3ª PARTE DE LA SAGA QUE SE INICIÓ CON:
Y DESPUES:MANUSCRITOS APÓCRIFOS DE QUMRAM, NAG HAMMADI Y...LA SIERRA DE SEGURA.
DONDE PARECE SER QUE LA HISTORIA NOS GUARDA UN ENIGMA MAS QUE INTRIGANTE EN UNA DE LAS SIERRAS MENOS CONOCIDAS Y AISLADAS DE ESPAÑA... EL MEJOR LUGAR PARA GUARDAR UN “SECRETO”... LA SIERRA MAS “SEGURA”...LA SIERRA DE Y DEL SEGURA....o no...;)
6) LA CUPULA DE LA ROCA: Jerusalén no es tan sólo un santuario de cristianos y judíos; los musulmanes la veneran, después de La Meca y Medina, como Ciudad Santa del Islam, pues según la tradición islámica, Mahoma en una 'travesía nocturna' considerado como un sueño o una visión, subió al cielo sobre la yegua alada Burak desde Jerusalén, aunque no deja de ser una interpretación puesto que en el Corán, en la Sura 17 donde encontramos la historia, no figura el nombre de ninguna ciudad. Esto ocurrió en un venerado lugar, también considerado santo por los israelitas, el Haram-ach-Charif, sobre la colina de Moriá.
David levantó sobre la gastada roca un ara. Salomón construyó en el mismo lugar, alrededor del año 960 a. C., el primer templo judío. Precisamente en este lugar levantaron los árabes un imponente monumento a la ascensión de Mahoma: el Domo de la Roca. El Domo de la Roca nunca sirvió como mezquita, como dicen muchas guías de viajes. También es falsa la tan usada denominación de "Mezquita de Omar". El edificio de la cúpula dorada se consideró siempre un cofre para guardar la Santa Roca; nunca tuvieron lugar en él actos de culto. Para este fin se construyó en el rincón sudoriental la Mezquita de Al-Aqsa. Ocho gradas que mueren bajo unas arcadas conducen desde todos los lados a lo alto de la Mezquita de la Roca. Los musulmanes llaman a estas arcadas "mavazin", las balanzas. Según una leyenda islámica, el día del Juicio Final se tenderá una cerda de caballo desde las "balanzas" al Monte de los Olivos. Todos los resucitados deberán pasar por sobre ella. Quien haya cometido injusticias caerá a la perdición eterna.
Un guía muestra, dentro de la Mezquita de la Roca, recuerdos de la ascensión a caballo de Mahoma: el arcángel Gabriel grabó en la roca una huella digital; el caballo alado, en el momento de saltar, dejó la huella de uno de sus cascos. Un hueco bajo la roca recuerda el turbante del profeta, que, al levantarse después de orar se hubiera golpeado contra la piedra si ésta no se hubiese reblandecido en ese instante.
La Cúpula de la Roca (en lengua árabe, قبة الصخرة Qubbat as-Sajra) es un templo islámico situado en Jerusalén, en el centro del Monte del Templo. Fue construido entre los años 687 y 691 por el noveno califa, Abd al-Malik. También se le conoce como la mezquita de Umar (aunque en realidad no es una mezquita al uso) debido a que es el lugar donde el segundo califa Umar rezó tras la conquista de Jerusalén por parte de los musulmanes. Los musulmanes consideran además que éste fue el lugar donde Mahoma subió al cielo.
Según la tradición, la Cúpula se construyó en honor a Alá. Es uno de los lugares más representativos de Jerusalén.
Los musulmanes creen que la roca que se encuentra en el centro de la Cúpula es el punto desde el cual Mahoma ascendió a los cielos para reunirse con Alá, acompañado por el ángel Gabriel. Es un lugar sagrado para los musulmanes.
Los judíos afirman que ese lugar fue donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac por orden de Yahveh, donde Jacob vio la escalera al cielo, y donde se encuentra el corazón del templo de Jerusalén. Otras tradiciones judías dicen que es el punto donde se puso la primera piedra para construir el mundo. El Islam recoge también la tradición del sacrificio de Abraham, aunque en la tradición islámica el hijo no era Isaac sino el primogénito, Ismael.
Sin cambios esenciales durante más de trece siglos, la Cúpula de la Roca sigue siendo uno de los más preciosos y duraderos tesoros arquitectónicos del mundo.
7) LOS CABALLEROS TEMPLARIOS: La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo (en latín, Pauperes commilitones Christi Templique Solomonici), comúnmente conocida como los Caballeros Templarios o la Orden del Temple (en francés, Ordre du Temple o Templiers) fue una de las más famosas órdenes militares cristianas.[3] Esta organización se mantuvo activa durante poco menos de dos siglos. Fue fundada en 1118 o 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens tras la Primera Cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaron a Jerusalén tras su conquista. Fueron reconocidos por el Patriarca Latino de Jerusalén, Garmond de Picquigny, el cual les dio como regla la de los canónigos agustinos del Santo Sepulcro.
Aprobada de manera oficial por la Iglesia católica en 1129 durante el Concilio de Troyes (celebrado en la Catedral de Troyes). La Orden del Temple creció rápidamente en tamaño y poder. Los Caballeros Templarios empleaban como distintivo un manto blanco con una cruz roja dibujada. Los miembros de la Orden del Temple se encontraban entre las unidades militares mejor entrenadas que participaron en las Cruzadas.[4] Los miembros no combatientes de la orden gestionaron una compleja estructura económica a lo largo del mundo cristiano, creando nuevas técnicas financieras que constituyen una forma primitiva del moderno banco,[5] [6] y edificando una serie de fortificaciones por todo el Mediterráneo y Tierra Santa.
El éxito de los templarios se encuentra estrechamente vinculado a las Cruzadas; la pérdida de Tierra Santa derivó en la desaparición de los apoyos de la Orden. Además, los rumores generados en torno a la secreta ceremonia de iniciación de los templarios creó una gran desconfianza. Felipe IV de Francia, considerablemente endeudado con la Orden, comenzó a presionar al Papa Clemente V con el objeto de que éste tomara medidas contra sus integrantes. En 1307, un gran número de templarios fueron arrestados, inducidos a confesar bajo tortura y posteriormente quemados en la hoguera.[7] En 1312, Clemente V cedió a las presiones de Felipe y disolvió la Orden. La brusca desaparición de su estructura social dio lugar a numerosas especulaciones y leyendas, que han mantenido vivo el nombre de los Caballeros Templarios hasta nuestros días.
Fundación y primeros tiempos
Balduino II de Jerusalén cede el Templo de Salomón a Hugo de Payens y Godofredo de Saint-Omer.
Apenas creado el reino de Jerusalén y elegido Balduino I como su segundo rey, tras la muerte de su hermano Godofredo de Bouillon, algunos de los caballeros que participaron en la Cruzada decidieron quedarse a defender los Santos Lugares y a los peregrinos cristianos que iban a ellos. Balduino I necesitaba organizar el reino y no podía dedicar muchos recursos a la protección de los caminos, porque no contaba con efectivos suficientes para hacerlo. Esto, y el hecho de que Hugo de Payens fuese pariente del Conde de Champaña (y probablemente pariente lejano del mismo Balduino), llevó al rey a conceder a esos caballeros un lugar donde reposar y mantener sus equipos, otorgándoles derechos y privilegios, entre los que se contaba un alojamiento en su propio palacio, que no era sino la Mezquita de Al-Aqsa, que se encontraba a la sazón incluida en lo que en su día había sido el recinto del Templo de Salomón. Y cuando Balduino abandonó la mezquita y sus aledaños como palacio para fijar el trono en la Torre de David, todas las instalaciones pasaron, de hecho, a los Templarios, que de esta manera adquirieron no sólo su cuartel general, sino su nombre.
Además de ello, el Rey Balduino se ocupó de escribir cartas a los reyes y príncipes más importantes de Europa a fin de que prestaran su ayuda a la recién nacida orden, que había sido bien recibida no sólo por el poder temporal, sino también por el eclesiástico, ya que fue el Patriarca de Jerusalén la primera autoridad de la Iglesia que la aprobó canónicamente. Nueve años después de la creación de la misma en Jerusalén, en 1128 se reunió el llamado Concilio de Troyes que se encargaría de redactar la regla para la recién nacida Orden de los Pobres Caballeros de Cristo.
El concilio fue encabezado por el legado pontificio D'Albano y al mismo acudieron los obispos de Chartres, Reims, París, Sens, Soissons, Troyes, Orleans, Auxerre y demás casas eclesiásticas de Francia. Hubo también varios abades, como Etiene Harding, mentor de San Bernardo, el propio San Bernardo de Claraval, y laicos, como el Conde de Champaña y el Conde de Nevers. Hugo de Payens expuso ante la asamblea las necesidades de la orden, y se decidieron artículo por artículo hasta los más mínimos detalles de ésta, como podían ser desde los ayunos hasta la manera de llevar el peinado, pasando por rezos, oraciones e incluso armamento.
Por lo tanto, la regla más antigua de la que se tiene noticia es la redactada en ese concilio. Escrita casi seguramente en latín, estaba basada hasta cierto punto en los hábitos y usos previos al concilio; las modificaciones principales vinieron del hecho de que, hasta ese momento, los templarios estaban viviendo bajo la Regla de San Agustín y el concilio les cambió a la Regla Cisterciense (que no era más que la de San Benito modificada) y que era la que profesaba S. Bernardo.[9
8) SAN BERNARDO DE CLARAVAL: Bernardo de Claraval (en francés: Bernard de Clairvaux) —nacido en Castillo de Fontaine-lès-Dijon (Borgoña) en 1090 y fallecido en el Monasterio de Claraval el 20 de agosto de 1153— fue un monje cisterciense francés y abad del monasterio de Claraval.
Con él, la orden del Císter se expandió por toda Europa y ocupó el primer plano de la influencia religiosa. Participó en los principales conflictos doctrinales de su época y se implicó en los asuntos importantes de la Iglesia. En el cisma de Anacleto II se movilizó para defender al que fue declarado verdadero papa, se opuso al racionalista Abelardo y fue el apasionado predicador de la segunda Cruzada.
Es una personalidad esencial en la historia de la Iglesia católica y la más notable de su siglo. Ejerció una gran influencia en la vida política y religiosa de Europa.[1]
Sus contribuciones han perfilado la religiosidad cristiana, el canto gregoriano, la vida monástica y la expansión de la arquitectura gótica.[2]
La Iglesia católica lo canonizó en 1174 y lo declaró Doctor de la Iglesia en 1830. En el año 1099, los cruzados recuperaron Jerusalén y los lugares santos de Palestina. Los peregrinos eran atacados y robados en los caminos. Algunos caballeros decidieron prolongar su voto y dedicar su vida a la defensa de los peregrinos. En 1127, Hugo de Payens solicitó al papa Honorio II el reconocimiento de su organización.
Los Templarios recibieron el apoyo del abad Bernardo, sobrino de uno de los nueve Caballeros fundadores y a la postre quinto Gran Maestre de la Orden, André de Montbard. Así, se reunió un concilio en Troyes para regular su organización.
En el concilio, solicitaron a Bernardo que redactase su regla, que fue sometida a debate y con algunas modificaciones fue aprobada.[20] La regla del Temple fue pues una regla cisterciense, pues contiene grandes analogías con la misma; no podía ser de otra forma ya que el abad era su inspirador. Era típica de las sociedades medievales, con estructuras jerarquizadas, poderes totalitarios, regula la elección de los que mandan y estructura las asambleas para asistirlos y, en su caso, controlarlos.[21] Después de esta primera redacción, hubo una segunda debida a Esteban de Chartres, Patriarca de Jerusalén, denominada «regla latina» y cuyo texto se ha mantenido hasta nuestros días.
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9) LA ABADÍA DE CLARAVAL O CLAIRVAUX: La Abadía de Claraval (en latín Clara Vallis) es un monasterio cisterciense fundado en 1115 por San Bernardo de Claraval, situado en la localidad francesa de Ville-sous-la-Ferté, en el departamento del Aube.
El complejo de edificios está clasificado como Monument historique desde 1981 y pertenece al Ministerio de Cultura francés desde 2003, quien está acometiendo su restauración. Se puede visitar todo el año.
El terreno para la construcción fue donado por un pariente de Bernardo y se aceptó como bueno al contener los elementos imprescindibles para una edificación de este tipo (agua y madera en los alrededores, dado que los cistercienses que respetaban la Regla de San Benito llevaban una vida de recogimiento y no debían salir).
La abadía de Claraval estuvo organizada hasta el siglo XVIII de acuerdo a los códigos de la orden. De hecho, las necesidades de la vida monacal se perciben en la arquitectura, que contiene agrupados en torno al claustro edificios dedicados a la vida de los monjes y hermanos legos, edificios comunes (molinos, cocinas, etc.) y la zona dedicada a la oración. Fuertes muros intercalados con torres de vigilancia delimitaban el perímetro de la abadía, y un muro adicional de norte a sur separaba las zonas monásticas de las otras (agrícolas, talleres, etc.).
la abadía fue reconstruida en 1700, conservándose el dormitorio de los legos que había sido utilizado como granero hasta la fecha. Este edificio de 70 m de largo, 15 m de ancho y tres naves data del siglo XVII y es característico de la arquitectura cisterciense. Tiene un primer piso que alberga la cava y el refectorio, y que aún puede distinguirse hoy en día, y un segundo piso ocupado por el dormitorio. El conjunto respeta la idea de arte cisterciense definida por San Bernardo: la sobriedad como contraposición al lujo de las construcciones de la orden de Cluny.
De entre los otros edificios abiertos al gran público cabe destacar el claustro, edificado en el siglo XVIII con estilo clásico.
El conjunto de la abadía fue incautado y declarado bien nacional en 1792, siendo vendido a manos privadas que instalaron en ella una fábrica de vidrios. Tras la bancarrota de la misma fue recomprado por el Estado y destinado a prisión en 1808. Este hecho es relativamente frecuente durante el siglo XIX tras las reformas del código penal; otras abadías fueron reconvertidas en su momento en prisiones (como la del Monte Saint-Michel o la de Fontevrault) debido a la utilidad que presentaban al efecto sus anchos muros. En 1812 se vendió parte de la abadía como cantera, lo que acabaría costando el puesto del director de la prisión.
10) BAR-SUR-AUBE: es una localidad y comuna de Francia, en la región de Champaña-Ardenas, departamento de Aube. Es la subprefectura (capital) del distrito y del cantón de su nombre.
CLARAVAL O CLAIRVAUX se encuentra a tan solo 15 km de BAR-SUR-AUBE, ciudad base de los condes de champagña...donde se celebraba la feria de la champaña, famosa en toda europa por que comerciantes del sur de Europa y de oriente se reunían con los del norte de Europa... mezcla de productos... y de ideas de toda indole. De aqui surgen todas las leyendas artúricas en la edad media ya que Bar-sur-Aube estaba cerca de Troyes, tambien de los condes de champaña, donde se celebraban 2 ferias al año tambien. Chrétien de Troyes es uno de los iniciadores de las sagas artúricas... ver mas info de él...+
aquí VIENE AHORA LA ANOMALÍA:
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TENIENDO EN CUENTA LO QUE CUENTO EN LA 1ª PARTE Y 2ª PARTE DE ESTA HISTORIA.
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QUE LOS TEMPLARIOS SE CENTRAN EN SU INICIO EN EL TEMPLO DE SALOMÓN, EN CONCRETO EN LA CUPULA DE LA ROCA ACTUAL.
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QUE LA ORDEN SE CONFIRMA EN BAR-SUR-AUBE A TRAVES DE LOS CONDES DE CHAMPAÑA, EN LA ABADÍA DE CLARAVAL O CLAIRVAUX A TRAVES DE SAN BERNARDO.
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SI NOS VOLVEMOS A METER EN EL GOOGLE EARTH Y A USARLO TAL CUAL SE EXPLICA EN EL 2º ARTÍCULO (pincha para ir...+).
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OCURRE ESTO...
SI NOS SITUAMOS JUSTO ENCIMA DE LA CUPULA DE LA ROCA, EN EL TEMPLO DE SALOMÓN, JERUSALEM, Y VEMOS SUS COORDENADAS...VEREMOS ESTOS 2 NUMEROS:
31º46´40´´N
35º14´07´É
NOS MOVEMOS COMO APRENDIMOS EN EL ARTÍCULO ANTERIOR (pincha aqui para verlo...+) HACIA LA SIERRA DE SEGURA
NOS ACERCAMOS AL PUNTO:
AHORA NOS VAMOS A BAR-SUR-AUBE, CIUDAD DE LOS CONDES DE CHAMPAÑA, CENTRO DE LA ABADÍA DE CLARAVAL, DE SAN BERNARDO, DONDE SE FORMARON OFICIALMENTE LOS TEMPLARIOS, Y ORIGEN DE LOS PRIMEROS CABALLEROS:
!!! LA DISTANCIA VUELVE A SER EL MISMO NUMERO QUE LAS COORDENADAS DE LONGITUD ESTE DE LA CUPULA DE LA ROCA EN EL TEMPLO DE SALOMÓN:
ASI PUES LAS COORDENADAS DE LA CUPULA DE LA ROCA EN EL TEMPLO DE SALOMON, LUGAR ORIGINAL DE LOS TEMPLARIOS SERÍA:
31º46´40´´N
35º14´07´É
35º14´07´É=3514,07 KM DISTANCIA DESDE LA CUPULA HASTA LA ZONA DE LA SIERRA DE SEGURA DONDE ESTAMOS SACANDO TODA ESTA HISTORIA.
31º46´40´´N= 3146,40 KM DISTANCIA DESDE LA CUPULA HASTA LA ZONA DE CHAMPAÑA DONDE ERAN ORIGINARIOS LOS PRIMEROS CABALLEROS TEMPLARIOS Y ABADIA DE CLARAVAL DE SAN BERNARDO.