El 5 de abril de 1722, el marino holandés Jacob Roggeveen, en busca de la mítica Tierra de Davis, llegó con sus navíos a una pequeña isla en mitad del océano Pacífico. Los europeos la bautizaron como isla de Pascua en honor al día de su llegada, la Pascua de Resurrección.3
Aunque ya se venía anunciando hace un tiempo, este lunes se transformó en un hecho que el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (o E-ELT por sus siglas en inglés), el que tendrá un espejo primario que medirá casi 40 metros de diámetro, será construido en la cima del Cerro Armazones en el norte de Chile. Así lo confirmaron los Estados miembros del Observatorio Europeo Austral (ESO), quienes dieron su apoyo al proyecto.
El telescopio debería estar listo el 2022 y será uno de los principales centros astronómicos del siglo XXI, complementando también otros enormes observatorios que permitirán ver el cielo con distintas ondas de luz. En particular, el E-ELT podrá detectar objetos en el infrarrojo visible y cercano y su espejo principal medirá 39,3 metros, que es más de cuatro veces el ancho de los mejores telescopios ópticos actuales (aunque las antenas de los radiotelescopios son todavía más grandes). La combinación de nitidez con una amplia área de recolección es lo que convertirá a este gigante en un instrumento muy poderoso, según afirmó Isabel Hook, científica de la Universidad de Oxford. Se espera que la sensibilidad y resolución de este telescopio, permitan capturar imágenes de los planetas rocosos que se encuentran fuera de nuestro sistema solar. Al mismo tiempo, el observatorio también debiera ser capaz de entregar respuestas sobre la naturaleza de los agujeros negros, la formación de galaxias, la materia oscura y la energía oscura, que parece estar moviendo al universo a un ritmo acelerado.
El E-ELT estará ubicado en el Cerro Armazones, que se encuentra a sólo 20 kilómetros de Cerro Paranal, en el norte de Chile, donde ESO opera en la actualidad el Very Large Telescope (VLT), que es un conjunto de telescopios ópticos interconectados que tienen cuatro unidades con espejos primarios de 8,2 metros. Y al igual que Paranal, el Armazones tiene condiciones de observación que son casi perfectas, con por lo menos 320 noches despejadas al año. Y la tan famosa aridez del desierto de Atacama hace que la cantidad de vapor de agua en el cielo sea muy limitada, lo que reduce todavía más la agitación de la luz de las estrellas en su paso por la atmósfera de la Tierra.
Sin duda, ¡la confirmación de la construcción del E-ELT en nuestro país es algo que nos llena orgullo!