Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.
Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud; pues ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá.
Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra.
La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?
Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.
tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones;