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Circles
Circles of women have gathered through the centuries to support one another with various tasks and needs, including prayer circles, sewing, knitting, and quilting circles. My "14 Steps to Awaken the Sacred Feminine," co-authored with Joan Norton, includes suggestions for setting up circles of people wishing to use Magdalene's story as a template for their own spiritual journey.
Mary Magdalene and the Sacred Geometry of Circles have deep connections that connect her to our human circle gatherings in a special way.
Mary Magdalene’s feast day since the 7th century in the West, borrowed from the Orthodox Eastern rite church, has been set on the 22nd of July.
July is the seventh month of our Western calendars, so we sometimes write the date as 22/7. This strikes me as more than just a simple accident, because 22/7 is also the ratio used to calculate the circumference and area of a circle. We teach this to students in junior high and we call the ratio “pi,” the Greek letter that corresponds to our letter “p.”
In case you’ve forgotten what they taught you in junior high school, any circle that has a diameter of 7 units will have a circumference of 22 units. The fraction reduces to 3 1/7, which means that whatever the diameter is, the circumference will always be slightly more than 3 x the diameter.
So Magdalene’ feast day – 22/7 – is very interesting to those of us who know how important the principle of circles is for women sharing and relating to one another…the “family circle,” the “circle of love,” the circle of influence, quilting circles, prayer circles. A circle often represents community.
We know that “7” is symbolic of the “feminine” as “Complete in herself.” It is also a symbol for the Holy Spirit, because it is the sum of the masculine “3” and the feminine “4.”
Using the “7” from Magdalene’s feast day as a number symbolic of the Holy Spirit and the Divine Feminine, I’d like to show you how she embodies the human person as “sacred vessel filled with the Spirit.”
1. Draw a circle and place a dot in the very center.
2. Now draw a line from the center dot to the edge and label it “7.” That line is called the “radius.” Any line drawn from the center to the edge of a circle is called its "radius" or one "ray."
3. To figure out the circumference of the circle, you must double the radius, so draw a straight line to the opposite side, creating a straight line across the entire circle. That line is called the diameter (value of 14 if the radius is 7 units) and can be multiplied by 22/7 to give the circumference “44."
In the ancient world, the Greek gematria "4" was a feminine number related to matter and the earth (4 corners of the earth, 4 cardinal directions, 4 winds, 4 elements). The phrase “flesh and blood” had a value of 444, so numbers that relate to 4 in any order of magnitude have a symbolic connection with earth/humus and human life…our shared humanity. In this diagram, the “44” of the outer edge suggests the “earthen vessel,” the human person of "flesh and blood," filled with the Spirit (“7”). The image represents the sacred marriage of flesh and divinity, earth and heaven, embodied in each individual person. So, ultimately, each person IS that marriage. Mary Magdalene presents us the archetype of the "earthen vessel filled with the Spirit" and her feast day, 22-7 reflects that understanding of her importance.
Now we will do the calculation for the area of the circle with the “7” radius. The formula is “pi” (22/7) times the square of the radius (7 x 7 = 49). 22/7 x 49 is 154. If you use the alternative decimal version of “pi” (3.14) the result 153.86 is even more obviously connected to Mary Magdalene, because the Greek gematria of her title “H Magdalhnh” actually adds up to 153. So, using principles of sacred geometry in use at the time the Gospels were written, by virtue of her feast day (7/22) and the gematria of her honorific (153), she is shown to be the “Model” or embodiment of the human person as “sacred partner” of the Divine.
The "153" is highly significant as a symbolic number in the canon of the Greek geometers. It is the denominator of the ratio used to represent the square root of 3 (265/153) and is a numerical abbreviation for the "vesica piscis" ()--the "Vessel of the Fish" or "Measure of the Fish." This shape is the shared space when two circles are drawn together so that the edge of one passes through the center of the other.
Among the ancients, this shape was called the "Mother of all forms, " the "Matrix," the "Doorway to Life," the "Womb" and the "Bridal Chamber." It's meaning is that of the "Source" or "vessel of creativity," and the symbol was universally associated with the Goddesses of love and fertility in the ancient world. It's no accident that the epithet coined for Mary has gematria (153) that irrevocably associates her with the Goddess.
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Última actualización 01/09/2005@00:00:00 GMT+1
¿Quién era la misteriosa mujer del vaso de alabastro que aparece en el Evangelio? ¿Es posible acceder a su identidad gracias a la Cábala? Para conocer en detalle el estado actual de las investigaciones sobre este fascinante tema entrevistamos a Margaret Starbird, experta en las fuentes primitivas del Cristianismo.
El nombre de María Magdalena encierra un enigma. Muchas son las versiones sobre su relación con Jesús. Margaret Starbird es autora de cuatro ensayos sobre este tema: María Magdalena y el Santo Grial ( Ed. Planeta); La diosa en los evangelios, 1998); El rostro femenino del cristianismo y La herencia perdida de Magdalena (Ed. Planeta). También ha investigado en profundidad la tradición esotérica hebrea, aportando una interpretación original y sugerente de las fuentes evangélicas.
Adriano Forgione: En su principal ensayo La mujer con el vaso de alabastro, usted ha planteado la herejía del Grial. ¿Puede explicarnos su punto de vista? Margaret Starbird: La herejía del Grial era el «gran secreto» de las corrientes subterráneas del medievo: la creencia de que Jesús estaba casado y que uno de sus hijos, fruto de su unión con María Magdalena, fue llevado a Galia, convirtiéndose en el progenitor de la línea de sangre merovingia. En francés antiguo, la denominación «Santo Grial» puede ser traducida como «Sang Real» (sangre real). Si el «Grial» no era un cáliz, sino una mujer, la madre de un niño, eso ofrece una clave de la leyenda según la cual María Magdalena, Lázaro y Marta llevaron la «Sangre Real» a Galia. Dicha leyenda nació en Europa occidental y se halla ampliamente difundida en el arte, en los objetos y en el folklore medieval.
A.F: ¿Por qué llama a María Magdalena la «Diosa de los evangelios»? M.S: He hallado pruebas muy convincentes de que ella fue percibida por los primeros cristianos como la pareja de Jesús, en lo que yo considero una unión indisoluble entre el esposo y la esposa arquetípicos. En el ámbito del imperio romano, «la unión sagrada» se celebraba con fiestas anuales en honor de la Fuerza Vital: el dios y la diosa, que representan el equilibrio de las energías masculinas y femeninas del Universo. Los paganos convertidos reconocieron a Magdalena el papel de las antiguas diosas celebradas en ocasión del equinoccio de primavera, en los cultos del hieros gamos. La palabra inglesa para Pascua («Easter») deriva de «Ishtar», la deidad babilónica de este culto, que en la mitología cananea era conocida como «Astarté», la esposa del dios Baal. Esta identificación con la pareja del dios resucitado también está presente en los evangelios canónicos. Dado que Jesús era visto como un dios similar a Tammuz-Osiris-Dioniso por los primeros paganos convertidos al cristianismo, a Magdalena se la veía como a su pareja divina.
A.F: ¿En qué se basa para sostener que María de Magdala y María de Betania, hermana de Marta y de Lázaro, son la misma persona? M.S: Esta identificación se remonta a los primeros cristianos y se apoya en el tema de la unción de Jesús para la sepultura. La hermana de Lázaro lo unge en dos ocasiones y «la Magdalena» lleva su ungüento a la tumba el día de Pascua (Juan 11:2 y 12:3). En este texto, Juan combina elementos de escenas similares a las de los otros evangelios canónicos, pero también ofrece una identidad a la mujer que unge a Jesús, de quien los otros no dan el nombre. En los antiguos rituales que celebraban al «Rey-esposo sacrificado», la unción por parte de la esposa real era un rito nupcial que confería realeza al consorte, y parte de una secuencia litúrgica que celebraba el hieros gamos o «matrimonio sagrado». Como dije, estos misterios celebraban la vida, la muerte y la regeneración en el equinoccio de primavera. La sagrada unión se difundía por todo el reino, asegurando la fertilidad de la cosechas y del ganado. En dicha liturgia, el rey divino era torturado, mutilado, muerto y depositado en una tumba. Cuando su esposa iba al jardín a llorar por él, se alegraba al verlo resucitado. Esta exacta secuencia se repite en los evangelios con los relatos de la unción, crucifixión, muerte y resurrección de Jesús. Dado que era prerrogativa exclusiva de la esposa ungir al Rey-esposo durante el rito nupcial pagano, y también el de encontrarlo resucitado en el jardín, podemos identificar a la «Esposa» en la mitología cristiana a través de estas mismas acciones: se trata de María, llamada «la Magdalena». La identificación de las dos Marías formó parte de la fe de la iglesia católica romana durante casi dos milenios, hasta que fue corregida oficialmente en 1969.
A.F: En su libro El legado perdido de María Magdalena, usted afirma que la unión entre Jesús y su esposa es la piedra angular de la primera comunidad cristiana. ¿Qué motivos la han llevado a esta afirmación? M.S: Una de las parábolas de los evangelios nos dice que cierto rey ofreció un banquete de bodas para su hijo, pero que todos los invitados declinaron la invitación. Creo que este es el escenario exacto que se presentó en el siglo I. Jesús ofreció a su comunidad un «banquete de matrimonio» que celebrase la unión de amor entre el marido y su mujer. Jesús utiliza este banquete como una metáfora del «Reino de Dios». Creo que el círculo de personas más próximo a ellos reconocía la simbiosis arquetípica del «Esposo» y de su «Hermana-esposa» evocada en el Cantar de los cantares. Su «unión» está confirmada por la Gematria cabalística de algunas frases del evangelio. Si añadimos el valor de las letras griegas presentes en el título honorífico «la Magdalena», la suma será igual a 153, el número de los «peces» que se menciona en Juan 21. Este pasaje es una metáfora. Los peces son los iniciados. El número 153 está asociado también a la forma geométrica llamada Vesica piscis, que en la geometría sagrada de los pitagóricos correspondía a las antiguas diosas del amor y de la fertilidad: la matriz, el regazo, la puerta hacia la vida, el Sancta Sanctorum. Jesús era representado como «Pez» por los primeros cristianos y a Magdalena se le había conferido un título que la asociaba con el «Recipiente de los peces». Ambos son el Señor y la Señora de los «Peces» y de la Edad de los peces (la Era de Piscis).
A.F: En los evangelios se habla del «grano de mostaza» que se convierte en un árbol. Usted ha realizado una investigación sobre ésto...
M.S: En la antigua práctica de la Gematria, las expresiones son acuñadas deliberadamente para que el número correspondiente a la suma del valor asignado a cada letra del alfabeto comunique un mensaje críptico. Cuando el valor numérico de una o más palabras, como «grano de mostaza», «Reino de Dios», o «la Magdalena», están reiteradas, es muy probable que haya intención. Los autores de los textos sagrados se inclinaban por las frases hechas, porque la convención de la Gematria permitía fuertes asociaciones con el principio cósmico que la suma de las frases representaba. Por ejemplo, en Crónicas, en el Antiguo Testamento, «666» es el número de talentos de oro pagados como tributo a Salomón. El número expresa el poder de Salomón, un monarca solar. El «número de la Bestia» es 666 porque, en el «canon de los números» establecido, representa el poder solar, la energía masculina o «Logos», la «fuerza sin misericordia». Piénsese en Bes, dios egipcio de las iniciaciones, o también en el sumerio Oannes, «la Bestia del Mar Eritreo». El número compañero es 1080 y representa en el antiguo canon la energía lunar (femenina). John Mitchell, filósofo británico, ha llevado a cabo investigaciones sobre este tema y ha publicado un estudio, observando la utilización por Platón de las sumas 666 y 1080. Platón dice que este número (1746) representa la «fusión» de los principios masculino y femenino, el huevo fertilizado o «semilla sagrada». El «grano de mostaza» que está en los sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas), y también en el evangelio gnóstico de Tomás, tiene el mismo valor en la Gematria. Lo que Jesús dijo en su parábola es que el Reino de los Dios es como la «fusión» o «matrimonio» de las energías masculina y femenina.
A.F: ¿Cuáles son los motivos que conducen a que el número 7 sea relacionado con lo «sagrado femenino»? M.S: El número 7 tiene que ver con la perfección del tiempo. Después de haber creado el Cosmos, Dios descansó en el séptimo día. Pero el 7 tiene también atributos de virginidad, dado que no genera ni es generado por ninguno de los otros números de la primera decena. Considerado ésto, al 7 a veces se le llama «virgen» o «perfecto». Está asociado con Ishtar (7 velos), con María Magdalena (7 demonios) y con el Espíritu Santo (7 dones del espíritu).
A.F: Con la ayuda de la Gematria ha podido descifrar aspectos oscuros del Apocalipsis. ¿Puede aclararnos su interpretación del conocido verso «Yo soy el Alfa y el Omega»? M.S: El valor de Alfa es 1, mientras el de Omega es 800. Sumados dan 801, un «anagrama» de 1080, y número que suma «peristera», la palabra griega que significa «paloma», símbolo del Espíritu Santo. El número 1080, además, es la Gematria tanto del Espíritu Santo como del Espíritu de la Tierra (el aspecto «femenino» o «inmanente» de lo divino). Las letras del alfabeto, desde Alfa a Omega, contienen todas las posibles permutaciones y combinaciones de la «Palabra de Dios». La letra A ( el uno) representa el principio creativo masculino, mientras el Omega tiene la forma de un útero. El sonido y la letra M están asociados a lo femenino en muchas lenguas: mater, mere, mother, madre, mammal, mare, todas palabras que tienen relación con el concepto de «madre», mientras «eg» (ak) significa «grande». El epíteto «Alfa y Omega» expresa al Sagrado Uno que es puro espíritu. La frase «Yo soy Alfa y Omega» suma en Gematria 2220, la misma cifra de la expresión «Portador de Cristo».
A.F: ¿Por qué, según usted, la figura de Jesús era asociada por los padres de la iglesia con la imagen de los peces? M.S: Los ciudadanos del imperio romano estaban muy al corriente de la precesión de los equinoccios en el zodiaco y aguardaban la buena nueva del nacimiento del avatar de la Era de los peces. La iglesia de los comienzos ha acuñado el término griego «Pez» por las iniciales del epíteto griego que significa «Jesucristo, hijo de Dios, Salvador». Yo creo que lo hicieron intencionadamente para reivindicar el hecho de que Jesús fuera el «Pez» (es decir, el señor o avatar de la nueva era).
A.F: ¿Está de acuerdo con la tesis según la cual María de Magdala fue la fundadora del cristianismo? Si es así,¿por qué? M.S: Magdalena fue la más fiel de todos los discípulos. En los cuatro evangelios canónicos sólo ella está siempre presente, tanto en la crucifixión como en la resurrección. En Juan ella está sola en la tumba en ocasión de la Pascua, y el Señor la envía a sus hermanos para comunicarles que él ha resucitado. Por lo tanto, ella es el primer apóstol, palabra que en griego significa «mensajero». Magdalena es preeminente respecto a todos los otros amigos de Jesús que aparecen en los evangelios. El primer estrato de la experiencia cristiana era muy igualitario. Creo que el modelo fue la relación entre Jesús y María Magdalena. Hasta finales del siglo II las mujeres tenían roles muy importantes en la iglesia: enseñaban, predicaban y profetizaban junto con los hombres.
A.F: Según los lingüistas, el nombre Magdalena o Magdala deriva del sustantivo hebreo Mígdal, o «torre». ¿Cómo justifica esta derivación? M.S: Creo que el título honorífico de María Magdalena deriva del pasaje profético de Miqueas 4: 8-11, cuando este profeta se dirige a la «Magdal-eder», la «torre de guardia» o «la fortaleza de la grey», que se identifica con la «Hija de Sion». Los autores de los evangelios utilizaban pasajes de la Biblia hebrea que profetizaban el advenimiento y la gesta del Mesías (como el siervo sufriente en Isaías, o su nacimiento en Belén en Miqueas). Aquellos que vieron en la profecía de Miqueas de la esposa que llora a su rey, una fuerte predicción de María Magdalena, decidieron utilizarla como base para su título «de Magdala». Al mismo tiempo, querían crear la correcta suma gemátrica, el 153 asociado a la Vesica piscis y al «Pez». Mi investigación demuestra que la pequeña ciudad de Galilea, llamada hoy Magdala o Migdol, antiguamente se llamaba Tariquea (que en griego significa «pez salado»), como vemos en Las guerras judías de Flavio Josefo. Por lo tanto, pienso que este epíteto era un título conferido a María (hermana de Lázaro de Betania) porque la comunidad la reconocía como la esposa –la «Magdal-eder»– de Miqueas 4: 8– enviada al exilio: «Allí será liberada». Y creo que este es nuestro deber, ¡devolverle su lugar como Esposa! A.F: Los primeros textos cristianos describen a María de Magdala como dotada de una sensibilidad mayor que la de Pedro y los otros. Ignorando todo eso la Iglesia romana decidió desacreditarla. ¿Por qué? M.S: Mi opinión personal es que los amigos más estrechos e influyentes de Jesús, como José de Arimatea y Nicodemo, estaban muy preocupados por la seguridad de su mujer después de la resurrección. Los romanos creían haber crucificado a un sedicioso. Pero nadie esperaba que un ser humano pudiese encarnar el mito del dios que muere y resucita como lo hizo Jesús. En este escenario, la mujer de ese Jesús corría un gran peligro por motivos políticos, especialmente si estaba embarazada. Por eso, los amigos del «esposo» la habrían ocultado. Pienso que fue llevada a Alejandría, donde existía una fuerte comunidad hebrea, y que su hijo probablemente nació allí.
La iglesia siguió adelante sin ella. Después, en el año 85 más o menos, el evangelio de Lucas dice que la mujer que ungió a Jesús venía de Nain y era una pecadora, y que María Magdalena estaba «poseída por siete demonios». Pero los evangelios más antiguos (Marcos y Mateo) sostienen que Jesús fue ungido en Betania y no mencionan a ningún demonio. Por lo tanto, las acusaciones de Lucas se añadieron más tarde y constituyen el primer intento de desacreditarla. Después, aparecen personajes como Tertuliano e Ireneo (siglos II-III ), para quienes las mujeres estaban desviando a la grey. Ellos decidieron que a las mujeres no se les debía permitir enseñar, bautizar o servir en ningún puesto de relieve dentro de la iglesia. Entonces alguien escribió la carta a Timoteo, en la cual se dice: «No permito a ninguna mujer enseñar, ni dictar leyes al hombre (I Timoteo 2: 12)». Este texto fue atribuido a Pablo, aunque ya está bien establecido que Pablo no fue su autor. Gradualmente las voces de las mujeres fueron silenciadas dentro de la iglesia.
Sin embargo, en la liturgia católica romana, en el día dedicado a Magdalena (hasta 1969), su hermano Lázaro era mencionado en una de las oraciones, y en otra se mencionaba a la esposa del Cantar de los Cantares: «Ponme de sello sobre tu corazón, como sello en tu brazo» (Cantar de los cantares 8: 6). Uno de los pasajes de las escrituras que se leía en su honor era el Salmo 44, el epitalamio real, que es un canto nupcial.
A.F: ¿Cómo considera el hecho de que la iglesia de Rennes-le-Chteau haya sido consagrada precisamente a María de Magdala en el año 1059 y que al siguiente año se comenzara a construir la basílica en Vézelay, también dedicada a ella? M.S: Numerosas iglesias del medievo estaban dedicadas a ella. Además de las que usted menciona, había una basílica de Santa María Magdalena mucho más antigua, en Saint Maximin, donde se conservan algunas presuntas reliquias suyas, como en Vézelay. Magdalena era el modelo, tanto para el alma individual como para la iglesia militante en su deseo de unión con Cristo.
A:F: ¿Las catedrales europeas, dedicadas a Notre-Dame, pueden ser consideradas como erigidas en honor a María de Magdala? M.S: Una de las leyendas relacionadas con las catedrales góticas es que contienen los secretos de los canteros que las construyeron, incluidos los principios y los códigos de la geometría sagrada. La arquitectura gótica se caracteriza por arcos basados en la relación áurea de la Vesica Piscis (dos círculos interconectados), el símbolo asociado con lo sagrado femenino. Con el paso de los siglos, María Magdalena fue despojada de muchos de los ropajes de la Esposa y de su corona para asignarlas a la madre de Jesús, la Virgen bendita. Aunque en el Cantar de los cantares la esposa es negra, muchas estatuas de la Virgen negra se atribuyen a la Virgen María. Las catedrales góticas honraban lo Femenino, la «Domina» o «Señora». Mientras los ortodoxos insisten en que la compañera de Jesús era su madre, la «corriente subterránea» impulsa la tradición de María Magdalena, la Amada.
A.F: Según usted ¿qué símbolo se oculta tras el hecho de que María de Magdala fue sanada por Jesús y de ella salieron siete demonios? M.S: Lucas es el primer evangelista que menciona los siete demonios. En las líneas finales del Evangelio según Marcos (escrito alrededor del año 70) se mencionan los siete demonios, pero éste es un agregado posterior basado en Lucas. Algunas estudiosas, como Ann Brock de la universidad de Duke y Karen King de Harvard, advierten una intención de denigrar a la hermana de Lázaro. Lucas cambia de lugar la escena de la unción, situándola lejos de Betania y llama a la mujer con el vaso de alabastro «una pecadora de la ciudad». Algunas líneas después menciona a Magdalena y a sus siete demonios. Pero sólo Lucas se manifiesta hostil a Magdalena. Los otros tres evangelistas no comparten su opinión.
A.F: En algunas comunidades gnósticas ella jugaba un rol simbólico muy importante. ¿Puede por ello ser considerada también el arquetipo del sacerdocio femenino? M.S: En los textos gnósticos Magdalena representa la «Vía del corazón». Un gnóstico conoce a Dios por experiencia de amor directa más que por un credo o un catecismo. En el texto gnóstico conocido como Evangelio de María Magdalena, ella trata de confortar y de animar a los apóstoles varones, pero éstos no la aceptan. En este rol podría ser vista fácilmente como la personificación del sacerdocio femenino. Pero yo pienso que su importancia era incluso mayor. La veo desde el punto de vista de los evangelios canónicos, como Esposa y contraparte de Cristo en la Unión Sagrada. Para mí es más que una sacerdotisa, más que un apóstol. Los hebreos pueden reconocer en ella la personificación de la Shekinnah, la inmanencia de la gloria de Dios. Esta teología funde a la «Sofía» con el «Logos», a la «Sabiduría» con el «Verbo de Dios».
A.F: Si la Magdalena representa la Sofía, el Conocimiento, el matrimonio sagrado con Cristo no fue un hecho real, sino sólo una simbología que representa la reunificación entre el alma divina (lo femenino) y el espíritu de Luz de un individuo. En suma, una metáfora de la androginia. ¿Usted qué opina? M.S: Creo que la unión, para poder ser completa, debe expresarse a todos los niveles. Los místicos utilizan con frecuencia la palabra «matrimonio» para describir su unión con lo Divino. Pero si no hubiese matrimonios en la carne, no habría metáfora. En la Biblia hebrea, el matrimonio es una metáfora de la alianza de Dios con su pueblo: «Como es arriba, es abajo». No creo que Jesús haya venido solamente para liberar el alma y llevarla a la unión con Dios. Esta es una visión que no honra al mundo y al cuerpo mismo como recipiente sagrado. Los evangelios demuestran que a Jesús le preocupaba la salud de la gente tanto como su bienestar espiritual. El modelo de «pareja» no se refiere sólo al sexo, pero tiene un aspecto sexual. Comprende toda la danza o interacción de las energías opuestas, el equilibrio en la biología, en la psicología, en la física y en todos los aspectos del ser. No creo que Jesús sugiriese la androginia como santidad. El verso final del Evangelio de Tomás sostiene que Jesús habría transformado en «varón» a Magdalena, cosa que parece sugerir una androginia. Pero este texto es un añadido posterior, según los estudios más recientes. Poner el énfasis en el lado espiritual, negando la carne, es un desarrollo posterior de los cristianos docetistas como Marción, Mani y otros. Lamentablemente, sus enseñanzas siguieron teniendo una gran influencia, en San Agustín entre otros.
A.F:¿En qué está centrando sus estudios ahora? ¿Tiene alguna novedad para nuestros lectores referida a sus investigaciones? M.S: Estoy a punto de completar un trabajo que profundiza en algunos aspectos de mi investigación sobre Magdalena. Es hora de restituir la Esposa a su sitio fundamental en el corazón de la historia cristiana.
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¿PORQUE EL 15 DE AGOSTO, DIA DE LA ASUNCION DE LA VIRGEN, TIENE FUERTE RELACION CON EL NUMERO PI Y EL NUMERO DE ORO PHI E INCLUSO CON EL 33?
ESE DIA ESTABA EN FUNCION A LA APARICION DE LA ESTRELLA SPICA O ESPIGA DE VIRGO. OTRO DETALLE ES QUE ESE DIA ESTA EN LA SEMANA NUMERO 33 GREGORIANA Y EN UNA UBICACION AUREA SI DIVIDIMOS LOS DIAS DEL AÑO SOBRE 227. APARTE DESDE EL 14 DE MARZO, OSEA 3/14 QUE ES EL PI HASTA EL 15 DE AGOSTO, INSISTO, TENEMOS 153 QUE ES LA GEMATRIA DE MARIA LA MAGDALENA E INCLUSO ESTE NUMERO TAMBIEN ESTA EN JUAN 21:11.
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El 15 de agosto es el bicentésimo vigésimo séptimo (227º) día del año del Calendario Gregoriano y el 228º en los años bisiestos. Quedan 138 días para finalizar el año.
La Iglesia Católica Apostólica Romana celebra en este día la Festividad de la Asunción de Nuestra Señora, que es tradicionalmente fiesta de ámbito nacional en toda España, además de en otros países.
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