Además de la seguridad del hogar y la automatización de la iluminación, los
sensores de movimiento también se pueden usar para el monitoreo ambiental. Por ejemplo, pueden detectar cambios en los niveles de temperatura o humedad en una habitación y ajustar el sistema de calefacción o refrigeración en consecuencia. Esto puede ayudar a ahorrar energía y hacer que su hogar sea más cómodo.