Que sea la constelación de Virgo el referente astrológico constructivo de San Miguel de Olcoz y
Santa María de Eunate tiene igualmente unos componentes simbólicos derivados del Apocalipsis de Juan. Ello se debe a que María fue asimilada a la "mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y sobre la cabeza una corona de doce estrellas" (Ap 12,1) que está a punto de dar a luz a un niño. La Gran Serpiente (dragón) quiere aniquilar a ambos pero el arcángel san Miguel y su ejército celestial le derrota. Esta escena visionaria fue representada de múltiples formas a lo largo del Medievo y posteriormente.
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Visualización astrológica de los paneles de Torre Olcoz (Jesús Zulet) |
"Hubo un gran combate en los cielos. Miguel y sus ángeles lucharon contra el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya lugar en el Cielo para ellos. Y fue arrojado el Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él." (Ap. 12,7-9)
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Escena apocalíptica, frescos de la iglesia de San Pietro al Monte (Civitate-Italia). Siglo XII. |
En esta ascripción alegórica de la "mujer vestida de sol" con la Virgen María podemos encontrar, en la red de las "imágenes arquetípicas", a la Virgen que cantara Virgilio en su
IV Égloga y que iba a dar a luz a un Mesías que traería consigo una nueva Edad de Oro. La Virgen virgiliana era
Astrea, la
diosa de la Equidad-Justicia-Orden que ascendió a los cielos desilusionada de la humanidad durante la Edad del Bronce, y que durante la Edad de Oro enseñaba en las ciudades y en la Edad de Plata a los aldeanos de las montañas. Mas la
Astrea virgiliana fue equiparada con la Virgen María y su Puer Avatar con Jesús. Asimismo, en el Apocalipsis, la derrota de la Serpiente Antigua es el preludio de los acontecimientos que concluirán con el descenso de la Jerusalén Celeste (y de la Edad de Oro del Paraíso Celestial, por tanto).
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Pasajes escatológicos con el arcángel Miguel, en la iglesia navarra de San Miguel en Estella (Camino de Santiago como Eunate y Olcoz, y no muy lejos de ellas). |
Estas concatenaciones simbólicas se difundieron durante la Edad Media así que no es extraño que fuesen conocidas por los promotores-patrones de las iglesias de Olcoz y Eunate, y es fácil así comprender el trasfondo apocalíptico de la advocación de ambos templos a Miguel Arcángel y a María, como los ha sabido igualmente mostrar Jesús Zulet (véase panel siguiente suyo)
Asimismo existe un trasfondo escatológico puesto que San Miguel es el psicopompo en el Más Allá y quien pesa las obras buenas y malas en la balanza (tema ya presente en Egipto), y María es la Gran Mediadora en el Más Allá (además su antecesora astrológica,
Astrea, era la diosa de la Justicia).
Y abundando en lo escatológico, se sabe documentalmente que Santa María de Eunate era ya en 1219
sede de una cofradía de ánimas de los pueblos de Valdizarbe y entorno inmediato, como lo descubriera José María Jimeno Jurío. Además, como he dejado claro en otro lugar, buena parte de la iconología de Eunate puede adscribirse a los
escenarios del inframundo escatológico, a la par que su vinculación arquitectónica a la
Ascensión de Jerusalén y el capitel de la Ascensión de Cristo son igualmente escatológicos y de gran importancia para la esperanza en al resureccción y bienaventuranza en la Jerusalén Celeste.
Si Virgo representa astrológicamente a la Virgen María en la cristianización del Zodíaco, San Miguel puede verse representado a su vez por Perseo, el vencedor de la Gorgona Medusa (a la cual se la representaba con la boca abierta y generalmente con la lengua fuera), que Jesús Zulet identifica con el personaje con capa que pisa la cabeza grotesca. Pero es que -añado yo por mi parte-, San Miguel igualmente puede quedar alegorizado mediante las balanzas, emblema del signo zodiacal Libra (Astrea -no lo olvidemos- quedó desglosada realmente como Virgo y Libra en el zodíaco).
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Detalle del panel realizado por Jesús Zulet de los cilos de Perseo y Virgo en Olcoz y Eunate |