El 29 de noviembre de 1483 un sacerdote y abogado nacido en Estrasburgo accedía al cargo de Maestro de Ceremonias del papado en Roma, tras haber comprado el puesto por unos 450 ducados. Se llamaba Johann Burchard y hasta su muerte en 1506 serviría en ese cargo a cinco pontífices.
Unos pocos años antes, en 1503, Burchard se hizo construir un palacio, que todavía sigue en pie en la actual Vía del Sudario (en el número 44) con el nombre de Casa del Burcardo, con una torre anexa.
La torre, junto con el lugar de nacimiento de Burchard, acabaron por dan nombre al lugar donde se alzaban: Torre Argentina. Argentina porque el nombre latino de Estrasburgo era Argentoratum. Lo que vendría a significar algo así como la torre del estrasburgués.
Localización de Largo di Torre Argentina en Google Maps
En 1927 las autoridades romanas decidieron demoler buena parte de las construcciones de Torre Argentina (entre ellas la torre de Burchard) para crear una gran plaza, la actual Largo di Torre Argentina, situada en el antiguo Campo de Marte en el camino entre el Panteón y el Foro.
Durante las obras aparecieron la cabeza y los brazos de una estatua de proporciones colosales, lo que llevó a realizar excavaciones arqueológicas que, como suele ser habitual en la capital italiana, encontraron más de lo que se esperaba hallar: toda una área sacra con restos de cuatro templos de época romana republicana, además del Teatro de Pompeyo.
El teatro fue el primero permanente construido en Roma (y el primer edificio totalmente de mármol), en el año 55 a.C., gracias a una argucia de Pompeyo.
Como estaba prohibido levantar teatros permanentes en la ciudad hizo construir en lo alto de la cávea un templo dedicado a Venus Victrix, argumentando que la propia cávea no era más que una escalinata para acceder al templo.
Tenía 150 metros de diámetro y capacidad para más de 17.000 espectadores. Tras la escena había un enorme pórtico de 180 por 135 metros que rodeaba un jardín, y en el extremo de este pórtico opuesto al teatro se ubicaba la Curia de Pompeyo.
Una curia era una reunión para discutir asuntos públicos, y en época republicana servía también para designar el edificio donde se reunía el Senado, generalmente la Curia Hostilia situada en el Foro.
Pero había otras, como la mencionada de Pompeyo, precisamente el lugar donde en marzo del año 44 a.C. se estaba reuniendo el Senado.
Allí se dirigió Julio César el día 15 de ese mes para encontrar la muerte a manos de un grupo de senadores, como cuentan Plutarco y Suetonio.
Al entrar César se levantó el Senado; pero luego que se sentó, aquellos le rodearon en tropel, enviando delante a Tulio Cimbro, con pretexto de pedirle por un hermano desterrado; todos intercedían con él, tomando a César las manos y besándole en el pecho y la cabeza. Al principio desechó sus súplicas; pero viendo que no desistían, se levantó con enfado, y entonces Tulio retiró con entrambas manos la toga de los hombros, y Casca fue el primero, porque se hallaba a la espalda, que, desenvainando el puñal, le dio una herida poco profunda en el hombro. Echóle mano César a la empuñadura y, dando un grito, le dijo en lengua latina: “Malvado Casca, ¿qué haces?” Y éste, llamando a su hermano, le pedía en griego que le socorriese. Herido ya de muchos, miró en rededor, queriendo apartarlos; pero cuando vio que Bruto alzaba el puñal contra él, soltó la mano de que tenía asido a Casca, y cubriéndose la cabeza con la toga, entregó el cuerpo a los golpes. Hiriéronle sin compasión, empleándose contra su persona muchos puñales, con los que se lastimaron unos a otros, tanto que Bruto recibió una herida en una mano, queriendo concurrir a aquella muerte, y todos se mancharon de sangre (Plutarco, Vidas Paralelas: Bruto)
Esta curia, según afirman Suetonio y otros autores, fue tapiada posteriormente como lugar nefasto. Posiblemente a lo que se refieren es a la estructura de hormigón de tres metros de ancho por dos de alto con que Augusto mandó cubrir el lugar para señalarlo. Con el tiempo, el entorno sería convertido en letrinas públicas.
Se decidió tapiar la curia en la que había sido asesinado, designar con el nombre de “Parricidio” los idus de marzo y no celebrar jamás una reunión del Senado en esta fecha (Suetonio, Vidas de los doce césares: El divino Julio)
En la actual plaza Largo di Torre Argentina se pueden ver hoy los restos del lado este del pórtico, así como tres de los cuatro templos.
Restos del teatro de Pompeyo están en el subsuelo de la Vía di Grotta Pinta, mientras que las bóvedas originales del teatro forman los sótanos de los restaurantes de esta calle y parte de las paredes del hotel Albergo Sole al Biscione.
El punto exacto donde cayó César, justo en el centro del fondo de la curia, a los pies de la estatua de Pompeyo, puede contemplarse hoy frente a los restos de los templos, prácticamente embebido bajo el pavimento de la calle.
The Spot Where Julius Caesar Was Killed Opens to Tourists in Rome — What to Know
Travelers to Rome have a new way to step into history thanks to a brand-new elevated walkway that will bring visitors over the spot where Julius Caesar was killed.
The Largo Argentina square where the infamous assassination took place in 44 B.C. opened to the public this week, according to Rome’s mayor. The new access is thanks to a series of walkways (and nighttime illumination) funded by the luxury jeweler Bulgari, The Associated Press reported.
“Happy to be able to give back to the Romans and tourists the Sacred Area of Largo Argentina in all its beauty,” Mayor Roberto Gualtieri wrote in a Facebook post, calling the site “a real precious jewel made of history, art and culture, nestled in the heart of our city.”
Gualtieri added visitors will be able to “literally immerse themselves in History” by visiting the wall of the Curia of Pompeo where Caesar was killed along with the ruins of four temples.
The walkways are accessible and both wheelchair and stroller friendly. To reach the ruins, travelers can either descend on a staircase or use an elevator platform, the AP noted. General admission will cost 5 euros (about $5.50), and the ruins will be open every day except Mondays and some holidays.
Previously, the ancient spot was only visible from the street level. That is on a higher ground than the temples, which were first unearthed in the 1920s as part of dictator Benito Mussolini’s plan to change the landscape of the city, according to the wire service.
“We go forward in this way to enhance and make more and more fruitful and attractive the great city cultural heritage that never ceases to amaze with its treasures and wonders,” Gualtieri said in his post.
Looking east through nave on 23 June 1976, two days after the summer solstice Mary Magdalene's relics in the crypt
In 1976, Hugues Delautre, one of the Franciscan fathers charged with stewardship of the Vézelay sanctuary, discovered that beyond the customary east-west orientation of the structure, the architecture of La Madeleine incorporates the relative positions of the Earth and the Sun into its design. Every June, just before the feast day of Saint John the Baptist, the astronomical dimensions of the church are revealed as the sun reaches its highest point of the year, at local noon on the summer solstice, when the sunlight coming through the southern clerestory windows casts a series of illuminated spots precisely along the longitudinal center of the nave floor.[13][14][15][16][17]
Although centuries have passed since this trade route was established, the area wasn’t settled until Carlos Wiederhold Piwonka, a German descendant born in Chile, crossed the Andes and set up a shop he named La Alemana (The German).
Immigrants — mostly from Austria, Germany, and Slovenia — began to settle in the area and thus was born ‘San Carlos’ in 1895, today the city of San Carlos de Bariloche.
The Andeans crossing traverses ancient trade route with a variety of waterways, including Llanquihue, Todos los Santos, Frías and Nahuel Huapi.
The Germanic influence in Bariloche is reflected in the cathedral, Our Lady of Nahuel Huapi.
Throughout the region, visitors see the Alpine-style architecture typical of Patagonia dotting the landscape.
After the first world war, the journey was developed into a commercial tourism route by Ricardo Roth Schütz, an Argentine born to Swiss parents.
Today, people from all over the world visit this area, captivated by its virgin nature that has remained largely unspoiled over the centuries.
The knight Templar raised his sword to the sky. There are Gregorian chants playing in the background and incense burning. He says: “Non nobis Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam”. The other 4 Templars repeat the phrase while they thump their chest with their right hand. He lowers the sword making an arc in front of a sculpture of the Virgin Mary of Fatima. He then pointed to the flags of Palestine and Israel and prays for peace. After the ceremony and prayers he shares another message before I am sent to bed: “You have just come from the Iron Cross, an energetic center of the Camino, which has been there since before the time of Christ. We are sons of light. Let the interior Camino transform you as it has the power to do so. May the forces of light, which we call angels, be with you in the remaining days.”
The stages covered in this blog post are in the province of Castilla y Leon. They include: Santa Catalina de Somoza – Manjarin – Ponferrada – Villafranca del Bierzo.
The Soul of a Hospitalero
One of the Camino phenomenons is that of the hospitalero. A hospitalero is the person that receives pilgrims in the albergues, the person that offers them rest and shelter. A hospitalero is a volunteer, it is a labor of love. Some do it for a week, some stay for months, some treat it as a vocation and are full-time hospitaleros. Not all albergues in the Camino have this aspect due to commercialization, but many do. I asked a hospitalero who has done this for years and she tells me that the fuel of a hospitalero is to travel without moving, to meet those true pilgrims that are genuinely grateful and kind. Another older hospitalero told me that she wishes to be a grandmother to the pilgrims she receives in the albergue. It’s sad knowing this how some pilgrims think they are arriving at 5 star hotels and complain when their comfort expectations are not met. Nowadays most people who wish to volunteer as a hospitalero sign up with an association. For example organizations like “Friends of the Camino of La Rioja region” or “Dutch Friends of the Camino” and are given a schedule in January of the weeks they would volunteer for.
The hospitalero attitude brings to mind 2 Corinthians 9:12-13: For this service you perform not only meets the needs of fellow believers, but also produces in many an outpouring of gratitude to God. And because of the proof which this service of yours brings, many will give glory to God for your loyalty to the gospel of Christ, which you profess, and for your generosity in sharing with all.
From the Pyrenees to The Iron Cross
From the farmland and hills on the Pyrenees, to the monster mountain crossing of Roncesvalles, to the pouring rain and mud paths in Navarra, to the vineyards and flower fields of La Rioja, to the flatlands of Castilla y Leon. The Way has an ever-changing scenery. It has been weeks since I’ve had a climb. Now the mountain of the Iron Cross awaits.
Wolves and Boars
“The wolf is a violent animal”. Bienvenido, a pastor, tells me in the morning.
Bienvenido
Yesterday evening I was walking alone and saw two large black beasts a few meters from me. It turned into a horrifying 30 minutes as I made my way to the next town. If one of them attacked me, there were no people around and no nearby streets for cars to pass by and see me.
As I further listen to Bienvenido, I rub my hands to keep them from freezing: “A few years ago I fell asleep by a tree and when I woke up it had already slaughtered 14 of my sheep. The wolf kills for sport. It would’ve killed all 100 before taking what it needed for food”. I describe what I saw and he tells me that it was a couple of wild boars. He notices I’m struggling to keep my hands warm and gives me some wool gloves as a gift. He knows where I’m going and he knows that in the mountain it’s going to get worse.
Hooded Monks
It is the climb to the “Cruz de Ferro” or the Iron Cross. It sits on top of a Celtic mount dating from the time before Christ. Some say it shows that the Camino has pagan origins long before it became the well-known christian pilgrimage of today.
My walk takes me up to the town or Rabanal. There I arrive just before the noon mass in a romanic church. It is presided by an order of monks wearing pointed hoods. The mass has substantial portions in latin which are chanted by them. On this day the church celebrates Pentecost, which is the event where the holy spirit came unto the followers of Jesus. A portion of the readings would provide me with courage for what lay ahead:
“For you did not receive a spirit of slavery to fall back into fear, but you received a Spirit of adoption, through whom we cry, “Abba, Father!”
Cruz de Ferro
After the mass I start the most difficult part of the climb. Within a few hours I reach Foncebadon, which is a town surrounded by ruins. It has only a handful of houses and offers albergues to pilgrims who wish to rest and go all the way to the top the next day. I stop to talk with some pilgrim friends staying there but I feel drawn to go further. After reaching the top I find the tall Iron Cross. There is a pilgrim tradition where you take a small stone from your home and carry it all the way here to leave it by the Iron Cross. Doing this can symbolize something you are giving up or want to let go of. Some people say a prayer for themselves or others.
A Snow Storm Takes Me To The Ruins
I start walking beyond the Cruz de Ferro and within a few minutes it starts to snow. I was still over an hour from the next town with albergues when I pass through the mountain village of Manjarin, which is surrounded in ruins. One of them was partly rebuilt and drew my attention. I stop by and I’m greeted by a man, some tea and cookies. He is a Templar. He offers me refuge and I accept. The place is austere, lacks running water and is not connected to the electric grid. You can imagine what type of basic services I lacked that evening.
Soldiers of God
The Templars are known for their code of honor, their knights, and their ties to the crusades. They were officially endorsed by the Catholic Church in 1129. Their role is the protection of Christian pilgrims, particularly those on the way to Jerusalem. They are also known as the “Poor fellow soldiers of Christ”. They had close to 20,000 members at its peak. They were an order that attempted to reconcile two activities that are seemingly incompatible: the religious life with the military life. Some of their later chapels went on to have features of all 3 major monotheistic religions: Judaism, Christianity and Islam. They grew so powerful and resourceful that they could arguably qualify as the world’s first multinational corporation. This along with rumors about their “secret society activities” led to distrust among the kingdoms and the church. After a few hundred years they were suppressed and condemned as heretics.
With Miche in the morning
I go down before dinner to the round table. They all stare at me as Miche asks me one question: “Where are you headed?” To which I could’ve replied “To Santiago”, but instead I answered “To where the Camino calls me to go”. I’ve answered rightly he confirms. He then pours some wine and shares some of their history and the Templar code with me. They are unorthodox christians. They regard Mary, the mother of Jesus, as the human form of the Creative Essence. According to them it has always existed and gave birth to the universe. They also believe in reincarnation and are mystical in their religious views. They recognize “Equality Among All” as the truth that Jesus came to reveal and they fight to protect that truth. Miche, the one who asked me the question, has a walking pilgrimage record that will trump anyone’s. He has walked from Spain to Jerusalem and the Inca Trail from the southern tip of Argentina to Mexico. In many ways they were also like a typical family, having disagreements, discussions and poking fun at each other. The meal with chicken soup, salad, baked potatoes and chicken wings was delicious.
Making My Way Down The Mountain
The next morning one of the first pilgrims I met was Holger from Germany. He has witnessed several of my late evening walks and arrivals with shock. The previous morning I met him at a café where I shared one of my sayings on the Camino: “God protects his pilgrims”. He asked me more about it and I shared the Camino changing experience I had in Tosantos and my newfound trust in God’s providence. Holger would always walk fast and with a definite goal. Today, coming down from the mountain he was a changed man. He was walking almost as if dancing, with his head rocking from left to right. He didn’t even notice he passed me by until I called for his attention. I asked what was new and he said he was in a trance. He’s also had a Camino changing experience and now walks with no particular destination, or a distance goal. He is living the Camino. He is happy and I rejoice in witnessing that.
Vineyards are now growing leafs
At the end of the day in the Ponferrada albergue I would be introduced to Sofia from Portugal. Our first conversation was short and uninteresting. We would be coinciding multiple times in the next few days. She would later become a major part of this journey and challenge my capacity even beyond Santiago.
The Wounded Warrior
The Templar castle in Ponferrada
The next of the Six Stages of Manhood is the Wounded Warrior. Going up the mountain I felt like a conquering warrior, on a mission motivated by love and standing for truth. The days after descending from the mountain felt like a falling out. Every day seemed like a mistake. The extraordinary faded, the magic of the Camino ceased. It grew mundane and dull. I tried to follow a path, but it felt forced and bore no fruit. I felt like I was trying to clean up a mess and feared I would not recover the same spirit for the rest of the Camino. Maybe I was not living a true adventure after all. Maybe I just got lucky to stumble into these extraordinary experiences. Maybe it’s time to face the truth and live the ordinary.
I reach the “Ave Fenix” albergue emotionally exhausted. I grow resentful as I feel more and more isolated from the spirit of the Camino. I see people experiencing wonder and joy with each other and the hospitaleros, but those doors seem closed to me. My heart is heavy and I decide to leave the albergue after 10pm because I cannot bear it anymore. I realize only one week remains and it dawns upon me with great sadness. I feel lost and choose to wander in the cold night in a place I don’t know.
I went out with the intention of being in the vicinity for 10 minutes but I kept walking further. It is almost 11pm and the albergue is about to close. I run in the dark and arrive 5 minutes before but it is already closed and I’m shivering from the cold. It is a large and thick wooden door from centuries ago with no doorbell of course. Out of desperation I start screaming like a madman until the hospitalero comes down and opens. I start a heated argument with him for self-righteous reasons. Here I am thinking of how the Camino is transforming my life for the better and look how pride quickly makes me stumble. After I’m done I notice other pilgrims in shock staring at me and the spectacle I made. I feel shame that quickly leads to anger. I sit down alone with the excuse that I’m waiting for my phone to charge. My morale is at its lowest in the Camino, it is the bottom of the abyss. Afterwards, everybody goes up to sleep and I start to cry. I stayed there until exhaustion took me out.
The Phoenix
I was staying in an Albergue called the “Ave Fenix” and at the time I didn’t realize what it meant. The “Phoenix Bird” is a mythological creature that dies by consuming itself with fire. It then obtains new life by being reborn out of its ashes. The anguish and resentment I felt was like a fire consuming me from the inside. I was dying to myself and the Camino. I was immersed in darkness and couldn’t see beyond myself. They say Hope is a Light, but I had no hope and I dreaded the days ahead.
The next day I would climb O Cebreiro. It is the toughest part of the Camino after going over the Pyrenees and makes the climb to the Iron Cross feel like a teaser. It is almost mythical, since it is where the modern Camino was reborn. It will also be the place where my Camino will be born again to a life beyond my initial expectations. I will be choosing to give up some of the adventures I planned to have after the Camino, and instead take on the path of a servant.
Tomas el Templario
Meeting Kay again
Entrance to the village of El Rabanal
The lower portion of the trunk of the Cruz de Ferro
The Order of Isabella the Catholic (Spanish: Orden de Isabel la Católica) is a Spanish civil order in which membership is given to honor services that benefited the country.
La fecha de fundación de San Lorenzo se desconoce, pero el Consejo Municipal decidió en 1984 fijarla el 6 de mayo de 1796, fecha en que los frailesfranciscanos llegaron y comenzaron la evangelización de la zona.
El Complejo Portuario San Lorenzo - Puerto San Martín, es un grupo de Terminales de Embarques y de muelles privados, para cereales/subproductos, aceites, combustibles, hidrocarburos, minerales, químicos y petroquímicos.
El Complejo es el polo exportador más importante del país: sale el 39,2 % del total exportado por Argentina en granos + aceites + subproductos oleaginosos en 1997. A sus terminales llega la producción cerealera de un vasto hinterland del centro, litoral y noroeste del país. A la actividad cerealera del complejo hay que agregarle la actividad en rubros hidrocarburos y derivados, gas, químicos, petroquímicos y minerales.
Todas sus terminales tienen instalaciones y cintas de transferencias apropiadas para la operación con chatas y barcazas; también las condiciones naturales del río Paraná en la zona aporta lugares propicios para operar en top off y en alijes, y que el complejo portuario San Lorenzo - San Martín, es por el momento el último sector del río acondicionado y mantenido para la navegación de buques de gran porte, 32’ (9,75 m) de calado.
Se encuentra dentro del "Complejo Portuario San Lorenzo - Puerto Gral. San Martín", que abarca la totalidad de las terminales de embarques y muelles existentes entre los km 435 y 459 del Río Paraná, que integran a su vez la principal zona portuaria del país, conocida como el Up-River.
Las instalaciones portuarias están a cargo de la Municipalidad homónima.
Hay una Delegación de la AFIP. DGA (Administración Federal de Ingresos Públicos. Dirección general de Aduana)
Están presentes las Cooperativas de Trabajadores Portuarios de San Lorenzo y Pto. Gral. San Martín. Estas Cooperativas se basan en el régimen de la Ley de Cooperativas N.º 20337 y su operatoria estibajes portuarios, a través del SUPA (Sindicato Único Portuarios Argentinos).
En 1720 la Compañía de Jesús fundó una estancia, denominada de San Miguel del Carcarañal, cuyo casco se levantaba a la margen derecha del río Carcarañá en jurisdicción de la actual localidad de Aldao y enfrente a Andino. Era un establecimiento ganadero dependiente del colegio La Inmaculada de Santa Fe, destinado a producir bienes para el sostenimiento del colegio del que dependía.
Campo de la Gloria.
Uno de los puestos de la estancia se denominaba de San Lorenzo y estaba emplazado en las cercanías de la desembocadura del arroyo San Lorenzo. Unos pocos ranchos constituían la población integrada por la familia del puestero y la de otros peones y reseros.
El 30 de octubre de 1768, en cumplimiento de la real orden de extrañamiento dictada por el rey Carlos III, la orden jesuítica es expulsada de España y de sus colonias de América. Debido a este hecho se interrumpe la tarea evangelizadora.
La estancia San Miguel pasa a jurisdicción de la Junta de temporalidades de Santa Fe, y en 1774 las tierras son subastadas públicamente.1 El regidor de Santa Fe, Francisco de Aldao, fue uno de los adquirentes, repartiendo las tierras entre sus hijos. Félix Aldao, hijo del regidor, recibe una legua cuadrada, donde se levanta la ciudad de San Lorenzo.
El 1° de enero de 1780 la Capilla San Miguel pasó a manos de un pequeño grupo de franciscanos que venían con el propósito de convertir el lugar en centro de operaciones para su apostolado.
Debido a que la estancia estaba muy deteriorada, en 1790 los franciscanos comienzan a buscar un lugar más apto para vivir y mejor comunicado. Félix Aldao dona una extensión de terreno a los frailes. A partir de ese momento, con la autorización del Virrey Don Nicolás Antonio de Arredondo, comienza la construcción.
El 25 de mayo de 1965 se reemplaza el anterior busto al Gral. San Martín por un monumento con estatua, de cuerpo entero, de bronce patinado florentino, de 2,6 m, con pedestal de mampostería blanco de 2,5 m, en la plaza San Martín. El autor fue el escultor rosarino Erminio Blotta (1892-1976), con la coautoría del escultor rosarino Pedro Cresta (1912-1970); por el Decreto 978/1965, intendencia de Héctor C. Curioni; y Ordenanza 226/1965. Se pagó 900 000 pesos.
Ramales de los ferrocarriles Mitre como Belgrano, atraviesan perpendicularmente el ejido urbano de San Lorenzo. El F1 (Belgrano) como el ramal de Rosario a Tucumán (originalmente del FCBAR extensión a Tucumán) junto con ramales secundarios industriales, sirven para trenes de carga de NCA y TAC que llegan a los puertos de la localidad.
Por Av San Martín desde Fray Luis Beltrán hacia Puerto San Martín, Timbúes, Barrancas, Santa Fe, Reconquista, Resistencia, Formosa y hasta el puente internacional San Ignacio de Loyola, en la frontera con Paraguay.
Las rutas de acceso a la ciudad se enlazan entre sí con la autopista nacional A012, la cual bordea la ciudad recorriendo su periferia sur. La Ruta Nacional 11 recorre verticalmente la localidad y otras rutas provinciales también la conectan con el resto de las localidades vecinas.
Avenida San Martín (Ruta Nacional 11) en su recorrido céntrico por la localidad de San Lorenzo. La doble traza fue realizada a mediados de la década del 2000.
Comenzado en 1792 para reemplazar el heredado de los jesuitas, que estaba ubicado cerca del Río Carcarañá, en el actual distrito Aldao. El convento se albergaba desde 1796 a los religiosos en un edificio de estilo colonial; y se hallaba aún inconcluso en 1813, cuando el 3 de febrero fue empleado por las tropas del entonces Coronel de Caballería José de San Martín para albergarse antes del combate de San Lorenzo, el primer enfrentamiento en la Guerra de Independencia Argentina y único combate librado por San Martín en lo que hoy es suelo argentino.
La iglesia, comenzada en 1807, es obra del arquitecto Juan Bautista Segismundo, también autor de la Recova de Buenos Aires. Además de esta, el conjunto incluye los edificios del convento, el seminario y dos colegios. En el refectorio principal se instaló el hospital de campaña tras el combate, y allí falleció el sargento Juan Bautista Cabral; los muertos fueron sepultados en el huerto.
Hoy funciona en las instalaciones el Museo Histórico del Convento San Carlos, con exhibiciones de arte religioso, un cementerio en el que una urna contiene las cenizas de los caídos en la batalla de San Lorenzo, y varias salas conservadas como monumentos históricos: una celda que alojó al coronel San Martín, el refectorio, y exhibiciones sobre la construcción del convento y la obra de los frailes.
El convento de San Lorenzo tiene además otros antecedentes que ilustran sobre su merecimiento histórico:
En una de sus habitaciones se instaló la primera escuela pública que se abrió en el país después de la Revolución de Mayo; el Colegio San Carlos
En él se firmó el 12 de abril de 1819 el armisticio de San Lorenzo, entre los representantes de Manuel Belgrano y los del General Estanislao López.
Frente al convento fue vencida en 1840 la escuadra francesa que pretendió remontar el Paraná
El 16 de enero de 1846 el general Lucio Norberto Mansilla enfrentó en el mismo sitio a un gran convoy compuesto de unidades del gobierno de Montevideo, escoltadas por buques de guerra ingleses y franceses.
Por ley n.º 12.648 del 2 de octubre de 1940 fueron declarados Monumento Nacional el convento y el campo contiguo, al que se lo denomina "Campo de la Gloria", en honor y referencia a la batalla de San Lorenzo, aunque no fue ese el lugar exacto de la misma.
El convento San Carlos ya no existe como tal en la Orden de Frailes Menores, puesto que fue suprimido y sus religiosos fueron reubicados. La Parroquia San Lorenzo Mártir que se ubica junto al histórico convento fue entregada a la Arquidiócesis de Rosario en el año 2020, por lo que actualmente es atendida por un sacerdote diocesano.
San Lorenzo es una ciudad paraguaya ubicada en el Departamento Central. Es conocida como la «Ciudad Universitaria», porque dentro de los límites del municipio se halla la sede central y el campus de la Universidad Nacional de Asunción, razón por la que el tránsito vial es muy constante debido a la concurrencia de estudiantes de otras ciudades.
San Lorenzo tuvo su origen con el establecimiento de una estancia dedicada a la explotación de plantaciones, que abarcaba el amplio espacio denominado «Ñu Guazú» o Campo Grande, instalaciones erigidas en el siglo xvii por los jesuitas. En ese lugar se establecieron las viviendas de los trabajadores conformando un asentamiento disperso, que era conocido como «Villa».
Según Dionisio González Torres, en su libro Origen e historia de los pueblos del Paraguay, en épocas coloniales los jesuitas tenían una chacra en ese lugar. El sitio estaba conformado por los
«cerros Barcequillo, Potrero y Capiíbary, la Chacrilla de Campo Grande con animales y una capilla en Tapyhipery, hoy Capilla-kué (según consta en el inventario de bienes de la Orden)»
En el mismo lugar donde actualmente está erigido el oratorio de «Nuestra Señora de la Asunción» estaba ubicada la capilla o iglesia construida por los jesuitas. Con el tiempo, este edificio fue deteriorándose hasta derrumbarse, el lugar quedó con el denominativo de «Capilla cue» (expresión en guaraní que indica lugar donde hubo una capilla).
Luego de la expulsión de los jesuitas del país, ocurrido en marzo de 1767, el gobernador Capitán Agustín Fernando de Pinedo incautó esas tierras, creando allí un pueblo y fija como fecha de fundación del mismo el 10 de agosto de 1775.3 Por Orden Real del gobierno de la Provincia del Paraguay, se instaló en 1779 una fábrica de tabaco negro con la dirección de técnicos portugueses y operarios indios traídos de Yaguarón. La fábrica tuvo corta vida.
El asentamiento tuvo dos patronos: el 10 de agosto se celebra el día de San Lorenzo y el 15, el día de la Virgen de la Asunción. En atención a la medida administrativa asumida por el Capitán Agustín Fernando de Pinedo, el 10 de agosto de 1775, se fija como feriado distrital y del Santo Patrono, donde se celebran los festejos conmemorativos del aniversario de la ciudad.
La ciudad de San Lorenzo se encuentra en el Departamento Central, a 9 kilómetros de la capital de la República. Forma parte del conglomerado urbano llamado Área Metropolitana de Asunción o Gran Asunción. Limita con los siguientes municipios: al norte con Luque, al sur con Ñemby, al este con Capiatá y al oeste con Fernando de la Mora.
San Lorenzo tiene según la clasificación climatica de Köppen un clima subtropical húmedo (Cfa) con verano caluroso y casi bochornoso, otoño y primavera cálidos e invierno relativamente templado. La temperatura media anual es de 25-30 °C. El mes más frío es julio y el más caluroso es enero. Las lluvias son comunes en gran parte del año; solo junio y julio son semisecos mientras los demás meses son lluviosos.