Jair Bolsonaro, que se encuentra en visita oficial en Israel desde el domingo, visitó ayer al Museo del Holocausto Yad Vashem, donde encabezó una ceremonia en la que encendió una antorcha y entregó un ramo de flores en la Cripta del Recuerdo en memoria de los seis millones de judíos exterminados por el nazismo.
Al salir del museo, el mandatario brasileño concluyó en que “no hay duda” de que el nazismo fue un movimiento de izquierda, una afirmación que no es compartida por el propio centro de investigación del museo israelí. La prensa brasileña recordó que el Centro de la Memoria del Holocausto de Jerusalén explica claramente en su página web que el nazismo fue parte del surgimiento de grupos radicales de derecha” en Alemania. Poco después, Bolsonaro ofreció una entrevista grupal a varios medios y cuando le preguntaron si estaba de acuerdo con su canciller, Ernesto Araújo, quien hace poco repitió en su blog que “el fascismo y el nazismo son fenómenos de izquierda”, respondió: “No hay duda. Partido Socialista. ¿Qué otra cosa si no?” “Era el Partido Nacional Socialista de Alemania”, concluyó el presidente brasileño, que ganó las elecciones en 2018 comparando comunismo con nazismo y prometiendo ilegalizar todos los movimientos sociales y las fuerzas políticas que se identificaran con las ideas comunistas.
Unas horas antes, Bolsonaro participó junto al primer ministro de Israel del foro Misión Comercial Brasil-Israel en Jerusalén y ambos visitaron la Exposición de Innovación Israelí. En este viaje el mandatario brasileño profundizó su alianza con Netanyahu al anunciar la inminente apertura de una oficina con estatus diplomático para la representación de negocios, tecnología, investigación e innovación en Jerusalén. No bien asumió y en una reunión con Netanyahu en Brasil, Bolsonaro había prometido trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, un anuncio que despertó críticas al interior de su gobierno, en especial del ala militar nacionalista liderada por el vicepresidente Hamilton Mourão. Hoy, Bolsonaro visitará a brasileños residentes en Israel y pondrá fin a su viaje de cuatro días.