Ensayo en el discernimiento del Evangelio de Mateo.
Cap. 2: del v1 al v12
Antes que el pueblo judío en su totalidad reconozca la Luz de Jesús, pueblos diferentes a él verán y reconocerán su estrella y pondrán a sus pies riquezas, tradiciones religiosas y conocimientos humanos lo que inquietará grandemente a las fuerzas negativas que dominan al mundo, y tratarán, y lo lograrán con muchos, de engañar y confundir a todo aquel que quiera postrarse ante Jesús para adorarlo, pero también en estos tiempos de la visitación del Espíritu Santo, algunos se darán cuenta de esas trampas y no regresarán a sujetarse a esas fuerzas negativas que no los quieren liberar de las cadenas de opresión a las que los tienen sujetos.
Cap. 2: del v13 al v18
Por eso, cuando escuchemos claramente en la mente que el Señor nos manda apartarnos de esos lugares para meditar y reflexionar seria y profundamente en su Palabra sin ataduras religiosas, deberemos obedecer y perseverar en la oración para recibir su discernimiento en su esencia espiritual que hará que aumente nuestra fe, y que además se vea fortalecida para resistirse a quienes desvirtúan la enseñanza de Jesús para que lo material siga reinando sobre lo espiritual y las fuerzas negativas del mundo sigan manteniéndonos sordos, mudos y ciegos, como muertos, para seguir prefiriendo cumplir los mandatos y enseñanzas de hombre y no los mandatos y enseñanzas de Jesús, entristeciendo así profundamente al Espíritu Santo.
Cap. 2: del v19 al v23
Cuando la fe de Jesús se afiance en nosotros, deberemos levantarnos de nuestros cómodos asientos para reflexionar y meditar en su enseñanza, sabiendo que otros han tomado como suyos mandatos y enseñanzas de hombre por lo que debemos ser cuidadosos en nuestras reflexiones y meditaciones pidiendo la conducción del Espíritu Santo en el Nombre de Jesús de Nazaret.
Por eso deberemos salir mentalmente de esos lugares en los que se rigen por tradiciones religiosas y tener la voluntad y la fe para no volver a caer en ellas ya que le quitan, sin estar plenamente conscientes de ello, el honor y la gloria a Jesús para otorgársela al hombre o a las cosas materiales, es decir, tomar verdaderamente lo que nos acerque al reino de Dios a través del camino, la verdad y la vida que en Jesús es.
Esto no quiere decir que nos apartemos de nuestros semejantes, ya que Jesús no vino a salvar a los justos sino a todos aquellos que han hecho de la palabra de Dios lo que han querido o lo que les han enseñado que hagan y que por lo mismo han sido separados del camino que Dios trazó a través de la reflexión y discernimiento de su palabra que Dios comparte a hombre a través de la enseñanza de Jesús.