vez en un cuadro persistente, un poco a la deriva a través de la zodiak.
Ciclos Sinódicos de Venus:
Longitudes siderales se basan en la Ayanamsa Galáctica
Nota: los tránsitos retrógrados son vistos desde la Tierra mirando hacia el Sol, mientras que los sínodos mismos se definen en busca del Sol hacia la alineación de la Tierra-Venus. Así, los sínodos y retrógrados se producen en los lados opuestos de la eclíptica. Esto es cierto para Venus y Mercurio solamente porque sus órbitas se encuentran dentro de la Tierra.
El Tránsito de Venus
Cuando Venus se encuentra muy cerca de uno de sus nodos (en la eclíptica) y cuando el ciclo sinódico, comienza(cuando la Tierra se alinea con Venus), la línea de visión desde la Tierra a Venus es tal que vemos a Venus cruzando el Sol.
Cuando la alineación no está en uno de los nodos, la línea de visión desde la Tierra a Venus se encuentra al norte o al sur del disco del Sol, por lo tanto, no experimentamos el tránsito de Venus.
Si la serie sinódica de Venus-Tierra no iría a la deriva cerca de la eclíptica, y si uno de las cinco alineaciones en la serie estuvieran siempre en línea con uno de los nodos, experimentaríamos un tránsito de Venus cada ocho años (cada 5 ciclos sinódicos). Sin embargo, un tránsito (o un tránsitio par) se produce 121,5 años aparte porque la alineación de la Tierra-Venus se aleja de la ubicación del nodo Venus, y Venus se encuentra muy por encima (o debajo) de la vista eclíptica para la ruta Tierra-Venus para golpear el disco solar.
El patrón retrógrado simétrico en forma de “s” con el tiempo se transforma en un patrón en bucle(loop) según la alineación de la Tierra-Venus y derivas posteriores retrógradas se distancia de el nodo de Venus, y Venus se mueve más por encima (o debajo) de la eclíptica.
Adoptando el nombre de la mitológica diosa del amor, Venus es llamada “La Estrella de la Mañana”, o “La Estrella de la tarde”, dado el brillo con que se nos muestra al amanecer o al atardecer.
Como aparece relativamente bajo sobre la línea del horizonte, su imagen puede a veces ser amplificada por fenómenos atmosféricos del tipo de los que provocan la aparición de objetos muy distantes –que explicaremos en otro momento-, con un brillo increíblemente intenso. Gran parte de los avisos, sobre todo en Estados Unidos, anunciando la presencia de ovnis, tienen que ver con observaciones del planeta Venus.
Casi del tamaño de la Tierra, completa una vuelta al Sol en 224,7 días terrestres. Está increíblemente lejos de nosotros cuando se encuentra al otro lado del Sol, (en términos relativos de acuerdo a nuestra posición), y es el planeta principal que más se aproxima a la Tierra cuando se cruza con nosotros por el mismo lado del Sol.
Como la órbita de Venus está en el interior de la órbita de la Tierra, nos presenta fases como la Luna. Cuando se encuentra en la fase llena, tiene un brillo diminuto, pues se encuentra en su mayor ocultación. A la altura de su máximo, este es 6 veces el de Júpiter y 15 veces al de Sirio, la estrella más brillante del cielo.
La observación con un pequeño telescopio nos revela sus fases, aunque dado el denso manto de nubes, poco más podemos observar. Solo con sistemas de radar fue posible cartografiar su superficie. Incluso cuando la sonda Venera 13 aterrizó en su superficie en 1.982, enviando a la Tierra imágenes de un paisaje estéril lleno de piedras volcánicas, no consiguió resistir más de una hora el calor infernal (465º C) que había en su superficie, debido al efecto estufa. Dicha temperatura es suficiente para que el plomo se derrita.
En lo que se refiere a nuestro plano físico denso, este planeta no es muy hospitalario, si pensamos que además del calor tiene una atmósfera letal para nosotros, constituida esencialmente de dióxido de carbono.
Iniciación a los aparatos de observación (continuación de los números anteriores)
En el número anterior hablamos de las características de las lentes simples que son impeditivas de una buena imagen.
La aberración cromática, tal vez la más importante de las llamadas aberraciones, es la característica que una lente tiene de enfocar la luz violeta a una distancia más próxima de la lente que la luz roja, y de todas las longitudes de onda (del violeta al rojo), teniendo su imagen a distancias sucesivas en función de dicha longitud de onda (Fig. 1). Las restantes, también llamadas aberraciones geométricas, son más o menos graves en función de la utilización de la lente. Así, la aberración esférica es, para un anteojo, también grave, aunque la distorsión de la imagen puede ser tolerada. En cambio, en una máquina fotográfica, la distorsión deberá ser corregida.
Vamos a detenernos en las aberraciones que revisten mayor importancia para nuestros aparatos de observación. En el caso de construcción de un pequeño telescopio, cuyo objetivo es realizado con un espejo esférico, este será pulido en la cara frontal, es decir, que la luz no precisará atravesar el vidrio (Fig. 2). No existe por tanto aberración cromática. Cuando pensamos en su construcción, deberemos prestar atención a la aberración esférica y a la aberración de copa (en la que la imagen de un punto se semeja a una vírgula). Más adelante veremos como evitarlas.
Como nuestra primera intención es la de transmitir la información que permita construir un anteojo simple, para que el lector se familiarice mas fácilmente con el manejo de este tipo de aparatos, antes de pasar a la construcción de un telescopio, vamos a ver cómo es posible evitar que la aberración cromática nos impida tener imágenes aceptables, sin necesidad de utilizar lentes múltiples (en donde unas se corrigen a otras, en un esquema complejo).
La utilización como objetivo de una lente con una distancia focal relativamente corta tiene dos inconvenientes:
1. La imagen formada es más pequeña que la de otra con una distancia focal más larga. Por tanto necesitamos una lupa más potente como ocular.
2. Las imágenes de varios colores, casi sobrepuestas, son observadas más o menos enfocadas una sobre otras, resultando una imagen confusa, con muy poca nitidez.
La utilización de una lente con foco a un metro o más implica una imagen mayor, y los colores se enfocan a distancias suficientemente alejadas unas de otras para que, observando una imagen en la zona del amarillo por ejemplo, las otras estén de tal modo fuera del foco como para no deteriorar demasiado la imagen observada.
Por eso indicábamos en el número anterior que se debe preferentemente conseguir una lente con 0,75 dioptrías.
Prometí al inicio de esta sección no adentrarme demasiado en el campo de las matemáticas, para no complicar el tema. Vamos sólo a entender cómo podemos hallar la distancia focal de una lente.
La medida en dioptrías es inversa a la distancia focal medida en metros. Cuantas más dioptrías, menos distancia focal.
En el caso de 0,75 D:
0,75 = 1/f 0,75f = 1 f = 1/0,75
f = 1,333m aprox.
Esto significa que la imagen de un objeto distante, la Luna por ejemplo, se va a formar a 1,33 m de distancia de la lente (Fig. 3). La distancia “d” equivale a la distancia focal del ocular.
¿Parece complicado? Esperemos que no.
En el próximo número veremos una forma sencilla de montar nuestro anteojo.
Luna cenicienta en conjunción con Venus. Pinchen para ampliarla.
Si les gusta pasear de noche por el monte, sabrán que la luz de la luna es sorprendentemente intensa. En las ciudades esto no se nota por que la luz artificial es todavía más intensa y lo enmascara todo. Pero cuando hay luna llena, si evitamos las zonas oscuras como los bosques, podremos andar por el monte sin necesidad de luz artificial. Esto es algo maravilloso que todo el mundo debería probar por lo menos una vez en su vida.
Pero hay más. Si la luna estuviera habitada, seguramente los selenitas enamorados también saldrían a pasear entre los cráteres en las románticas noches de tierra llena. Y es que la tierra también tiene sus ciclos vista desde la luna: poco después de nuestra luna nueva, los hipotéticos selenitas disfrutan de una luz nocturna muy intensa. Para ellos, la tierra es bastante más grande que la luna para nosotros (y entre los hipotéticos selenitas, hay algunos hipotéticos herejes que al verla tan grande sostienen en contra del dogma que la luna en realidad no es más que un satélite del planeta azul).
Pues bien, en esas noches de tierra llena, la luna refleja dos clases de luz: la que le llega desde el sol, que solamente ilumina una pequeña franja, como un corte de sandía, y la que le llega desde la tierra, que alcanza a todo el satélite. Si se fijan un poco el próximo mes, podrán ver esa luz más ténue que ilumina toda la luna.
Además, estos días junto a la luna hemos podido ver al maravilloso Venus. Estas escenas de conjunción son de una gran belleza, pero es una belleza sutil que hay que aprender a apreciar.
La foto que ilustra la entrada está hecha con un sigma 180 macro, que va muy bien para las libélulas y los sírfidos volando, pero que no es lo ideal para estas escenas. Uno no siempre dispone del material más indicado, y una de las cosas de las que vamos a hablar en nuestro taller es de como hacer estas fotos con poco equipo. Se sorprenderían ustedes.
Aquí pueden ver la luna cenicienta junto con la luz zodiacal, sobre el Océano Pacífico en Valparaíso. Y aquí pueden ver una buena foto urbana de Martín Gállego, que es un tipo que vale mucho.
¿EL LUCERO DE LA MAÑANA ES VENUS O SIRIO? Noten que aqui le llama Lucifer al OJO DE ILUMINACION
Apocalipsis 22:16: Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la MAÑANA.
It's a 5 : 8 relationship (phi-alike). It's not quite perfect but gets back to its exact start every 40 years - in the desert/ wilderness? Going round it is the counterclock-wise zodiac context: Scorpio atop, Taurus abottom, Aquarius left and Leo right. Move the context round 90 degrees counter-clockwise and you have the 4 Royal Watchers in their assigned NSEW stations of about 4-5000 years ago. In the Bible, these find expression as Calf/Ox, Lion, Eagle and Man/Angel - the 'wheels' on the fiery chariot, the merkabah/hod. Bull is Taurus, Lion is Leo, Eagle signals Scorpio, and Man, Aquarius : www.geoffss.plus.com/royalwatchers.htmNote that St John the Evangelist is identified as West/Eagle/Scorpio. This is of some importance in my study of the Perpetual Choirs of Britain/Moving Menhirs where the Lady and Goat pentagrams combine with Point St. John, Pembrokeshire. In Grail lore, Celtic tradition and Tarot suits there are Wands, Swords, Cups and Pentacles (Platters). Wands and Swords are male, Cups and Platters/Pentacles female.
Los aztecas tenían dos calendarios. Uno, basado en el año solar, estaba dividido en 18 períodos de 20 días, que totalizaban 360 días, con un resto de 5 días no computados y sin nombre, a los que llamaban nemontemi, que se traduce libremente como "ellos contemplan provechosamente la cuenta del año". Los 20 días son las huellas de los dioses, representaciones simbólicas de la peregrinación espiritual del hombre, 20 pasos subiendo y bajando una escalera, a partir de su vida en el seno materno en el primer día y del nacimiento en el segundo día, a través de los estados de la vida que conducen hacia la muerte en el sexto día. En el día séptimo el peregrino vence a la muerte, y entonces debe descender en el averno, del que empieza a ascender el día duodécimo, subiendo peldaño tras peldaño y día tras día hasta unificarse con la divinidad en el día vigésimo y final. De manera que el número 20 es de conclusión y realización o sea, de plenitud, y adecuado para organizar la estructura interior del año, puesto que éste es la conclusión del ciclo del sol. Cada período de 20 días formaba un ciclo ritual que en el día vigésimo culminaba en un festival. Cuatro años de este calendario solar se combinaban para constituir un año divino, cuyo término era celebrado con minuciosos rituales dedicados a Quetzalcóatl.
El segundo de los dos calendarios tenía como base el año sagrado (tonalpohualli), que incluía el número de la conclusión, el 20, y el número 13, para totalizar un año de 20 x 13 = 260. El 13 es un número sagrado y su uso conciliaba simbolismos cosmológicos y temporales: el cosmos azteca cuenta 12 cielos uno encima del otro, los cuales, junto con el nivel de la tierra, forman 13 niveles que conducen hasta la cima celeste y la morada del Dios del Cielo. El ciclo formado por 20 x 13 = 260 días se reflejaba en un ciclo mayor formado por períodos de 20 años determinados por la conjunción de Júpiter y Saturno. Un ciclo mayor, de 260 años, era el constituido por trece de estos ciclos de Júpiter-Saturno, de 20 años, cada uno con un carácter específico determinado por la serie de ángulos formados por los dos planetas.
Tonalpohualli significa "cómputo de días-signos" y el año sagrado de 260 días resultaba de la rotación de los números 1 a 13 en un conjunto de 20 días-signos, repitiéndose ambos conjuntos en un orden determinado e inmutable. Los dos ciclos se engranan como si fueran dos ruedas dentadas, una de 13 dientes y la otra de 20 dientes, que giran formando diferentes combinaciones de números y días-signos, con una combinación que se repite cada 13 x 20 = 260 días (Figura nº 1). Se consideraba que cada día aislado, correspondiente al ciclo de 260 días, era un dios individual, de augurio bueno o malo, auspicioso o poco propicio. El día de nacimiento de una persona era su día-signo (tonalli), que determinaba muy minuciosamente su destino. El año sagrado era una "danza de los dioses, una 'contradanza' cuyas incesantes uniones y separaciones producían toda clase de significados y combinaciones de significados posibles."
Los conjuntos de 13 números y 20 días-signos se combinan para totalizar el año sagrado de 260 días. A su vez, este ciclo se combina con el ciclo de 365 días del año solar para totalizar una unidad temporal de 52 años llamada "el nudo, o el haz, de años" (xuihmolpilli), simbolizado con un nudo (Figura nº 2); esto indicaba que el año de 52 años había sido atado, en referencia a la costumbre de marcar el paso de cada año separando una vara hasta juntar 52 y formar con ellas un haz, sepultándolas ritualmente.
El número 52 se obtiene fusionando los años solares y sagrados, cuyos primeros días coincidentes se vuelven a unir después de transcurridos 52 años naturales. El final del ciclo de 52 años marcaba también la coincidencia de varios otros ciclos temporales, el más importante de los cuales era el tránsito de medianoche de la constelación de las Pléyades atravesando el cenit. El fin del ciclo de 52 años y el comienzo del siguiente marcaba el más importante de los festivales aztecas, el de la Unión (o Aglutinación) de los Años. El final del ciclo era un tiempo de pavor, en el que era posible que el final del ciclo fuera el fin del cosmos. El paso de las Pléyades por el cenit a medianoche señalaba que el mundo continuaría durante otros 52 años. Tan pronto las Pléyades atravesaban el cenit, los sacerdotes arrancaban el corazón a un cautivo destinado al sacrificio y lo ofrendaban al Dios del Fuego. Ponían un brasero sagrado en la cavidad del cuerpo de la víctima y el sacerdote oficiante encendía fuego en él haciendo girar rápidamente una vara encendida que tenía en las manos. El fuego así encendido se usaba para dar pábulo a una gran fogata, señalando a las multitudes que habían abandonado la ciudad y aguardaban en las colinas de los alrededores que el mundo continuaría durante otro ciclo. El cadáver del sacrificio era arrojado al fuego, rememorando el sacrificio del dios Nanahuátl, quien se arrojó al fuego para que el sol pudiera nacer de sus cenizas. El fuego se repartía desde el templo central a todos los otros templos y viviendas. El nuevo ciclo de años empieza cuando las Pléyades atraviesan el cenit. El momento de ese tránsito es simbólicamente el Presente exacto a partir del cual se desenvuelven los ciclos del tiempo. A las Pléyades se las identificaba mítica y simbólicamente como el centro supremo de los cielos. Ellas eran las prístinas progenitoras del cielo nocturno y de todas las estrellas, y el origen del ciclo agrícola. Eran el equivalente celestial del hogar situado en el centro de la casa, señalando el eje del mundo que unía el plano terrestre con el punto cenital de la bóveda celeste. La constelación de las Pléyades se identifica con Xiuhteuctli, el Anciano Dios del Fuego, el Señor del Hogar, el Señor del Tiempo y el Señor del Año Solar, el dios que mora en el centro del universo, en el centro de los ejes cardinales. Es el Padre Anciano, a quien se lo representa demacrado, con barba, profundas arrugas y encorvado por la edad. Es el más viejo de los dioses, y también el padre y la madre de ellos, el dios a quien siempre se tributó el primer sacrificio. Es el dios de las renovaciones y los comienzos: el hecho de reencender el fuego cada día, al amanecer, en el hogar doméstico vuelve a hacer patente su perenne renovación temporal. Fue el único de los dioses a quien los cuatro grandes cataclismos del pasado no destruyeron y por eso le llaman Señor de los Cuatro Tiempos.
Xiuhteuctli, identificado con las Pléyades del cenit, es el centro del espacio y del tiempo. Se divide en cuatro avataras, cuyos colores son azul, amarillo, blanco y rojo, y que gobiernan las cuatro direcciones. El eje de Xiuhteuctli recorre el centro de todo el universo desde el hogar situado en el centro del país de los muertos y atraviesa los fuegos en las viviendas de los hombres en la tierra hasta llegar al cenit celeste. Habitaba en el hogar de todas y cada una de las cosas. Su hogar estaba en el centro de este mundo y también en el centro de cada uno de los trece cielos que están encima de él, y además en el centro de los nueve avernos que están debajo. Como Señor del Fuego Central, es el dios central entre los Nueve Señores de la Noche, quienes gobiernan sucesivamente las noches. Los nueve Señores forman una serie de direcciones: Xiuhteuctli, quien comienza el ciclo, ocupa el centro, y dos dioses se hallan en cada una de las cuatro direcciones alrededor de él.Cada nuevo ciclo de nueve noches comienza con una dedicación a Xiuhteuctli, la cual representaba un regreso al centro antes de desplegarse el ciclo siguiente.
Los ciclos del año de 360 días y del año de 260 días se combinan aun con otro ciclo, el de Venus, que dura 384 días. Este ciclo empieza con la salida helíaca de Venus, en el Este, como la Estrella Matutina. La Estrella Matutina sale durante unos 240 días, elevándose cada mañana más temprano y menguando su brillo a medida que se aleja cada vez más del sol. Si bien desaparece frente al sol durante unos 90 días, vuelve a aparecer como Estrella Vespertina durante otro lapso de unos 240 días, aumentando constantemente su brillo, y luego desaparece una vez más en el sol durante unos 14 días, cuando reaparece, elevándose helíacamente y comenzando el ciclo siguiente. El ciclo completo consiste en dos prolongados períodos: en el primero, la Estrella aparece sobre el sol matutino en el Este, y en el segundo aparece en el crepúsculo vespertino en el Oeste. Estos dos períodos de aparición están separados por períodos de invisibilidad. A diferencia de los demás planetas, Venus no parece moverse independientemente por la bóveda celeste sino que se desplaza como si el sol lo atara con una invisible cuerda elástica. Su relación solar concuerda con el mito que lo identifica con el dios que resucita de las cenizas del sol.
El ciclo de Venus se combina con otros ciclos en intervalos periódicos. Después de cinco años de Venus, su ciclo coincide con el ciclo solar, puesto que 5 x 584 es igual a 8 x 365 = 2.290 días. O sea, que 5 años sinódicos de Venus equivalen a 8 años solares.El mismo día-signo y el mismo número sólo ocurren nuevamente cada 65 ciclos de Venus, o sea, 65 x 584 = 37.960 días, la cantidad de días de 104 años solares, lo cual equivale a dos "atados" (o haces) de 52 años. El ciclo solar de 365 días, el ciclo sagrado de 260 días y el ciclo de Venus coinciden después de haber transcurrido dos "siglos" de 52 años.
Las desapariciones y reapariciones de Venus son las analogías estelares del mito de Quetzalcóatl-Kukulcan. El planeta Venus es Quetzalcóatl, "La Serpiente-quetzal" o "La Serpiente Emplumada", denominación cuyo significado puede también interpretarse como "los gemelos preciosos", con referencia a las dos apariciones del planeta que semejan estrellas gemelas. La Estrella Matutina es Quetzal, "La Preciosa". Una versión del mito de Quetzalcóatl cuenta cómo él se arrojó a una pira funeraria compungido por haber roto con su estado de castidad estando ebrio. Su corazón se elevó desde las cenizas, remontándose hacia el cielo hasta convertirse en la Estrella Matutina. Otra versión cuenta que, después de morir y antes de resucitar y ascender a su trono en el cielo, en el que reina como el planeta Venus, Quetzalcóatl permaneció invisible durante varios días mientras vagó por el averno. Venus, la Estrella Matutina que nace en el Este y después desaparece antes de reaparecer en el oeste como la Estrella Vespertina, cruza el universo tal como lo hace una nave por el agua. El paso a través del cosmos significa el paso de la muerte hacia el renacimiento. La salida helíaca de la Estrella Matutina en el Este es de mal augurio. Por ello, cuando Quetzalcóatl reaparece después de estar en el averno, arroja al cielo sus lanzas y sus rayos luminosos. Si atraviesa con sus lanzas a un dios, los dones que éste confiera se perderán por ese año; si atraviesa con ellas a la Diosa de las Aguas, habrá sequía; y si hiende al Dios de los Laberintos, entonces fracasarán las cosechas. Cada víctima significa algún aspecto de la vida diaria.Esto se halla ilustrado en la Tabla de Venus del Códex de Dresden, en cuyas páginas hay imágenes en las que Venus desaparece antes de su salida helíaca y en las que Quetzalcóatl atraviesa víctimas con las lanzas de sus rayos luminosos en el cielo del amanecer, y que tal como se lo presenta son de mal augurio. Adrian Snodgrass. Traducción: Héctor V. Morel