Capital de la región del mismo nombre, Arequipa es una ciudad con una portentosa historia marcada por su importancia política y reflejada en la arquitectura que la compone. Patrimonio Cultural de la Humanidad desde noviembre de 2000, su casco histórico es un destino maravilloso para admirar y comprender el pasado y el presente de la región.
La combinación de estilos que conviven en el centro histórico pueden dividirse en cinco períodos, cada uno de ellos poseedor de encantos particulares, que hacen del conjunto un sitio de asombrosa armonía y a la vez de una riqueza artística y escultórica sorprendente.
Fundada en 1540 por conquistadores españoles, se observan en ella rasgos del barroco, del rococó y del neoclásico, del empirismo moderno, del neoclásico tardío y de la contemporaneidad más reciente. Muchos ciudadanos que luego fueron reconocidos en las esferas intelectuales y políticas de Perú nacieron en Arequipa, dándole un lugar destacado en el devenir histórico del país.
Una de las visitas obligadas del casco antiguo de Arequipa es la Basílica Catedral, que data del año 1621, aunque un incendio en 1844 destruyó buena parte del edificio original. En su lugar se erigió un nuevo templo, neoclásico, con un retablo de mármol de Carrara y un órgano traído de Bélgica, ganador de la Exposición Universal de París.
La Casa del Moral es otra obra fascinante, edificada en 1750. El estilo barroco de la fachada sorprende con sus ornamentaciones: cabezas de puma y serpientes que surgen de sus hocicos. El interior no es menos excéntrico: el lujo destella en cada salón, que albergan hermosos muebles coloniales. El árbol que fue plantado en el patio por el primer dueño de la residencia es de mora, y da nombre a la mansión.
Por último, y aunque quedan aún muchos lugares por visitar, destacaremos al Convento de la Recoleta, construido en el año 1648 en el barrio de Antiquilla. El estilo del virreinato está presente en todos los claustros, de los cuales el mejor conservado es el Alcantarino, de planta rectangular. La biblioteca de 25.000 volúmenes posee material desde el siglo XVI hasta el XVIII.