Días después, el diario La Nación informaba en treinta líneas de una columna: realizaron excursiones en Bariloche el primer magistrado y su esposa y se alojaron en la residencia Quincha Huala.
En la motonave “Modesta Victoria” navegaron el Nahuel Huapi, también estuvieron en el cerro Catedral, apreciando en él las instalaciones del Cable Carril que hace muy poco quedó inaugurado y que es de real importancia para el turismo de invierno y la práctica del esquí.
En la ciudad, “su paso por las calles centrales motivó el aplauso de los vecinos, visitaron el local del Partido Peronista y después saludaron al pueblo en el Palacio Municipal del Centro Cívico”, momento que quedó registrado en fotografías donde aparece Eva saludando, el presidente Perón, el gobernador Berenguer, el intendente Andrigo y el párroco Monteverde.
En realidad la breve estadía del presidente Perón en Bariloche, tenía por objeto principal visitar la Isla Huemul para inspeccionar las obras que la segunda Compañía de Construcciones y la Dirección General de Ingenieros realizaban para la Planta Piloto Huemul.