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En los meses de mayo, septiembre, octubre y diciembre de 1978, cuatro muchachos argentinos conseguian un total de 10 fotografias de objetos voladores no identificados. Todo un record.
Primer caso: el 21 de julio de 1978, el joven Jose Gabriel De Virgilio de 13 años de edad, presencio la subita aparicion de tres objetos desconocidos desde la ventana de su dormitorio.
San Carlos de Bariloche (provincia de Rio Negro, Argentina)
Informe de los investigadores Marcelo Eduardo Pichel y Fabio Zerpa
El primer caso conocido tuvo lugar en la ciudad de San Carlos de Bariloche, una poblacion ubicada a 1.630 kilometros al sur de Buenos Aires.
A mediados del mes de mayo, el niño Jose Gabriel De Virgilio, de 13 años, se hallaba en su casa, en las afueras de Bariloche. El muchacho vive con sus padres y un hermano. En aquellos momentos se habia quedado solo en la vivienda.
Fue precisamente desde la ventana de su dormitorio donde presencio la subita aparicion de tres objetos desconocidos. La observacion se prolongaria por espacio de unos 30 minutos.
Pichel le sometio a la siguiente entrevista:
-¿Que sentiste al verlos?
-Cuando los vi, a los tres, senti una gran sorpresa. Pero, al mismo tiempo desconfiaba de lo que estaban viendo mis ojos. Despues de algunos momentos, creo que en total debieron ser algo mas de veinte minutos de observacion, decidi buscar mi camara para tener una comprobacion del hecho.
-Si eran tres, ¿por que sacaste a uno solo?
-A eso voy. Cuando volvi a la ventana observe que dos de los artefactos se estaban alejando. No puedo precisar a que velocidad, y el tercero seguia alli. Lo hizo por algunos instantes, evolucionando en el cielo. Asi es que pude fotografiarlo. Entonces espere a que regresara mama, que habia ido a hacer unas compras, pero no me creyo. Tampoco papa me hizo caso cuando volvio de su trabajo. Y la prueba esta en que no se molestaron ni en mandar el rollo a revelar… Yo no lo podia hacer por falta de dinero.
-Gabriel es muy bromista -tercio la madre- y pensamos que se trataba de una broma. Despues, al insistir, imaginamos que podia haber sido afectado por una alucinacion. Y, por ultimo, todos olvidamos el asunto, excepto el, que persistia en contarselo a todo el mundo. Lo dijo, incluso, en su colegio y surgieron las logicas bromas.
-¿Y ahora?
-Nadie puede decir ya que estoy loco o que miento, aunque no quiero acusar a nadie…
-¿Creias en los ovnis?
-Nunca me llamaron mucho la atencion. Tanto es asi que no leia sobre el tema. Ahora se que existen. Fue algo fascinante. Como de otro mundo. Como si yo no hubiera estado aca… Por eso, apenas se estreno la pelicula Encuentros en la tercera fase me fui a verla. Yo no vi nunca a un ser extraterrestre, pero si las maquinas que conducen. Tampoco se a que vienen. Hay quienes dicen que a hacer el bien, porque este mundo esta lleno de maldad y ellos quieren ayudarnos. No se, pero espero que sea cierto…
-¿Que impresion te produjeron?
-Eran objetos con forma de sombrero y de un color plateado. Lastima que mi camara, que no es de profesional, no pudiera registrarlo con mayor nitidez.
-¿Tienes alguna idea sobre la altura a la que evolucionaban?
-No, pero me parecio que no estaban muy altos. Eso si, giraban continuamente como las agujas de un reloj, pero mucho mas rapido.
-¿Hacia donde se alejaron?
-Los dos primeros se fueron en direccion a cerro Otto. Y por alli desaparecieron. El que yo fotografie se elevo en vertical, perdiendose entre las nubes.
-¿Que piensas hacer ahora?
-Quiero seguir mis estudios. Despues hare alguna carrera que me permita profundizar en el estudio de los platos voladores.
Jose Gabriel De Virgilio y el ovni que logro fotografiar.
Los analisis
El matutino Rio Negro, de la ciudad de General Roca, fue el primero en informar del caso. Su corresponsal en Bariloche consiguio el negativo de la fotografia en cuestion y la imagen y la historia se publicaron por primera vez el 19 de julio de 1978. El periodico decia lo siguiente:
«…Se ve sobre fondo claro un objeto oscuro que asemeja la forma de un sombrero caido levemente hacia adelante.»
Y puntualizaba tambien que el negativo fue concienzudamente analizado por los profesionales del diario, asi como por el jefe de fotografia de la agencia informativa Noticias Argentinas. Todos ellos coincidieron en señalar que no podia tratarse ni de un truco ni de un fenomeno optico. La realidad -proseguia el periodico- es que se trata de un objeto volador no identificado.
Por otra parte, hizo ver que la impresion cuenta «con detalles que favorecerian la realizacion de un pormenorizado estudio, al contener puntos de referencia que bien pueden llevar a establecer dimensiones del ovni, tales como su altitud, no superior a los 600 metros (dada la capa de nubes que se observa en la foto), en relacion con el marco de la ventana y un arbol maiten de tres metros de altura, aproximadamente, ademas de los postes que ocupan los primeros planos».
La pelicula, que fue revelada en un prestigioso laboratorio de Bariloche, fue estudiada tambien por el propietario, Carlos Hassier, quien, de inmediato, la entrego al padre de Gabriel. Al verla, este ultimo recordo las manifestaciones de su hijo, dos meses atras (el film fue revelado dos meses despues de ocurrido el acontecimiento).
La opinion de Hassier coincidio con la de los especialistas del diario Rio Negro, en el sentido de que eran autenticas.
Segundo caso: sucedio a las 13 horas del 20 de septiembre. El protagonista fue el niño Walter Antonio Suarez de 10 años de edad. Se hallaba en su domicilio cuando escucho un ruido extraño y al asomarse a la ventana diviso el ovni, y lo fotografio.
El dia no estaba muy luminoso, debido a la presencia de un gran numero de nubes altas. La temperatura oscilaba alrededor de los 23 grados. Soplaba viento del este a razon de seis kilometros por hora. La visibilidad era de 10 kilometros. Todos estos datos fueron facilitados por el Servicio Meteorologico Nacional.
Walter, un niño introvertido y extremadamente curioso, conto asi lo sucedido. Junto al muchacho y al entrevistador -Marcelo Eduardo Pichel- se hallaba tambien el profesor Maximo Astorga, que ha estudiado durante 10 años los fenomenos espaciales, por cuenta de la Fuerza Aerea Argentina.
Entrevista realizada por Marcelo Eduardo Pichel
-Acababa de llegar del colegio y, antes de almorzar, me fui a mi cuarto a dejar las carpetas. Y en eso estaba cuando senti un zumbido muy raro. Pense que una abeja habia entrado en la habitacion. Mire por la ventana y adverti un plato volador que estaba parado en el cielo.
-¿Que forma tenia?
-Era como un sombrero. Daba vueltas sobre si mismo aunque siempre permanecia inmovil.
-¿Y que hiciste?
-Tome la camara, la que me habian regalado mis padres cuando aprobe el año anterior con buenas notas, y saque la foto. Tarde un poco a causa de las rejas que protegen mi ventana, pero lo logre. Inmediatamente corri hacia la puerta que da al balcon, con el fin de observarlo mejor, pero, al salir, el aparato habia comenzado a volar y se perdia entre las nubes.
-¿Como era?
-Era todo negro y brillante. Y emitia un zumbido muy raro, parecido al que se puede escuchar en las cercanias de un panal de abejas. No vi ninguna luz y si note una luminosidad a su alrededor.
Los datos fueron confirmados por la madre del niño quien escucho tambien el zumbido. En aquellos momentos la señora Suarez se hallaba en la cocina, preparando el almuerzo de la familia.
-No le preste mucha atencion -manifesto- pero mire hacia la ventana. Pude ver una mancha negra que se perdia en las nubes. Me parecio que dejaba una estela negruzca.
-¿Penso en algo?
-Supuse que se trataria de un avion, aunque me parecio extraño.
-¿Que paso despues?
-Walter entro muy agitado. Y mostrando su maquina fotografica me dijo: «Te tengo una sorpresa con las fotos, mama.» Pero no imagine de que se trataba. Como estaba muy atareada le pedi que fuera a buscarme algunas cosas…
En tanto, Walter acerco un cuaderno en el que habia hecho un dibujo del ovni.
La descripcion del niño fue corroborada por su padre, el juez Antonio Suarez.
El ovni dibujado por el niño tenia la forma de una bomba como las que se utilizan para desatascar tuberias y con una especie de aro a todo su alrededor. En la zona inferior del dibujo incluyo unas escotillas por las que salian haces de luz. Este ultimo punto difiere de lo registrado en la fotografia.
Tercer caso: El 26 de octubre de 1978, y en plena ciudad de Buenos Aires, un ovni fue fotografiado por el joven Norberto Marino Lorenzutti de 14 años de edad.
Investigacion realizada por el profesor Fabio Zerpa
El joven Norberto Marino Lorenzutti tenia entonces catorce años. A principios del año 1978 habia realizado un viaje con sus padres a Estados Unidos y, como siempre le habia gustado «sacar fotos», le pidio a su padre -Norberto Augusto- que le comprara una buena maquina, «pero facil de usar».
Asi, el señor Lorenzutti le compro una Vivitar, modelo 702 (24 mm) 1.58 LEN, con flash electronico incorporado. La adquisicion tuvo lugar en Miami.
La camara trabaja con pelicula Pocket de 400 ASA y 27 DIN, «ideal para fotografiar ovnis». Pero este hecho nunca paso por la mente del joven, aunque reconocio que otros ya lo habian conseguido «porque los ovnis existen y son extraterrestres» .
Total, que el 26 de octubre, Norberto se encontraba en el balcon del escritorio de su padre, frente por frente a la avenida Santa Fe 2800, en pleno barrio Norte de Buenos Aires, donde se alzan numerosas torres y edificios de apartamentos.
No tenia ganas de estudiar y no sabia que hacer. Entonces decidio sacar fotos a su hamster, que guardaba en una jaula y en aquel balcon. Tomo su Vivitar e hizo tres primeras fotografias de la pequeña ardilla del desierto. A continuacion se dirigio al dormitorio de sus padre -«no sabe por que»- y fue alli donde vio el ovni por primera vez.
Y el muchacho saco una primera foto del objeto. Al hacer el segundo disparo acciono sin querer el flash y el fogonazo se reflejo en el cristal de la ventana.
En la tercera imagen, el ovni se aleja hacia el oeste de la ciudad.
Eran las 16.30 horas de una tarde nubosa, aunque bastante clara.
El muchacho volvio al estudio de su padre y observo al hamster, que seguia en el interior de la jaula. Despues de acariciarlo dejo su camara sobre el escritorio y coloco unos discos. Hacia las 18.45 regreso al balcon para observar nuevamente a su hamster y ¡alli estaba «el»!
Giro sobre sus talones y tomo la camara fotografica. Se situo junto a la ventana del balcon y abrio una de las hojas. «el» se balanceaba permanentemente sobre las casas de Buenos Aires… Podria haber tenido miles de testigos pero, desgraciadamente, nadie miraba hacia el cielo.
Lorenzutti hizo cuatro fotos y el ovni se alejo a gran velocidad, en direccion hacia la costanera.
El muchacho habia logrado una de las mejores secuencias de un ovni sobre Buenos Aires. En total, siete fotografias en color.
Norberto Marino se lo comento a su madre, Lia Vodanovich, pero esta no le creyo. «Revela el rollo y veras», le comento el hijo. En dias posteriores, el muchacho llevo personalmente el rollo a revelar. Y saco copias de 9 x 13. Una para cada negativo. Alli estaba el ovni…
Cuarto caso: La fotografia conseguida por el niño de 13 años, Roberto Pascual Di Stefano, a las 15 horas del miercoles 27 de diciembre de 1978 ha sido considerada por los expertos como una de las mejores que han sido tomadas en Argentina.
El hecho ocurrio en los cielos de la ciudad argentina de Renalagh, a unos 60 kilometros al sur de Buenos Aires.
Informe del investigador Marcelo Eduardo Pichel
Ese dia, el muchacho se encontraba en su domicilio. Habia estado mirando la television y hacia las 14.30 horas apago el receptor. Salio al jardin y se dispuso a jugar con su perro. En la parte posterior de la casa existe un terreno arbolado de unos 25 x 15 metros. Alli jugo con su perro: le lanzaba un palo y este lo recogia, devolviendoselo a su pequeño amo. Y asi permanecieron largo rato.
Hasta que en una de las ocasiones en las que Roberto Pascual se disponia a lanzar el palo, le parecio ver «algo» extraño de reojo.
“Cuando mire distingui claramente un ovni. Parecia flotar en el aire. Quiza estuviera a unos 300 o 400 metros de distancia. Pero lo veia muy bien entre las ramas de los arboles. Al principio me asuste un poco. Habia aparecido de golpe y porrazo. Tampoco escuche ruido… Pense de inmediato en la camara fotografica y tambien en otras muchas cosas. Todo a un mismo tiempo. Queria irme, pero tambien deseaba quedarme, para no perderme el “espectaculo”. “Termine por correr en busca de la camara. Yo habia visto ovnis en otras dos ocasiones y tambien hice fotos, pero me salieron muy mal. En las copias solo aparecieron unos puntitos muy pequeños”.
El caso es que al regresar al jardin, el platillo seguia inmovil en el mismo sitio. Parecia como si estuviera colgado de un cable. Sin perder el tiempo busque una abertura entre las ramas de los arboles y saque la foto. Despues, a los pocos segundos, comenzo a moverse de arriba abajo y hacia los costados y termino por alejarse a una velocidad tremenda al tiempo que tomaba altura.
No se que pensar -subrayo el muchacho- pero fue como si el ovni hubiera esperado a que yo le hiciera la fotografia…
en total debio permanecer suspendido en el espacio unos diez minutos.
– ¿Sabes si algun vecino de la zona lo vio tambien?
– No lo se porque no quise contar ni preguntar nada. Las dos veces anteriores que vi ovnis hace de esto unos cuatro o seis meses, al contado en casa, mis padres me dijeron poco menos que estaba loco. Ahora fue diferente. Ahora no han tenido mas remedio que creerme.
– ¿De que color era el ovni?
– La cupula parecia roja-amarillenta. La parte inferior, en cambio, destacaba por su tono rosado, bastante oscuro. Era casi colorado.
– ¿Recuerdas algun otro detalle?
– Me parecio ver como de la parte central salian “ondas” que se alejaban rapidamente. Algo parecido a las ondas que se forman cuando se arroja una piedra al agua pero fue muy fugaz.
Tras una serie de comprobaciones, los expertos rechazaron la posibilidad de un truco fotografico. En este sentido, Sergio Gonzalvez, jefe de fotografia del diario. La Razon de Buenos Aires, señalo que el cuadro correspondiente a la toma es el numero 16 y que estaba unido al resto de la pelicula. Agrego, ademas, que aparecia, como es habitual, la marca de la misma y el numero de cada una de las tomas, lo cual indica que no fue cortada a fin de manipulada.
La nitidez de la foto permitio comprobar igualmente en el negativo que la gama de los grises era coherente, por lo cual no pudo haberse tratado de una fotografia preparada especialmente para ser reproducida con la camara.