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La Naturaleza de Cristo: Respuesta al Cristianismo Tradicional
Esta página tiene cuatro partes:
- Resumen de la enseñanza cristiana 'tradicional'.
- Las dificultades que tiene esta enseñza.
- Resumen de la verdadera enseñanza bíblica.
- Respuestas a los pasajes comúnmente usados en apoyo de la posición falsa.
Resumen de la enseñanza cristiana 'tradicional' La vasta mayoría de los grupos cristianos de la actualidad enseñan que Jesús y Dios son la misma persona. Normálmente, se enseña que Jesús fue completamente humano tanto como Dios a la misma vez, y que aún cuando estuvo en la tierra, nunca dejó de ser Dios. Y si se hacen demasiadas preguntas acerca de esta doctrina, normalmente se responde que es un 'misterio', algo que realmente no se puede entender.
Las Dificultades Que Tiene Esta Enseñanza Los Cristadelfianos no pretendemos comprender todo lo que es la gloria de Dios y su naturaleza; pero hay una diferencia entre aceptar que algo va más allá de nuestra comprensión, y aceptar algo que es simple y sencillamente contradictorio.
- El principio más fundamental de la Biblia es que Dios es UNO. Cualquier enseñanza que parezca desviarse de este fundamente tan sencillo necesita examinarse minuciosamente. La trinidad pretende poder reconciliar el hecho que Dios es uno con la realidad que Jesús y Dios tenían personas y voluntades distintas. Y esto a pesar que no hay un solo pasaje en todo el Antiguo Testamento que siquiera de una noción de esta idea. No tiene sentido creer en algo tan contradictorio (¡y tan importante!), con tan poca evidencia.
- La mortalidad e inmortalidad son caracteristicas completamente contradictorias la una de la otra. Si Jesús es Dios, no puede haber muerto pues que Dios es inmortal. De la misma forma, si Jesús murió, no puede ser Dios, pues que Dios no puede morir, siendo inmortal por naturaleza. Un ser o (A) puede morir, o (B) no puede morir. No puede ser ambas cosas.
Usted tiene que escoger una de las alternativas: O Jesús es Dios, y no murió; o murió y no es Dios. Biblicamente, es imposible que ambas cosas sean ciertas. Los cristianos tradicionales normalmente responden a esto que Jesús era 100% hombre y 100% Dios. Pero esto realmente no tiene sentido lógico, ni mucho menos apoyo bíblico. Y siga leyendo...
- Para que las tentaciones de Cristo hayan sido reales, tenía que existir la posibilidad de que pecara. ¿Qué sentido tiene decir que alguien es tentado, si no le es posible pecar? Ninguno. Si Jesús es Dios, le era imposible pecar, y por tanto no puede haber sido realmente tentado en todo el sentido de la palabra. En Mateo 19:17 (donde Jesús dice "Ninguno hay bueno sino uno: Dios") señala la diferencia entre él y su padre; que el Padre es bueno por naturaleza, mientras que Jesús por naturaleza era hombre. Vea I Tim 2:5. Y si aún apoya la idea del 100%/100%, ¿cree que Dios se halla podido arriesgar a encerrarse en un cuerpo que tenía la posibilidad de pecar? Creemos que no.
Si Jesús fuera Dios, le hubiera sido imposible pecar, y no tuviera sentido decir que fue pecado como nosotros, y que probó nuestras debilidades. Finalmente, Santiago 1:13-15 dice explicitamente que Dios no puede ser tentado.
- Otro punto: Dios es omniciente (todo-sabio), mientras que en Lucas (2:40, 52) se nos dice que Jesús crecía y aprendía. Aprender significa adquirir conocimiento que préviamente no se tenía. La trinidad dice que Jesús nunca dejó de ser Dios; pero entonces, ¿porqué tenía que aprender? El también dijo explícitamente que habían cosas que no sabía, aún en su ministerio; por ejemplo, la fecha de su venida (Marcos 13:32). O no lo sabía, y no era Dios, o si lo sabía, y le estaba mintiendo a sus dicípulos. Nosotros preferimos creer que no era Dios, a creer que mintió.
Si era Dios, ¿porqué no sabía éstas cosas? ¿Y como es posible que siendo ignorante de muchas cosas, fuera Dios?
- Nadie niega que Dios es Todopoderoso, mientras que Jesús siempre reconocía que su poder lo había recibido del Padre. (vea por ejemplo Juan 7:16, 8:28, 12:49–50, 14:28). Muchas veces también dijo lo mismo acerca de su enseñanza. Además, recuerde la ocasión en que Jacobo y Juan le pidieron estar a su derecha e izquierda en el reino, y él les dijo que no era suyo darlo, sino para quienes el Padre lo había preparado. Si Jesús era el mismo Dios Todopoderoso, ¿qué sentido tendría que dijera que no estaba en su derecho dar las posiciones a su derecha e izquierda? Si fuera Dios, esto sería mentira. Y no es posible que Dios sea uno, y a la vez tenga varias personas, con distintos niveles de autoridad y poder.
- En el jardín Jesús oró: "no se haga mi voluntad sino la tuya". Como pueden ser ambos el mismo Dios, si aquí Jesús reconoce que tenían distintas voluntades?
- Dios es por naturaleza invisible, y nunca ha sido visto (Jn. 1:18, I Tim. 6:16, I Jn. 4:12); Jesús claramente fue visto. Pienselo: decir que Jesús es Dios, y que Dios nunca ha sido visto no es misterio, sin simplemente una contradicción que no tiene sentido. Usted necesita tener suficiente confianza en su propia capacidad mental para distinguir entre algo que es misterio o comprensible solo a seres divinos, y algo que sencillamente no tiene sentido.
- Bíblicamente, Dios=el Padre, y ningún otro. Vea estos pasages Rom. 1:7, Col.3:17, I Tes. 1:1, II Tim 1:2 y muchos más como ellos en las cartas de Pablo. En la Biblia 'Dios' y 'el Padre' se usan intercambiablemente. Esto no es verdad para ninguna otra persona en la Biblia. Vea también I Cor. 8:6 - "para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas la cosas...'. Más claro no se puede hablar.
- En Mateo 28:10 Jesús habla de sus seguidores como 'hermanos'. Si él es Dios, ¿somos 'hijos de Dios' o 'hermanos de Dios'? No podemos ser las dos cosas. La naturaleza igualmente nos enseña que una persona no puede ser su mismo padre o su mismo hijo. Otra vez, decir que alguien es su mismo Padre no es 'misterio', sino algo que simplemente carece de sentido. ¿Cree usted que Dios esperaría que usted creyera que él es Padre e Hijo a la misma vez, sin darle una buena explicación de como pudiera ser? Dios nos pide creer muchas cosas por fe, pero no cosas que se contradicen en sí. Si usted dijera 'yo soy mi papá', ¿esperaría que alguien lo tomara en serio? Dios tampoco espera de nosotros que creamos lo que en ninguna forma tiene sentido.
- Mateo 3:17 - "Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia". ¿Qué valor habría en que Dios manifestara su complacencia con si mismo? ¿Y que valor habría en que Dios se complaciera en Cristo, si a este le era imposible pecar? Otra vez, si eran la misma persona, este pasaje carece de importancia, y se vuelve solo parte de un dialogo vacío, sin poder.
- I Cor 11:3 y 15:8. Otros dos ejemplos donde se habla del Cristo resucitado, reconciendo claramente que no es igual a Dios, su Padre.
- Un punto más. En Juan 8:17-18 Jesús cita de la ley la necesidad que la evidencia sea atestiguada por dos testigos para tener valor. Y aquí Jesús dice que sus testigos son él y su Padre. Dos personas. No es posible entonces afirmar que ambos son Dios, y a la vez decir que Dios es uno.
- En Efesios 5:2 Cristo es descrito como "ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragrante." Si son la misma persona, esto no tiene sentido. ¿Como podría ser ofrenda a si mismo? Y piense también esto: ¿Puede usted realmente concebir en su mente al único y Todopoderso Dios creador, como un 'sacrificio'?
Si quiere ver puntos adicionales, y más pasajes de apoyo, lea el folleto ¿Puede Jesús Ser el Mismo Dios?
Lo Que Enseña la Biblia Creemos que Jesús es hombre (I Tim 2:5), nacido de una mujer hace mas o menos 2000 años. No creemos que halla tenido existencia personal anterior. Siendo hijo de Dios, no era exactamente igual a nosotros; sin embargo, en su naturaleza tenía las mismas debilidades. Jesús, con paciencia, oración y fuerza de carácter, resistió las tentaciones que le presentóla vida, hasta el punto de dar su vida antes de ceder al pecado. Al dar su vida, nos abrió a nosotros un camino hacia Dios, quienes antes vivíamos alejados por nuestros pecados.
Jesús es el Hijo de Dios, y ascendió al lado de su Padre 40 días después de ser resucitado de los muertos. Regresará a tierra a establecer su reino en la fecha señalada por su Padre, para completar la obra de reconciliar al hombre con su Creador.
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ENLACES
La Naturaleza de Cristo
¿ Por qué Yehoshua es el Mashíaj ?
GEMATRIA "NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO" MACRO CODIGO
Anti-Mashiaj y la Bestia (cristologia griega)
Juan 1:1-¿Demuestra preexistencia de Cristo?
La Naturaleza de Cristo
JESUS ES HIJO CARNAL DE JOSE
Parabolas/alegorias de Cristo
Teologia de la Naturaleza del Cristo
JESUS ES "HIJO ADOPTIVO" DE DIOS-NO CONSUSTANCIAL
Cristo y el Corán
YESHUA, NUESTRO MESIAS JUDIO
YESHUA EL BUEN PASTOR
REMOVIENDO LA LEVADURA COMO CRISTO
Uno es nuestro Rav, el Mashíaj
JUSTIFICADOS POR EL MESÍAS YESHUA
Mashiaj No Salva dando inmortalidad, él trae Ieshu
Las enseñanzas de Rabi Iehoshúa de Natzrat
Jesús y Ieshú, deformaciones religiosas de un pers
La Judaeidad de Yeshua
Iehoshua, un ser extraordinario a imitar
¿Formó Iehoshua una secta, culto o religion?
Expresiones de Cristo-Mensaje
¿Porque Iehoshúa enseño más en Galilea ?
[PDF] DEREJ IHVH La enseñanza de rav El Mashiaj
Asombrosas "Coincidencias" entre Ieshúa e Israel
Cristo era de oficio CONSTRUCTOR/TEKTON/ARQUI-TEKT
El Mashiaj y la Tribu de Gad.
Los Natzratim en los Días del Mashiaj
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La fe de Jesus, que es la fe de Abraham
FAUSTO PAOLO SOCIANO, UN UNITARIO
ISLAM TIENE ORIGEN EN CRISTIANOS UNITARIOS
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Preexistencia de Cristo viola la cosmogonia bíblica - por Mauro Apolos Hummerich
Algunos Argumentos Bíblicos en Pro de la Preexistencia de Cristo Refutados con la Biblia
Introducción
Yo soy un ferviente creyente en el origen natal de Jesús, porque de ese origen depende que el sea un hombre o no. Hay algo que los escritores llamamos cosmogonía, esto es, las leyes del cosmos que rodea a un relato o historia. Las leyes del Universo en el cual se desarrolla dicho relato. Por ejemplo, si yo escribo un relato sobre ratones mutantes, en la cosmogonía de mi relato es una ley que los ratones pueden mutar y transformarse en súper ratones.
Bien. En la cosmogonía de los evangelios, los hombres no pre-existen. Nacen en la tierra. Por tanto, la afirmación en forma reiterada de que Jesús es un hombre, implica que no tuvo existencia previa. Y si tuvo dicha existencia, pues en ese caso una excepción a la cosmogonía establecida. Planteemos el siguiente silogismo:
a) los hombres no tienen pre-existencia celestial. b) Jesús es un hombre. ERGO: Jesús no tuvo pre-existencia celestial.
La pre-existencia o no de Jesús queda firmemente establecida con su naturaleza. Para que dicha pre-existencia fuera posible, entonces Jesús debería ser algo diferente a un hombre, porque si pre-existió no lo hizo como hombre, ya que como se desprende del resto de la Biblia los hombres NO PRE-EXISTEN.
Y si pre-existió como algo mas que un hombre antes de nacer como un hombre, entonces ya no seria un hombre ni seria llamado tal dado que su primer estado (el celestial) tendría pre-eminencia cronológica y jerárquica, siendo por ejemplo, un ángel, o arcángel o ser celestial supremo.
Supongamos que la Biblia viola sus propias reglas y Jesús es, hombre, pero a la vez con una existencia previa como criatura celestial. La existencia terrenal de Jesús tiene un principio y un final: su muerte, pero su existencia se ve reanudada en el argumento mediante una acción por parte de su Padre (Dios) y Jesús es resucitado. O sea, vuelto a la vida. ¿En qué naturaleza es vuelto a la vida? ¿Como ser angelical o como hombre?
Todos los textos bíblicos apuntan a que resucitó como hombre.
1- Su cuerpo humano desapareció. 2- Comió y bebió con los discípulos 3- Los discípulos lo tocaron 4- Afirmo explícitamente no ser un espíritu, sino un ser de carne y huesos.
Así que si creemos que la Biblia viola sus propias reglas, y establece que en el caso de Jesús, siendo hombre, tuvo una pre-existencia celestial, entonces dicha pre-existencia fue temporal, dado que la condición a la que lo resucitó Dios fue a la condición de hombre. Y en dicha condición de hombre es que permanecerá eternamente, dado que tiene que volver a la tierra a reinar desde Jerusalén, como hombre.
Entonces nos quedaría así la vida de Cristo dividida en tres partes:
1- Cristo es un ser celestial 2- Cristo nace como hombre 3- Cristo es resucitado como hombre
Si Cristo es resucitado como hombre para toda la eternidad y no vuelve a ser un ser celestial, ¿no es esto algo extraño? ¿No implicaría un cambio en la naturaleza de Cristo? De los puntos 1 al 3, ¿cual es la proposición que irrita al conjunto? Los puntos 2 y 3 son verdades bíblicas innegables. Pero si los puntos 2 y 3 son innegables entonces el punto 1 no es posible. Por tanto hay que eliminarlo y entonces nos queda el desarrollo así:
1- Cristo esta en los planes de Dios como un futuro hombre 2- Cristo nace como hombre 3- Cristo es resucitado como hombre
Y ahí sí nos queda en armonía la única existencia en la única forma y naturaleza de Cristo: un Hombre e Hijo de Dios. También como hombre, el Mesías y futuro gobernante de la tierra. SI afirmamos la pre-existencia, negamos la condición de hombre de Jesús. Si negamos la condición de hombre, negamos la condición en que resucitó, y por ende, la condición en la que ha de volver a la tierra. Negamos también la condición en la cual gobernará. Por tanto aceptar la pre-existencia es negar la esencia misma del evangelio del Reino, que en resumen es:
1- Un Mesías nacerá en la tierra 2- Morirá y resucitará 3- Volverá a la tierra a reinar por siempre
Todas estas preposiciones implican UN HOMBRE. De ahí es que puedo afirmar que la doctrina de la pre-existencia celestial de Jesús contradice la cosmogonía de todas las Escrituras, y por tanto es contraria a la doctrina del Reinado Mesiánico.
Ahora veamos algunos argumentos de los que creen en la preexistencia de Cristo y sus respectivas refutaciones:
Argumento # 1
En Proverbios 30:4, un libro del Antiguo Testamento, encontramos esta interesante afirmación: “¿Quién subió al cielo, y descendió?¿Quién encerró los vientos en sus puños?¿Quién ató las aguas en un puño?¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?”. Este es un texto que nos habla del Hijo de Dios, el cual tiene un nombre como también lo tiene Su Padre. El proverbista nos habla de un Hijo de Dios que tiene (no que tendrá) nombre. Pero si no lo tenía, ¿cómo podía hacer el proverbista semejante reto a cualquiera? El Hijo tuvo que existir y tener un nombre propio en ese mismo momento cuando Salomón escribió sus Proverbios. Para Salomón, el Padre celestial tenía y tiene nombre ... ¡y también Su Hijo!.
Refutación:
EL HECHO DE QUE JESUCRISTO TUVIERA NOMBRE ANTES DE NACER NO IMPLICA QUE PRE-EXISTIERA:
“La virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán por nombre Emmanuel (que significa "Dios con nosotros"). (Is 7,14) Según este texto es apropiado que Salomón hable acerca del nombre del Hijo, ya que el nombre del Hijo en sentido figurado ya estaba predicho. 23 Cuando llegaron allá, se fueron a vivir a un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que Dios había dicho por medio de los profetas: "El Mesías será llamado nazareno". (Mateo 2:23) Según este versículo, se predijo otra de las formas en que Jesús sería llamado. En las Escrituras Hebreas se llamaba a Jesús con los siguientes nombres y títulos: Nazareno, Emanuel, Príncipe de Paz, Hijo del Hombre, Dios Poderoso. Por tanto no había problema en que un judío que viviera antes del nacimiento del Mesías dando como cumplidas las profecías dijera: “El Hijo de Dios se llama Emanuel, o se llama Nazareno” ya que los nombres de Jesús estaban predichos y en ese sentido ya existían. Supongamos que yo digo: “El próximo hijo varón que tenga se va a llamar Pedro”. Yo podría decir: “El nombre de mi próximo Hijo es Pedro”, y eso no quiere decir que Pedro exista. Yo podría preguntarle a alguien “Sabes cual es el nombre de mi próximo hijo?” Y la respuesta sería “Pedro”, pero esto no significa que yo crea que mi hijo varón ya existe.
Argumento # 2
Cristo: El Testigo Fiel
A Jesús se le reconoce como el Testigo Fiel en Apocalipsis 1:5. Es importante leer este texto para descubrir que Cristo es el Testigo de Dios. Sin duda Jesucristo dio a conocer a Su Padre cuando estuvo en la tierra. Dice Juan 1:18 de este modo: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”. Y en Juan 6:46 Jesús dice: “No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; este ha visto al Padre”.
Refutación:
QUE CRISTO HAYA VISTO AL PADRE NO SIGNIFICA QUE PREEXISTIERA:
" 13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. (Mateo 3:13-17)
Cuando Jesús se bautizó, los CIELOS LE FUERON ABIERTOS. Es evidente que Jesús pudo ver al Padre y que el Padre le hablaba. Si Jesucristo hubiera existido con Dios en el Cielo, Juan 6:46 diría algo así: “No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vivió con el Padre y en el cielo vio al Padre” Pero no. EL texto sólo afirma tres cosas:
1- Que ningún hombre vio a Dios 2- Que Jesús (igual que los profetas) fue enviado por Dios 3- Que Jesús vio a Dios.
De Moisés la Biblia también dice que fue enviado por Dios y que habló con Dios “cara a cara”. Significa eso que Moisés pre-existió en el Cielo antes de nacer en la tierra? En el caso de Jesús probablemente el hecho de que VIO A DIOS es literal. Como ser humano perfecto, Jesús tenía la capacidad de poder ver a Dios y no morir.
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Argumento # 3
A sus discípulos Jesús les dijo: “El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. Y lo que VIO Y OYÓ, esto testifica; y nadie recibe su testimonio” (Juan 3:31,32). Nótese que Jesús dice que su testimonio se basa en lo que VIO Y OYÓ en el cielo. Para eso él bajo del cielo, para dar a conocer a Su Padre Dios, a quien vio y oyó desde el principio.
Refutación:
QUE JESUS VIERA Y OYERA AL PADRE NO SIGNIFICA QUE PRE-EXISTIERA:
Otro texto torcido y llevado a decir más de lo que dice. .. el texto sólo dice que Jesús VIO Y OYÒ AL PADRE. El contexto de los Evangelios muestra que LO VIO Y LO OYO ESTANDO EN LA TIERRA. Otros seres en la tierra también oyeron a Dios. Jesús viene del cielo en el sentido de que es Hijo del propio Dios y se contrasta con los que vienen de la tierra, que son hijos de padres humanos. La afirmación “lo que vio y oyó en el cielo” del comentarista es una mentira. El texto no dice que lo que Jesús “vio y oyó” fuera EN el cielo. Lo que vio y oyó fue “desde” el cielo.
Argumento #4
Ahora bien, nótese la similitud entre el testimonio del Hijo, y el testimonio de sus discípulos. En otra ocasión Jesús les dijo a sus discípulos, los cuales se convertirían en sus testigos, lo siguiente: “Y vosotros daréis TESTIMONIO TAMBIÉN, porque habéis estado conmigo DESDE EL PRINCIPIO”(Juan 15:27). Estas palabras de Cristo son profundísimas, pero no difíciles de comprender. Nótese que los apóstoles darían testimonio TAMBIÉN del mismo modo que Jesús lo había hecho con Su Padre celestial----¿por qué?--- ¡Porque habían estado con él PERSONALMENTE desde el PRINCIPIO de su ministerio, así como Cristo lo había estado desde el principio de la creación con el Padre!
Refutación
Este párrafo es simple especulación. Es querer ver en un texto lo que no dice. Es totalmente subjetivo, el lector ahí quiere ver que EL PRINCIPIO del Ministerio de Jesús tiene una analogía con el PRINCIPIO de la creación por Dios. No hay texto bíblico que apoye esta interpretación.
Veamos como vierten algunas otras traducciones de la Biblia el pasaje de Juan 15:27 y también el versículo previo, el 26, que a mi forma de ver es el que aclara todo:
"26 Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ese dará testimonio acerca de mí; 27 y ustedes, a su vez, han de dar testimonio, porque han estado conmigo desde que principié."(Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, conste que los traductores de esta Biblia creen en la pre-existencia)
¿Qué entiendo yo al leer este párrafo?
1- Cristo enviaría un ayudante llamado "el Espíritu de la verdad" 2- Ese ayudante daría testimonio de Jesucristo. 3- A su vez (o también) los seguidores tienen que dar testimonio de Jesucristo. 4- Los seguidores tenían que dar (o estaban obligados a dar) testimonio de Jesucristo porque estaban con él desde el principio.
A la luz de este análisis, queda claro que la expresión "también" o "a su vez", se hace con relación al Espíritu Santo. La idea general del párrafo es:
"El Espíritu Santo dará testimonio de mi. Ustedes también. ¿También qué? Pues también darán testimonio de mi"; es decir, ese "también" o ese "a su vez" es añadidura de lo que hace el sujeto de la oración previa que es el Espíritu Santo y no analogía de lo que hizo Jesucristo.
Por otro lado, la idea de pre-existencialista implicaría la siguiente idea general en este párrafo:
"Yo estuve con el Padre desde el principio de su creación y doy testimonio del Padre. Ustedes también tienen que dar testimonio, pero de mi, porque estuvieron conmigo desde el principio de mi ministerio"
Como queda claro, en ninguna parte del evangelio de Juan presenta Jesús tal analogía. En este texto en particular compara la labor de sus discípulos con la labor del Espíritu Santo y no el principio de su ministerio con el principio de la creación.
Argumento # 5
Jesús Y el Rey Salomón
Resulta difícil de creer que Jesús no haya conocido a Salomón cuando por otro lado él se atrevió a decir lo siguiente: “Pero yo os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos” (Mateo 6:29). Ahora bien, es verdad que se conocía entre los judíos acerca de la gloria del rey Salomón en los tiempos de Jesús. No obstante, ¿no sería posible que Jesús estuviera dando testimonio de la gloria y magnificencia del rey Salomón (unos siete siglos AC) si supuestamente Jesús nunca preexistió antes de su nacimiento en Belén?
Refutación
QUE JESUS MENCIONE HECHOS DEL PASADO NO IMPLICA QUE PRE-EXISTIERA:
Este párrafo contiene el argumento más débil. Afirma que el hecho de que Jesús dijera que Salomón se vestía de manera gloriosa implica que Jesús existía en la época de Salomón…. Realmente pobre el argumento. Jesús habló de muchos sucesos del pasado. Nótese que todos los sucesos que mencionó Jesús (por ejemplo, Sodoma y Gomorra, la visita de la reina de Saba a Salomón, la gloria de Salomón, la predicación de Jonás) están mencionados en las escrituras Hebreas de las cuales Jesús citaba!!! Pero además, aunque un suceso en particular no estuviera mencionado.. no se dá cuenta el que escribe el párrafo de arriba que Jesús tenía revelaciones directas de Dios, su Padre, de la misma manera (de hecho de manera mas intensa) que los antiguos profetas? Jesús obtenía su información de sucesos pasados de dos maneras:
1- De las escrituras 2- De la revelación personal
Eso es lo que dice la Biblia. Nunca dice Jesús “Yo veía la gloria de Salomón, yo vi a Jonás en el pez, yo me acuerdo de que Sodoma y Gomorra cayeron” Jesús no habla de recuerdos del pasado nunca. Que raro, no?
A propósito leamos este texto en el capìtulo 7 de Hebreos:
1 Este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios altísimo,[a] salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y lo bendijo. 2 A él asimismo dio Abraham los diezmos de todo. Melquisedec significa primeramente «Rey de justicia»,[b] y también «Rey de Salem»,[c] esto es, «Rey de paz». Pablo nos describe en detalle un suceso del Pasado: cuando Abraham diezmo ante el rey de Salem, Melquisedec. ¿Significa esto que Pablo pre-existiera? Por supuesto que no! Simplemente significa que Pablo recordaba las escrituras y además tenia la revelación de Dios.
De hecho el que más personajes del antiguo Testamento menciona es el propio Pablo en todo el capítulo 11 de Hebreos habla de los fieles del Antiguo Testamento empezando por el propio Abel, pasando por Noé, Rahab y muchos más. Así que si ALGUIEN PRE-EXISTIO A LO LARGO DEL ANTIGUO TESTAMENTO, ESTE SERIA EL APOSTOL PABLO, YA QUE FUE EL UNICO QUE MENCIONA PERSONAJES DESDE EL PRINCIPIO HASTA EL FIN!!!! Obviamente esto es falso: el apóstol Pablo conocía a estos personajes de las Escrituras, y por revelación sabía detalles adicionales.
En el caso de Judas, él menciona hechos del Antiguo Testamento que no están en la Biblia! Como ser la predicación de Enoch!!! ¿Cómo supo Judas acerca de esta predicación? Pre-existió él en el cielo? ¡NO!, lo supo por revelación.
Y por tanto Jesús podría haber mencionado hechos no conocidos del Antiguo Testamento sin que ello implicara su pre-existencia. Pero saben que? NO LO HIZO NUNCA.
Desafío a cualquiera a que me muestre UN SOLO TEXTO donde Jesucristo mencione un hecho de las épocas del Antiguo Testamento que no este escrito en el mismo. Uno solo.
Podía haberlo hecho, Dios le reveló muchas cosas. Pero NUNCA LO HIZO: todo lo que Jesús habló del AT estaba escrito en el AT.
Argumento # 6
Jesús conocía la Vida Intima de los Ángeles
En una ocasión Jesús dijo: “...porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Juan 18:10). La pregunta es: ¿cómo sabía Jesús que los ángeles de Dios siempre ven Su rostro? Pudiera darse el caso que sólo eventualmente vieran los ojos de Dios y no siempre. Esto hace pensar que Jesús hablaba de algo que sabía pues había obviamente estado en el cielo frente a los ángeles de Dios.
En otra ocasión Jesús dijo de los ángeles: “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales que los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección” (Lucas 20:34-36). Aquí surge nuevamente la pregunta de cómo sabía Cristo que los ángeles en el cielo no se casan. Es claro que Jesús tuvo que preexistir en el cielo para saber esto con seguridad.
También dijo Jesús: “Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente” (Lucas 15:10). Aquí Jesús estaba asegurando la alegría angelical cuando alguien se arrepiente de su pecado. La pregunta surge inmediatamente: ¿cómo lo sabía Jesús?¿ Será que él los había visto gozarse, cuando, por ejemplo, vio el arrepentimiento del rey David o de los pobladores de Ninive?
Refutación
QUE JESUS CONOCIERA LA VIDA INTIMA DE LOS ANGELES NO SIGNIFICA QUE PRE-EXISTIERA
Si el hecho de que Jesús conociera detalles de la vida intima de los ángeles implica pre-existencia, entonces los apóstoles Judas y Pablo también pre-existieron en el cielo, pues ellos conocían también la vida intima de los ángeles. De hecho hacen referencia a sucesos de los ángeles que no están escritos en la Biblia. Leamos:
“Pero cuando el arcángel Miguel[l] luchaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés,[m] no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: «El Señor te reprenda».[n] (Judas 9)
¿Còmo supo Judas que el arcángel Miguel luchò con el diablo por el cuerpo de moisés? Evidentemente por revelaciòn y no porque pre-existiera.
5 ¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás:[h] «Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy»,[i] (Hebreos 1:5)
¿Còmo supo Pablo que Dios nunca le dijo a un ángel “tu eres mi hijo”? Evidentemente por revelación y no porque pre-existiera.
¿No son todos espíritus ministradores,[r] enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?[s] (Hebreos 1:14)
¿Còmo supo Pablo que los ángeles son espíritus ministradores y que son enviados a servir a los cristianos? Por revelación y no porque pre-existiera.
“Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles[a] fue firme y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,[b]” (Hebreos 2:2)
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¿Cómo supo Pablo que la palabra fue dicha mediante ángeles y no directamente por Dios? Por revelación y no porque pre-existiera.
¿Còmo supo entonces Jesús que los ángeles no se casan, que miran el rostro de Dios en el cielo y otros detalles? Saquen sus propias conclusiones. Pero las escrituras no dicen en ninguna parte que este conocimiento FUERA RECORDADO. Jesús no dice “Recuerdo que los ángeles no se casaban”. Los que lo oían tampoco entendieron nada sobre la pre-existencia, sino, los saduceos hubieran usado este argumento para acusarlo de blasfemo. Pero conste que nunca lo acusan de decir que pre-existe. Sólo lo acusan de decir que:
1- Bajo del cielo (o sea, que descendió sin haber nacido) 2- Que se hacia igual a Dios
No es raro que sus enemigos nunca lo acusaran de decir que el vivía en el Cielo antes de nacer en la tierra? No es raro que los fariseos nunca le dijeran: “Cómo dices que viviste en el cielo con Dios, eso ningún hombre puede haberlo hecho?”
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7. 4 "EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO" (JUAN 1:1-3)
Hemos visto que el Espíritu o Palabra de Dios refleja su propósito, el cual ha sido declarado en todo el Antiguo Testamento. Hasta qué punto es cierto, se muestra en Hechos 13:27, donde se habla de Jesús en paralelo a las palabras de los profetas del Antiguo Testamento: "[ Los judíos ] no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas". Cuando nació Cristo, toda la palabra o Espíritu de Dios se expresó en la persona de Jesucristo. Bajo inspiración, el apóstol Juan se regocijó por el modo en que el plan de vida eterna de Dios se había expresado en Cristo, a quien los discípulos habían podido palpar y ver físicamente. Ahora reconoció que ellos habían estado manejando la palabra de Dios, su completo plan de salvación en Cristo (1 Jn. 1:1-3). Aunque nosotros no podemos ver físicamente a Cristo, también podemos regocijarnos de que por medio de un verdadero entendimiento de él, podemos conocer tan íntimamente el propósito de Dios para con nosotros y de ese modo podemos asegurarnos la vida eterna (1 P. 1:8,9). Debemos hacernos las preguntas: " ¿ Conozco realmente a Cristo? " Tan sólo aceptar que una vez existió un hombre bueno llamado Jesús no es suficiente. Por medio de un constante y piadoso estudio de la Biblia, es posible entenderlo prontamente como nuestro Salvador personal y nos relacionaremos con él por medio del bautismo. Él juzgará a los hombres en el día postrero, pero también la palabra será juez de ellos(Jn. 12:48). El fue la expresión perfecta de la esencia de la palabra de Dios. En ese sentido, él fue aquella palabra. él fue de manera completa la Palabra/mensaje que él predicó.
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas" (Jn. 1:1-3).
Estos versículos, cuando se entienden apropiadamente, confirman y expanden las conclusiones alcanzadas en la sección anterior. Sin embargo, este pasaje es el que más se ha tergiversado para enseñar que Jesús existió en el cielo antes de su nacimiento. Un entendimiento correcto de estos versículos depende de lo que creamos que significa la expresión "el Verbo" en este contexto. No puede referirse directamente a una persona, porque una persona no puede estar "con Dios" y al mismo tiempo ser Dios. La palabra griega ‘logos’ que aquí se ha traducido como "Verbo", no significa en sí misma ‘Jesús’. Por lo general se traduce como "Verbo" o palabra, pero también como:
relatocausa comunicación doctrina intención predicación razóndicho nuevas
Sólo se habla del "Verbo" como "él" porque ‘logos’ es masculino en griego. Pero esto no significa que se refiere a Jesús. La versión alemana (de Lutero) habla de "dast wort" (neutro); la versión francesa (de Segond) habla de "la parole" en femenino, mostrando que "el Verbo" no indica necesariamente una persona masculina. La versión católica ‘Douay’ traduce "la Palabra".
"EN EL PRINCIPIO"
‘Logos’ puede referirse estrictamente al pensamiento interior que se expresa exteriormente en palabras y otra forma de comunicación. En el principio Dios tenía este ‘logos’. Este propósito singular estaba centrado en Cristo. Todo lo creado llegó a existir a causa del propósito que Dios tenía en Cristo –las estrellas, planetas, etc. Fueron todas de algún modo creadas en conexión con el nacimiento, existencia y victoria de Cristo (y he aquí, por lo tanto, la humildad de Dios permitiendo el nacimiento y muerte de su Hijo en la forma en que lo hizo). Hemos mostrado como el Espíritu de Dios pone en actividad sus pensamientos interiores, lo que explica la conexión entre su Espíritu y su palabra (véase la Sección 2. 2). Como el Espíritu de Dios desarrollaba su plan para los hombres e inspiraba desde el principio su palabra escrita, de ese modo comunicaba la idea de Cristo en su obra y palabras. Cristo era el ´logos’ de Dios, y por lo tanto el Espíritu de Dios expresaba el plan de Dios acerca de Cristo en todas sus actuaciones. Esto explica por qué tantos incidentes del Antiguo Testamento son típicos de Cristo. Sin embargo, no está demás recalcar que Cristo en persona no era "el Verbo" o la Palabra; "la Palabra" era el plan de salvación de Dios por medio de Cristo. ‘El logos’ ("la Palabra") se usa con mucha frecuencia en relación con el evangelio acerca de Cristo –por ejemplo, "la palabra de Cristo" (Col. 3:16 compárese con Mt. 13:19; Jn. 5:24; Hch, 19:10; 1 Ts. 1:8, etc.). Note que el ‘logos’ es acerca de Cristo, más bien que sea personalmente él. Cuando Cristo nació, esta "palabra" se convirtió en una forma de carne y sangre –"y aquel Verbo [ o Palabra ] fue hecho carne" (Jn. 1:14). Jesús era personalmente ‘el verbo hecho carne’ más bien que ‘el Verbo’ o Palabra. Él llegó a ser personalmente ‘el Verbo’ o Palabra cuando nació de María, más bien que en cualquier tiempo anterior.
El plan, o mensaje, acerca de Cristo estuvo con Dios en el principio, pero fue claramente revelado en la persona de Cristo, y en la predicaciòn del evangelio acerca de él en el primer siglo. De modo que Dios nos declaró su palabra por medio de Cristo (He. 1:1,2). Una y otra vez se recalca que Cristo expresó las palabras de Dios y realizó milagros por la palabra o mandato de Dios a fin de revelarnos a Dios (Jn. 2:22; 3:34; 7:16; 10:32,38; 14:10,24).
Pablo obedeció el mandato de Cristo de predicar el evangelio acerca de él "a todas las gentes". "La predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que ha sido manifestado ahora... Se ha dado a conocer a todas las gentes" (Ro. 16:25,26, compárese con 1 Co. 2:7). La vida eterna para el hombre solo fue posible por medio de la obra de Cristo (Jn. 3:16; 6:53,54); no obstante, en el principio Dios tenía este plan para ofrecer al hombre la vida eterna, sabiendo ciertamente del sacrificio que Jesús haría. La revelación completa de esa oferta sólo se produjo después del nacimiento y muerte de Jesús: "La vida eterna, la cual Dios... Prometió desde antes del principio de siglos, y a su debido tiempo manifestó su palabra [ de vida ] por medio de la predicación" (Ti. 1:2,3). Hemos visto cómo se habla de los profetas de Dios como si siempre hubiesen existido (Lc. 1:70) en el sentido de que "la palabra" que ellos hablaban existió con Dios desde el principio.
Las parábolas de Jesús revelaron muchas de estas cosas; de ese modo él cumplió la profecía referente a sí mismo: "Abriré en parábolas mi boca; declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo" (Mt. 13:35). Fue en este sentido que "en el principio... El Verbo era con Dios", pero "fue hecho carne" en el nacimiento de Cristo.
"EL VERBO ERA DIOS"
Ahora estamos preparados para considerar en qué sentido "el Verbo era Dios". En esencia, nuestros planes y pensamientos somos nosotros mismos. ‘Me voy a Londres’ es una ‘palabra’ o comunicación que expresa mi propósito, porque es mi propósito. El plan de Dios en Cristo se puede entender de igual manera. "Porque cual es su pensamiento [ del hombre ] en su corazón, tal es él" (Pr. 23:7), y como piensa Dios es Dios mismo. Así la palabra o pensamiento de Dios es Dios: "el Verbo [ la palabra ] era Dios". Debido a esto, hay una asociación muy íntima entre Dios y su palabra; paralelismos como Salmos 29:8 son comunes: "Voz de Jehová que hace temblar al desierto; hace temblar Jehová el desierto" (compárese Sal. 56:4; 130:5). Declaraciones como "pero no me habéis oído, dice Jehová " (Jer. 25:7) son comunes en los profetas. En verdad, Dios quiere decir: ‘Uds. No han escuchado mi palabra hablada por los profetas’. En realidad, algunas veces ‘Jehová’ ha de leerse como significando ‘la palabra de Jehova’ (ejemplo, 1 S. 3:8). Del mismo modo, "la Escritura" se ha de entender como significando ‘Dios’ (Ro. 9:17, compárese Ex. 9:16; Gá. 3:8). David tomó la palabra de Dios como su lámpara y luz (Sal. 119:105), no obstante también expresó: "Tú eres mi lámpara, oh Jehová; mi Dios alumbrará mis tinieblas" (2 S. 22:29), mostrando el paralelo entre Dios y su palabra. Por lo tanto, es comprensible que se personifique la palabra de Dios como si fuese él mismo, es decir, se habla de ella como si fuese una persona, aunque no lo es (véase la Digresión 5, ‘El Principio de Personificación).
Dios es la verdad misma (Jn. 3:33; 8:26; 1 Jn. 5:10), y por lo tanto la verdad de Dios también es la verdad (Jn. 17:17). De manera similar, Jesús se identifica a sí mismo con sus palabras tan íntimamente que él personifica su palabra: "El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero" (Jn. 12:48). Jesús habla de su palabra como si fuese una persona literal, es decir, él mismo. Sus palabras fueron personificadas porque estaban tan íntimamente asociadas con Jesús.
La palabra de Dios también se personifica como una persona, es decir, Dios mismo, en Juan 1:1-3. De modo que, referente a la palabra, se nos dice: "Todas las cosas por él fueron hechas" (Jn. 1:3). Sin embargo, "creó Dios " todas las cosas por su palabra de mandato (Gn. 1:1). Debido a esto, se habla de la palabra de Dios como si fuese Dios mismo. La enseñanza devocional que se puede sacar de esto es que por medio de la palabra de Dios que está en nuestro corazón, Dios puede llegar muy cerca de nosotros. Dios habló de cómo Israel "profanó" el mandato de guardar el Sábado, y luego, de cómo lo profanaron a Él (Ez. 22:26). Él es Su palabra, y despreciar sus pensamientos es despreciarlo a Él. Nuestra actitud hacia Su palabra es nuestra actitud hacia Él. Así Saúl pecó "contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó" (1 Cr. 10:13).
Es evidente por Génesis 1 que Dios fue el creador, por medio de su palabra, y no Cristo en persona. Fue la palabra o Verbo, que se describe como que hizo todas las cosas, y no Cristo en persona (Jn. 1:1-3). "Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos [ es decir, las estrellas ] por el aliento de su boca... él dijo y fue hecho" (Sal. 33:6,9). Incluso en el presente es por su palabra que se desarrolla la creación natural: "Él envía su palabra a la tierra; velozmente corre su palabra. Da la nieve como lana... Enviará su palabra... Y fluirán las aguas" (Sal. 147:15-18).
Como la palabra de Dios es su poder creativo, él la usó en el engendramiento de Jesús en el vientre de María. La palabra, el plan de Dios puesto en acción por su Espíritu Santo (Lc. 1:35), llevó a cabo la concepción de Cristo. María reconoció esto en su respuesta a las nuevas acerca de su inminente concepción de Cristo: "Hágase conmigo conforme a tu palabra " (Lc. 1:38). |
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La "Preexistencia" de Jesucristo
Varios pasajes bíblicos parecen implicar que Jesucristo existió en alguna forma en el cielo antes de aparecer aquí en la tierra. La mayoría de estos pasajes se encuentran en el Evangelio de Juan. Por ejemplo:
"Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió." (Juan 6:38)
¿"Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?" (Juan 6:62)
"De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy." (Juan 8:58)
"Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese." (Juan 17:5)
Se argumenta que estas afirmaciones son claras y debemos aceptar la enseñanza bíblica de que Jesús vivió anteriormente en el cielo. Es cierto que los pasajes son claros, pero eso no significa necesariamente que debemos tomarlos en sentido literal. Hay otros pasajes bíblicos que son tan claros como estos, y sin embargo no los tomamos en sentido literal, aunque frecuentemente las personas que oyeron las palabras no sabían inicialmente cómo tomarlas. Muchos de estos pasajes también se encuentran en el Evangelio de Juan. Por ejemplo:
"Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?" (Juan 2:19-20)
"Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?" (Juan 3:3-4)
"Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla." (Juan 4:13-15)
"Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra." (Juan 4:34)
"Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera." (Juan 6:50)
"Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti..." (Mateo 18:9)
"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame." (Lucas 9:23)
"Con Cristo estoy juntamente crucificado..." (Gálatas 2:20)
De la misma manera que no tomamos las anteriores afirmaciones en sentido literal, tampoco debemos tomar en sentido literal las afirmaciones de que Jesús vivió en el cielo antes de nacer en la tierra. En primer lugar, la Biblia afirma que Jesús es un hombre (ver Isaías 53:3, Juan 1:30, Juan 8:40, Hechos 2:22, Hechos 17:31, Romanos 5:15, 1 Corintios 15:21, 1 Corintios 15:47). Los hombres y mujeres comenzamos nuestra existencia cuando nacemos. En el caso de Jesús, Mateo y Lucas nos informan que María la madre de Jesús concibió por el poder del Espíritu de Dios, y Mateo nos habla del momento en que "Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes" (Mateo 2:1). Si Jesús no nació en forma real y normal en ese momento, ¿en qué sentido puede ser hijo de Abraham y de David, o incluso de María? Lucas nos dice que el niño Jesús "crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres." (Lucas 2:52) ¿Cómo puede haber crecido en sabiduría si antes de nacer ya era un ser celestial dotado de toda sabiduría? Y si Jesús abandonó toda su sabiduría y conocimiento anterior para nacer en la tierra como hombre, ¿cómo pudo seguir siendo la misma persona? ya que la esencia de cualquier persona es la totalidad de las experiencias y sabiduría adquirida en el transcurso de su vida. También el autor de la Epístola a los Hebreos dice que Jesús fue perfeccionado y aprendió la obediencia por medio de sus experiencias aquí en la tierra (Hebreos 2:10, 5:8), pero ¿cómo puede haberse perfeccionado aquí si antes de nacer ya era un perfecto y poderoso ser celestial?
Existía entre los judíos la idea de que un buen maestro "venía de Dios," pero no en el sentido de haber vivido en los cielos con Dios antes de nacer. Por ejemplo, en Juan 3:2 Nicodemo le dice a Jesús: "Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él." Sin embargo, no hay evidencia de que Nicodemo creyera que había existido literalmente en los cielos antes de nacer.
Si la Biblia aparentemente insinúa que Jesús vino del cielo, dice lo mismo acerca de otros hombres. Por ejemplo, Juan 13:3 dice que Jesús "había salido de Dios," y en Juan 16:28 Jesús dice "Salí del Padre, y he venido al mundo." Estas palabras son tomadas comúnmente como evidencia de la preexistencia de Jesús en el cielo, pero Juan 1:6 dice: "Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan." La frase afirma literalmente que Juan vino de la presencia de Dios, al igual que Jesús, pero nadie sostiene que Juan haya preexistido en el cielo.
Otro caso más claro aún es el del profeta Jeremías. En Jeremías 1:5 la palabra de Jehová vino al profeta diciendo, "Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te dí por profeta a las naciones." Estas palabras, tomadas literalmente, implican que Jeremías existía antes de nacer, pero nadie las toma en ese sentido. Significan que antes que el profeta naciera, Jehová ya sabía cómo sería y ya había decidido que cuando naciera lo nombraría como profeta a las naciones. Antes de nacer, Jeremías existía solamente en la mente y en el plan de Dios, quien conoce todas las cosas antes que existan. De la misma forma, Dios dice en Isaías 51:2 que "cuando [Abraham] no era más que uno solo lo llamé, lo bendije y lo multipliqué." Como ya había decidido que Abraham tendría una descendencia numerosa, habló de aquello como si ya fuera una realidad desde que lo decidió (ver también Isaías 46:10, 49:1-3, Romanos 4:17). El salmista dice: "Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas" (Salmos 139:16). Incluso en la esfera puramente humana, cuando un arquitecto se propone construir un edificio, primero hace una maqueta, y posiblemente la presenta diciendo: "Este es el edificio X," cuando todavía no es más que un proyecto.
El Nuevo Testamento dice que Dios escogió a los creyentes cristianos antes que nacieran, hablando como si ya existieran. En Efesios 1:4 Pablo dice que Dios "nos escogió en él [Cristo] antes de la fundación del mundo," lo que implica que si Cristo existía en aquel entonces, también existían las demás personas que iban a creer en él. En realidad, Pablo está hablando de la predestinación, el hecho de que Dios conoce de antemano quiénes van a nacer y qué papel harán en su plan y propósito. Unos versículos más adelante, en Efesios 1:11, el apóstol dice en forma explícita: "En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad." También dice en Romanos 8:29-30: "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos." Dirigiéndose a Timoteo, Pablo habla de la "gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos" (2 Timoteo 1:9), como si todos los creyentes ya existieran en aquel entonces. De la misma forma el apóstol Pedro explica las alusiones a la supuesta "preexistencia" de Jesucristo diciendo que fue "ya destinado antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros" (2 Pedro 1:20).
En lo que se refiere a la "gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese" (Juan 17:5), es obvio que Jesús no pudo haber gozado de esa gloria aunque realmente existiera en aquel entonces, puesto que las Escrituras enfatizan que sólo se hizo merecedor de esa gloria al completar en la cruz su victoria sobre el pecado. El escritor a los Hebreos dice:
"Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos." (Hebreos 2:9)
En Hechos 3:13, refiriéndose a la resurrección y ascensión de Jesús al cielo, Pedro dice:
"El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad."
En su primera epístola, Pedro dice que Dios "resucitó [a Jesús] de los muertos y le ha dado gloria..." (1 Pedro 1:21).
Jesús mismo, hablando a dos discípulos en el camino a Emaús, enfatiza que su glorificación era posterior a sus sufrimientos, diciendo:
"¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?" (Lucas 24:26; ver también Juan 7:39, Juan 12:16)
Los anteriores pasajes demuestran que Jesús no pudo haber gozado literalmente de gloria antes de su nacimiento, porque solamente podía recibirla después de haber terminado su ministerio en forma exitosa. Tanto la existencia de Jesús antes que el mundo fuese, como su glorificación, solamente pudieron haber existido en forma anticipada en la mente y propósito de Dios. Este propósito fue a menudo revelado por medio de los profetas. Hablando de lo que le iba a acontecer, el Señor dice, "A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él..." (Mateo 26:24). Los pasajes que son citados para apoyar la idea de la supuesta "preexistencia" de Jesucristo no indican que realmente viviera en el cielo antes de nacer. Simplemente enfatizan en lenguaje figurado el hecho de que la aparición del Señor Jesús en la tierra no fue una cosa fortuita sino un acontecimiento que fue determinado y autorizado por su Padre celestial desde antes de la creación del mundo.
James Hunter
Publicado por la Misión Bíblica Cristadelfiana
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La creencia popular
Todos los cristianos de hoy estamos muy bien familiarizados con la frase “Dios encarnado”. La hemos escuchado cientos de veces en predicaciones en la radio, en la televisión y en conversaciones con creyentes de todas las denominaciones. Lo que resulta curioso es las diferencias que existen en lo que nosotros entendemos con ésta frase, su significado parece siempre flotar en los aires de la subjetividad y además de la especulación. La creencia más popular define ésta frase como que Dios mismo se hizo carne en la persona de Jesús y esto es interpretado siguiendo la siguiente ecuación matemática:
Jesucristo = Dios encarnado
Dios = Jesucristo encarnado
Encarnado = Dios Jesucristo
Es decir, para la interpretación popular, Jesucristo es Dios. Para la gran mayoría de personas Jesucristo es YHWH, el creador del cielo y la tierra. Pero, ¿Qué nos dicen las escrituras al respecto? ¿Están “la mayoría” de personas en lo bíblicamente correcto? ¿Tiene esta creencia sustento bíblico que concuerde a lo largo de toda la revelación de las escrituras?
Si seguimos los principios de que las escrituras interpretan las escrituras y evitamos sacar versículos aislados del contexto, nos encontramos ante un primer dilema, puesto que en la Biblia no se encuentra la frase “Dios encarnado” por ninguna parte. La frase que más se acerca a dicha idea es tal vez: y la palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, que se encuentra en el primer capítulo del evangelio de Juan 1:14. ¿Cómo se llegó de la frase la palabra se hizo carne a la frase Dios encarnado? no lo sabemos con certeza pero si sabemos que fue sólo hasta el siglo tercero, en el concilio de Nicea, cuando se firmó el dogma que sustenta ésta creencia de que Jesús es Dios de verdadero Dios. A partir de éste dogma se comenzaron a malinterpretar las escrituras; por ejemplo, se comenzó a pensar que cuando Juan dice “la palabra” o “el verbo” (logos) en el primer capítulo de su evangelio, él se está refiriendo a Jesús literalmente. Es decir, desde el siglo tercero se piensa que el evangelio según Juan es así:
EN el principio era Jesús (la palabra), y Jesús (la palabra) era con Dios, y Jesús (la palabra) era Dios. Este era en el principio con Dios (Juan 1:1-2)
Así que para quienes interpretan esto así, el versículo anterior es leído y entendido así: y Jesús (la palabra) se hizo carne y habitó entre nosotros
Ésta mala interpretación creó un problema del que el cristianismo no ha podido recuperarse, pues, en primera instancia, esto significaría que Jesús estaba antes de que la creación existiera y que además existía como una palabra? ¿Qué quiso decir aquí Juan realmente? Definitivamente esta interpretación es muy extraña y no corresponde a la lógica que Dios nos ha dado a los seres humanos, y es por esto que muchas personas argumentan que Dios nos hizo con un entendimiento limitado y por eso no podemos comprender estas “verdades”. Muchas personas creen que la fe no tiene nada que ver con la razón o la lógica y por esto se mantienen en dogmas irracionales que para ser francos, no ayudan al conocimiento de Dios, sino más bien, lo frustran. Vale la pena decir que la palabra lógica viene de la palabra griega “logos” que fue la palabra que usó el apóstol Juan en el verso antes citado. ¿Será posible creer en algo que no entendemos? ¿No dice la escritura que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios? ¿No será posible que haya una forma sencilla de entender la escritura? ¿Una corma que entiendan los niños y las personas que no tienen educación filosófica? La Biblia dice que la fe viene por oír la palabra de Dios, y aunque sea obvio, hay que decir que oír la palabra de Dios necesariamente involucra el entendimiento. Cuando el apóstol Pablo dijo que la fe viene por oír la palabra, obviamente quiso decir que la fe viene al entender la palabra de Dios, ¿No lo cree usted, apreciado lector? Después de que se firmó el dogma de Nicea, los creyentes de la época se vieron en muchos dilemas, algunos abandonaron los concilios y siguieron viviendo y predicando la palabra sin los dogmas, pero los que siguieron con el dogma, tuvieron que inventar nuevos dogmas con el tiempo para sustentar el primero. La filosofía griega fue permeando la interpretación de las escrituras y se fue cocinando lo que hoy se conoce como la iglesia Católica Romana y más adelante, la iglesia Católica protestante. Estos dogmas son, entre otros, que Jesucristo es Dios (YHWH) y más adelante, que Dios es una composición de tres personas. Aunque éstos dogmas contradicen en muchas cosas las escrituras hebreas antiguas y las hebreo – cristianas, hoy en día son aceptados generalmente sin consideración y cualquiera que se levante a debatirlos con la inteligencia, la razón, la lógica y las mismas escrituras que Dios nos dio, serán considerados herejes y posiblemente martirizados como ha ocurrido con muchos cristianos según está registrado en los anales de la historia.
Para profundizar un poco más en éste tema le recomiendo al lector que lea otro estudio anterior titulado “Para una interpretación armónica del evangelio del reino de Dios según Juan” lo puede encontrar en google o en el buscador de la página apologista.wordpress.com. En dicho estudio también está planteada la siguiente pregunta: ¿Será posible que quienes vivieron en el siglo tercero y firmaron los dogmas, tuvieran una mayor revelación de la palabra de Dios, que el mismo Jesús o los apóstoles? Muchas personas parecen creer que sí. Miremos que nos dicen las escrituras en cuanto a esto.
Solo Dios es bueno
Para ser justos con la verdad, debemos dejar que sea el mismo Jesucristo quien nos diga si él es Dios o no, y además que es lo que debemos entender por dicha frase. En el evangelio según Lucas aparece una inquietante declaración de Jesús:
Un dirigente le pregunto:
- Maestro bueno, ¿qué debo hacer para tener vida eterna?
Y Jesús le dijo:
- ¿Por qué me llamas bueno? Solo Dios es bueno. (Lucas 18:18-19)
Es interesante que Jesús no le permita a éste dirigente Judío llamarle “bueno” apelando a que sólo Dios es bueno. Si tomamos este escrito literalmente, sin filosofismos, diríamos que Jesús aquí negó ser Dios rotundamente y es mas, dijo que sólo Dios es bueno. En todos los evangelios Jesús es presentado como un hombre muy claro, muy directo y muy sencillo, inclusive el enseña a sus seguidores a ser sencillos como palomas y como niños, sería muy extraño tomar esta declaración de Jesús como algo mas allá de éstas sencillas palabras: ¿Por qué me llamas bueno? no hay nadie bueno sino sólo Dios!… Es decir, no me digas bueno porque no existe ningún ser humano bueno, ni siquiera el Mesías! Esto bruscamente choca con la imagen de un Jesucristo bueno o un Jesucristo – Dios que la publicidad actualmente insiste en “vender” a toda costa. Si Jesucristo dice que sólo Dios es bueno, queda muy claro que en ningún momento el quiso que sus seguidores pensaran que él es Dios, sino mas bien que la gente amara y conociera al verdadero Dios.
¿Quién es el Dios del que habla Jesucristo?
Muchas personas dirían que ésta pregunta en sí es una herejía puesto que ellos no quieren aceptar que Jesús hablaba de Dios y se refería a Dios como alguien diferente de él mismo:
Dícele Jesús: No me toques: porque aun no he subido á mi Padre: mas ve á mis hermanos, y diles: Subo á mi Padre y á vuestro Padre, á mi Dios y á vuestro Dios (Juan 20:17)
En otra ocasión, Jesucristo estaba hablando con una samaritana y le dijo claramente quien es Dios, miremos lo que dice (le recomiendo al lector que lea todo el capítulo 4 de Juan).
Dícele Jesús: Mujer, créeme, que la hora viene, cuando ni en este monte, ni en Jerusalem adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos: porque la salvación viene de los Judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Dícele la mujer: Sé que el Mesías ha de venir, el cual se dice el Cristo: cuando él viniere nos declarará todas las cosas. Dícele Jesús: Yo soy, que hablo contigo. (Juan 4:21-26)
Jesús no sólo le dice a esta mujer que él es el Mesías, a quien llaman el Cristo (el ungido) sino que le dice también quien es Dios; a quien Jesús llama el Padre. El Mesías declara tajantemente que los Judíos saben lo que adoran pero los samaritanos no, también le dice a la samaritana que Dios es espíritu, es decir, Dios es un espíritu que está en todas partes a la vez (omnipresente) que busca gente que lo adore espiritualmente, que lo adore todo el tiempo y en todo lugar, puesto que es un ser inmenso que todo lo ve, todo lo sabe y está en todas partes. Fue quien creó todo él solo, sin la ayuda de nadie (Isaías 44:24). En este pasaje la naturaleza de Dios (llamado también el Padre) contrasta con la naturaleza de Jesús. Mientras Dios es presentado como un Espíritu, Jesús es de carne y hueso, tiene sed y está cansado, además Jesús declara ser el Cristo, lo que significa literalmente ungido. Un ungido es un ser humano que Dios ha apartado y dotado con poder sobrenatural y con su propia presencia para realizar un trabajo especial.
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¿Cuándo fue ungido Jesús?
Muchas personas creen que Jesús nació siendo el cristo, pero la escritura nos muestra que Jesús se volvió Jesucristo, el día que fue bautizado (sumergido) en agua por Juan y sumergido bajo el espíritu santo de Dios. Cuando Jesús fue bautizado por Juan se abrió el cielo y se escuchó la voz de Dios.
Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Pero Juan le resistía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús respondió, y le dijo: Deja ahora; porque nos es preciso cumplir así toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre Él. Y he aquí una voz del cielo que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo contentamiento. (Mateo 3:13-17)
Aquí las escrituras nos muestran cuando Jesús fue ungido por Dios. Dios puso su Espíritu en Él y ésta es la forma como Jesús mismo se presenta y así es que las escrituras quieren que veamos la verdad. En el evangelio de Lucas 4:17- Jesús también se presenta a sí mismo como un ser humano ungido, miremos:
Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y salió su fama por toda la tierra de alrededor. Y Él enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado de todos. Y vino a Nazaret, donde había sido criado; y entró el día sábado en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y le fue dado el libro del profeta Isaías. Y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu de YHWH está sobre mí: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón: Para predicar libertad a los cautivos: Y a los ciegos vista: Para poner en libertad a los quebrantados: Para predicar el año agradable del Señor
Jesús dice que YHWH (Dios) ha puesto su espíritu en él. Esto descarta la posibilidad de que Jesús sea YHWH (Dios). Así que las escrituras quieren que entendamos que el Espíritu Santo de Dios ahora estaba sobre Jesús después de su bautismo y esto le daba autoridad para enseñar y hacer entender a los demás la palabra de Dios.
Si Jesús no es Dios ¿Cómo es que realizó los milagros?
Muchas personas se preguntan esto y la sola pregunta les basta como respuesta, pero en el reporte bíblico nos encontramos con declaraciones que nos darían un punto de vista diferente. En el evangelio de Juan Jesús hace las siguientes declaraciones:
Que tu corazón no se angustie. Cree en Dios. Cree también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo te lo diría. Voy a preparar un lugar para ti. Si yo voy y preparo un lugar para ti, volveré y te recibiré yo mismo; para que donde yo este, ustedes también puedan estar. (Juan 14:1-3)
Es interesante como Jesús hace clara diferencia entre Dios y él mismo, y cómo aquí nos dice que el se va a preparar un lugar y que luego volvería a establecer ese lugar en la tierra. Esto ocurrirá cuando Jesucristo vuelva del cielo y establezca el reino de Dios en la tierra y todas las naciones le obedecerán.
¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que les digo, no las digo por mi mismo; sino mi Padre quien vive en mí que hace sus obras. Creánme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; o en otro caso creánme por causa de las obras. (Juan 14:10-11)
Jesús declara tajantemente que no es él quien hace las obras y dice las palabras sino su Padre que está en él. Es obvio que su Padre es Dios (YHWH), y ya hemos visto que Dios es un Espíritu. Jesús quiere que entendamos que Dios estaba en Él y que Dios mismo hacía las cosas a través de Él, ésta declaración descarta nuevamente la idea de que Jesús es Dios. El lector verá que ésta forma de ver la naturaleza de Dios concuerda con la escritura perfectamente y además es lo que la Biblia dice en forma literal. También verá que ésta forma de ver a Dios y a Jesús es totalmente lógica y racional, es tan entendible que la puede entender un niño y una persona que no ha estudiado, Dios es un Espíritu, invisible y poderoso que extiende su presencia a los humanos ungiéndolos. Dándonos su Espíritu Santo. El Espíritu Santo de Dios es precisamente eso, su Espíritu, no una persona aislada, no una fuerza activa, sino Dios mismo, extendiendo su presencia.
Ustedes escucharon que les dije, `Me voy, y vendré a ustedes.´ Si ustedes me amaran, ustedes se regocijarían, porque dije `Voy al Padre;´ pues el Padre es más grande que Yo. (Juan 14:28)
Tan claro lo expresa Jesús: Dios es más grande que él, aunque es algo obvio, el lo reitera pues quiere que quede muy claro. ¿Cómo puede ser Jesús Dios si el mismo Jesús nos dice que Dios es más grande que Él? ¿Puede ser Dios más grande que Dios?
Si siguen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; tal como yo he seguido los mandamientos de mi Padre, y me mantengo en su amor.
(Juan 15:10)
Aquí vemos la misma declaración en Jesús. ¿Puede Dios seguir los mandamientos de Dios? ¿No se supone que Dios es perfecto y que no necesita que nadie le mande? A Dios nadie le da mandamientos, Él es quien da los mandamientos. Pero Aquí claramente Jesús recibió mandamientos, por ende, Jesús no es Dios, sino que recibió todo de Dios para darlo a sus seguidores.
pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado, y han creído que vine de Dios. (Juan 16:27)
Jesús dice que el vino de Dios, no que él es Dios.
Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti el único y verdadero Dios, y a aquel a quien enviaste, Jesús el Cristo. (17:3)
Jesús está orando a su Padre y Dios (YHWH) y declara que la vida eterna consiste en conocer bien a ese ser quien es el único Dios y conocer a Jesús como el Cristo, es decir, el ungido. Claro que Jesucristo es un ungido muy especial, puesto que es el hijo del hombre, pero esto significa que él es precisamente eso: un hombre, un ser humano, no Dios. Puesto que Dios no es un ungido, Dios es el que unge.
Ahora ellos saben que todas las cosas que me has dado vienen de ti, pues las palabras que me has dado se las he dado a ellos, y ellos las recibieron, y se aseguraron de que yo venía de ti, y han creído que tú me has enviado. (Juan 17:7-
Con estos versículos queda más que claro cómo es que Jesús quiere que lo veamos. Si Jesús hubiera querido que pensáramos que él es Dios, el lo hubiera dicho con toda la claridad y sencillez con la que dijo y enseñó todo. Jesús dice que lo que él tiene todo le fue dado. Dios es el que da todo. Esto nos muestra nuevamente que Jesús nunca pretendió igualarse con Dios ni quiere que sus seguidores crean que él es Dios, sino más bien, el enviado de Dios, el Cristo. Es impactante que Jesús reiterativamente nos dé explicaciones del origen de su poder, Jesús siempre hablaba con la verdad y su mayor anhelo era dar a conocer las cosas como son y aclarar todo, es por esto que también declara que lo que más quiere es honrar a su Padre. Obviamente los fariseos y algunos judíos de la época malinterpretaban a Jesús puesto que no amaban realmente a Dios y buscaban darse gloria los unos a los otros, pero Jesús nunca quiso igualarse con Dios ni tampoco quiso que sus contemporáneos pensaran que él es Dios, todo lo contrario, hizo muchas declaraciones que descartan esa posibilidad. En la actualidad hay muchos “creyentes” que ven las cosas diferentes a como las presenta Jesús, ellos están creyendo y predicando un Jesús diferente, un Jesús distinto al que nos presentan las escrituras.
El mandamiento más importante
Como si lo que hemos visto hasta ahora fuera poco, hay un pasaje en la Biblia descrita por Marcos en el capitulo 12:28, allí aparece Jesús declarando la verdad judía:
Uno de los escribas fue y los escuchó discutiendo juntos. Sabiendo que Jesús les había contestado bien le pregunto, «¿Cuál mandamiento es el más importante de todos?» Jesús contestó, «El más importante es, `Escucha Israel, YHWH nuestro Dios el Señor es uno: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con toda tu fuerza. ´ Este es el primer mandamiento. El segundo es así, `Amarás a tu prójimo como a ti mismo.´ No hay otros mandamientos más importante que estos.» El escriba le dijo a Jesús, «Realmente maestro, haz dicho bien que Él es uno y que no hay otro sino Él, y amarlo con todo el corazón, todo el entendimiento, todo el alma y con toda la fuerza, y amar al prójimo como a sí mismo son más importante que todas las ofrendas que se queman y los sacrificios.» Cuando Jesús vio que contestó sabiamente le dijo, «Tú no estás lejos del Reino de Dios.»
(Marcos 12:28-32)
No sólo Jesús dice que Dios es sólo uno, lo que descarta cualquier Dios compuesto por tres personas diferentes, sino que declara que creer en un Dios único y amarlo más que a todo, es el mandamiento más importante, de eso depende nuestra vida eterna.
La tentación del maligno
En el bien conocido pasaje de la tentación de Cristo tenemos el mismo dilema, pues el diablo le ofrece todos los reinos del mundo a Jesús el Mesías con la condición de que lo adore, a lo que Jesús le responde con la misma frase:
De nuevo, el diablo lo subió a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de estos. Y le dijo, «Todas estas cosas te daré, si te postras y me adoras.» Entonces Jesús le dijo, « ¡Aléjate de mí Satanás! Porque está escrito, `Adorarás al Señor tu Dios, y sólo a Él le servirás.´» (Mateo 8-10)
Después de leer todo lo que hemos visto, ¿De verdad es posible seguir creyendo que Jesús estaba hablando de sí mismo aquí? Las personas que creen que Jesucristo es YHWH, creen que aquí Jesús está hablando de sí mismo, lo cual sería bastante improbable y contradeciría muchas otras declaraciones que estamos viendo, crearía un conflicto interpretativo, es posible que sea por esto que tradicionalmente se enseña que la gente común no puede entender la Biblia. Jesús no contradice la creencia Judía de que YHWH es el único Dios, recordemos que Jesucristo también declaró que no vino para cambiar la ley sino para cumplirla, esto quiere decir que él no vino a cambiar las creencias judías sino a hacerlas cumplir. Los Judíos esperaban (y aún esperan) al Mesías, un hombre descendiente de David que gobernará toda la tierra y que implantará el reino de YHWH en la tierra, un ser humano ungido. |
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Las enseñanzas de Jesús
Si nos empeñamos en ver a Jesús como “Dios de verdadero Dios” como reza el dogma, se crearía otro conflicto a la hora de interpretar las enseñanzas de Jesús, por ejemplo:
Tengan cuidado de no dar sus ofrendas de caridad ante los hombres, para ser vistos por ellos, o de lo contrario no tendrán recompensa de su Padre quien está en el cielo (Mateo 6:1)
En esta sencilla enseñanza Jesús dice que nuestro Padre está en el cielo o Padre celestial. ¿Quién es el padre celestial? obviamente no es Jesús puesto que cuando él enseñó esto él estaba parado sobre un monte en Jerusalén.
Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, y después de cerrar tu puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará abiertamente (Mateo 6:6).
Lo mismo aquí, sólo Dios ve en lo secreto y puede escuchar nuestras oraciones. ¿Cómo es posible que haya personas que aún siguen pensando que Jesús es Dios?
Por tanto oren así: `Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Que tu Reino venga. Que se haga tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan diario. Y perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos han ofendido. Y no nos conduzcas a la tentación, más líbranos del malo. Porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria por siempre. Amén (Mateo 6:9-13)
Si Jesús fuera Dios él hubiera enseñado más bien, “ora a tu Padre y a mí que vemos en lo secreto”. Pero no, Jesús tiene muy claro que él no es Dios sino “El Hijo de Dios”; además tiene muy claro que sus seguidores también son hijos de Dios y son sus hermanos (Hebreos 2:11).
La oración en el huerto de Getzemaní
Pocas personas se acercan a la Biblia con la intención de ser trasformadas y renovadas por la palabra de Dios, los demás se acercan para que la Biblia les diga lo que quieren oír, esto es una pena y es la razón por la que permanecen en los dogmas. Pero cuando vamos a la Escritura vemos que las cosas son presentadas de una forma muy clara y lejos de los dogmas. Y si vamos con la intención de aprender y con una mente crítica, surgen preguntas que nos llevan a la interpretación correcta de las escrituras. Permítanme presentarles el siguiente ejemplo:
Y él se apartó de ellos como a un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa este vaso de mí; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y le apareció un ángel del cielo confortándole. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y fue su sudor como gotas de sangre que caían hasta la tierra. (Lucas 22:41-44)
¿A quién le oraba Jesús? Si Jesús fuera Dios, ¿oraría? ¿Puede Dios orar a Dios? y la pregunta más importante de todas: ¿Por qué dice que se haga tu voluntad y no la mía? Si Jesús fuera Dios, tendría la misma voluntad de Dios, pero aquí claramente hay dos voluntades, la voluntad de Dios y la voluntad de Jesús. Algunas personas argumentan que aquí Jesús hablaba como hombre, pero ¿no es obvio que un hombre hable como un hombre? y es que ¿Acaso tenemos que hacer un curso para aprender a interpretar donde Jesús habla como hombre y donde como Dios? Muchas personas dirían que Jesús es 100% hombre y 100% Dios, pero ¿Es posible ser 200%? Ser humano es lo contrario a ser Dios.
Las palabras de Jesús en la cruz
“Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó con gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46).
Justo antes de morir Jesús comenzó a gritar Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? El espíritu de Dios abandonó a Jesús justo antes de su muerte, porque Jesús estaba siendo el cordero expiatorio y el pecado de la humanidad estaba sobre él, y como Dios es un Espíritu Santo, él no tiene nada que ver con el mal (Santiago). Este argumento bastaría por sí mismo para demostrar que Jesús no puede ser Dios, puesto que Dios no puede abandonar a Dios. Un Dios eterno y perfecto no puede hacer la expiación por el pecado del hombre, un Dios santo no puede cargar el pecado, puesto que Dios no tiene nada que ver con el mal, pero Jesús, aunque fue engendrado por Dios, es un ser humano y puede cargar el pecado en él y expiarlo. Éste punto de vista armoniza totalmente con todo lo que hemos visto, desde el punto de vista trinitario, tocaría inventar una explicación intrincada y filosófica, una explicación que no podría entender un niño.
La sencillez de Dios
Si tomamos todas estas declaraciones en su sentido más sencillo, sin darle vueltas filosóficas a estos textos, entendiendo como entienden los niños, tenemos a un Jesús que es totalmente humano y que está ungido por Dios para hacer obras excepcionales, pero que al fin y al cabo, quien realiza las obras es Dios mismo que está en él. Éste Dios es un espíritu invisible que nadie ha visto pero que es real y poderoso, fue quien creó todo lo que existe y fue este mismo espíritu quien engendró a Jesús en el vientre de una mujer virgen de Israel y cuando Jesús creció, vino sobre él y lo ungió, es decir, lo dotó con poder y sabiduría sobrenaturales para realizar su voluntad. Parece que ésta es la forma como también lo veían en su tiempo los apóstoles y las personas más cercanas a Jesús el Mesías.
El testimonio de los apóstoles
Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente. Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. (Mateo 16:16-17)
El apóstol Pedro fue felicitado por Jesús en esta ocasión por declarar que Jesús es el Mesías, o hijo de Dios. Y le dice que ésta es una revelación de Dios del cielo (mi Padre que está en el cielo). Si Dios está en el cielo, Jesús no es Dios. Después de Jesús morir y resucitar, se quedó por cuarenta días hablándoles y revelándoles más cosas del reino de Dios a sus discípulos y luego fue llevado al cielo. Pedro en una ocasión declara acerca de Jesús lo siguiente:
«Hombres de Israel, ¡escuchen estas palabras! Jesús de Nazaret, un hombre aprobado por Dios para ustedes por los milagros, maravillas y señales que Dios hizo mediante Él entre ustedes, así como ustedes mismos también saben, entregado con propósito determinado y ya conocido de Dios ustedes lo tomaron, y por manos sin ley lo crucificaron y lo mataron; a quien Dios ha resucitado, lo ha liberado de los dolores de la muerte, porque no era posible que Él fuera retenido por esta (Hechos 2:22-24).
Es muy interesante que Pedro no dice nada diferente a lo que Jesús les había contado, aquí el énfasis es que Dios ungió con poder a Jesús de Nazareth y que anduvo haciendo milagros porque Dios estaba con él. Es muy inquietante que Pedro mismo declara que Jesús es un ser humano pero que Dios estaba en él y así pudo Dios hacer su obra a través de Jesús. Ésta forma de ver a Jesús y a Dios armoniza perfectamente, el apóstol Pablo también concuerda en este mismo punto de vista:
Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según el Cristo, porque en él habita toda plenitud de la divinidad corporalmente (Colosenses 2:8-9).
La declaración de Pablo no es diferente de la de Jesús y los demás apóstoles, él nos dice que no nos dejemos engañar por filosofías, puesto que en él habitaba la plenitud de la deidad, es decir, Dios. El lector deberá tener cuidado de no interpretar aquí como los filósofos lo interpretan, alegando que Jesús es Dios, sino, con la misma sencillez de Pablo, decir que en Jesús habitaba Dios en toda su plenitud, ésa es la forma de verlo, ésa forma armoniza con toda la escritura y no contradice a Jesús como hemos visto. Mas adelante Pablo dirá:
sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos. (Colosenses 2:12)
Nótese que dice que Dios lo resucitó, no se resucitó por sí mismo, sino que Dios fue quien realizó la operación, ya que él estaba muerto no podía hacer nada, puesto que un muerto nada puede hacer. En otra declaración Pablo nos vuelve a mostrar su claro punto de vista:
Y todo esto por Dios, el cual nos reconcilió a sí por Jesús el Cristo; y (nos) dio el ministerio de la reconciliación. Porque ciertamente Dios estaba en el Cristo reconciliando el mundo a sí mismo , no imputándoles sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la Reconciliación. Así que, somos embajadores en Nombre del Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro; os rogamos en Nombre del Cristo: Reconciliaos a Dios. Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. (2 Corintios 18-21)
¿Por qué se empeñan en torcer las escrituras quienes afirman que Jesús es Dios? ¿Acaso no está muy clara la distinción aquí hecha por el apóstol Pablo? Pablo declara que Dios estaba en el Cristo, no que el Cristo es Dios. Pero así como no hay peor ciego que el que no quiere ver, las personas están tan acostumbradas a ver la escritura con los ojos del dogma, que cuando pasan por estos versículos, los miran pero no los ven, los oyen pero no los escuchan, los leen pero no los comprenden. Se han vuelto tardos para oír, como si su mente estuviera embotada. Éstos son apenas unos cuantos ejemplos de los muchos que hay en las escrituras, le recomiendo al lector que lea todos los saludos de las cartas apostólicas para que lo compruebe por usted mismo.
Las oraciones de los apóstoles
Más interesante es el hecho de que los apóstoles dirigían su oración siempre hacia Dios (el Padre) y nunca hacia Jesús. Tampoco encontramos que le dirijan la oración al Espíritu Santo, pues para ellos era claro que dicho Espíritu es el Espíritu del Padre (Dios) y no una persona aparte de Él. También en sus saludos, encontramos la clara diferencia que ellos hacen de Dios (el Padre) de Jesús el Mesías (ungido) Miremos algunos ejemplos:
Pablo, apóstol de Jesús, el Cristo, por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la Iglesia de Dios que está en Corinto, juntamente con todos los santos que están por toda la Acaya: Gracia tengáis, y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesús, el Cristo. Bendito sea el Dios y Padre del Señor Jesús, el Cristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación (2 Corintios 1:1-3).
Tal es la claridad de los apóstoles, y ésta debería ser la luz para la interpretación de las otras declaraciones que son tal vez difíciles de entender. Pablo hace una diferencia tajante entre Dios y el Cristo. Miremos que dice Pedro:
Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado fe igualmente preciosa con nosotros por la justicia de Dios y de nuestro Salvador Jesucristo. Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios, y de Jesús nuestro Señor (1 Pedro 1:1-2).
También Pedro parece entender las cosas igual que todos los Hebreos creyentes. |
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La advertencia sobre el espíritu del anticristo
Una de las cosas impresionantes es ver en las escrituras el énfasis que ponen los escritores bíblicos en que debemos tener conocimiento para no dejarnos engañar, puesto que hay muchos engañadores que divulgan enseñanzas en el nombre de Jesús y predican lo que no entienden. Uno de los pasajes más claros se encuentra en la primera carta del apóstol Juan:
¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Éste es anticristo, que niega al Padre y al Hijo (1 Juan 2:22).
Ya hemos visto que Cristo significa ungido, así que el que niega que Jesús es ungido es anticristiano. Decir que Jesús es Dios es negar que es un ser humano ungido, por esto el apóstol Juan hace ésta advertencia en su segunda carta:
Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo. (2 Juan 1:9)
La doctrina de Cristo como hemos visto, es que Dios estaba en él, no que Él fuera Dios. Más adelante veremos:
Porque muchos engañadores han entrado en el mundo, los cuales no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. El que tal hace es engañador y anticristo. (2 Juan 1:7)
Juan dice claramente que aquel que niega que Jesucristo vino en carne, es el anticristo. Esta expresión antigua “ha venido en carne”, era una forma de decir que era un ser humano, por eso las traducciones modernas de la Biblia vierten el versículo así:
Porque muchos engañadores han salido por el mundo, los cuales no confiesan que el Cristo vino como ser humano. El que dice eso es engañador y anticristo. (2 Juan 1:7)
Para Juan la forma de reconocer el espíritu de Dios del espíritu del anticristo es escuchándolos, todo el que niega que el Mesías es un ser humano no es de Dios sino del maligno, y todo el que afirma que el Mesías es un ser humano, es de Dios. Jesús advirtió que surgirían un gran número de falsos ungidos o cristos que harían señales para engañar a los escogidos de Dios si fuera posible. Hoy es fácil verlos en acción, a través de los medios de comunicación, la radio, la prensa y la propaganda de cultos, podemos ver individuos que proclaman que Jesucristo es Dios y que Dios es una composición de tres personas, dicha declaración contradice las escrituras y pertenece al espíritu del anticristo, puesto que decir que Jesús es Dios es negar que es humano, ya que no se puede ser Dios y humano a la misma vez. Lo que sí es posible es que Dios, que es un espíritu, ponga su presencia en nosotros los humanos, y éste como hemos visto, es el caso de Jesús de Nazaret, según lo reportan los escritores bíblicos y lo declara el mismo Jesús.
Conclusión
La Biblia muestra claramente cómo debemos entender a Dios y como debemos verlo para conocerlo bien, pero la teología tradicional parece haber desviado y torcido las sencillas enseñanzas de nuestro Señor Jesús el Mesías. Después de repasar toda esta evidencia, el lector deberá tomar su propia decisión. Cada cual debe decidir por sí mismo si va a creer a la tradición o si va a creer a la Biblia y a Jesucristo. En este punto Jesús siempre fue muy radical, en una oportunidad el reprendió a los fariseos por seguir la tradición antes que a la verdad de Dios. Cabe resaltar que si Jesucristo no es Dios, de nada valen las oraciones que millones dirigen a él cada día y que mucha gente no encuentra salida porque tal vez no ha buscado en el lugar correcto, miles de oraciones no tienen respuesta porque las dirigen a alguien que no puede escucharlos puesto que solo Dios es omnipresente. Jesús mismo enseñó que cuando fuéramos a orar debemos orar a nuestro Padre quien ve en lo secreto y por lógica esta declaración lo descarta a él. También el en estudio que analizamos anteriormente Jesús declara que Los verdaderos adoradores adoran al Padre y aquí también es nuestra decisión si queremos adorar al único Dios verdadero [ El Padre (Juan 17:3) ] como enseña Jesucristo, o si vamos a adorar a una imagen personal de Dios, inventarnos nuestra forma de ver a Dios, o creer la tradición que promueve la invención humana y filosófica de un Dios trino, lo cual sería una idolatría, puesto que esto sería una forma incorrecta de ver a Dios, sería un ídolo. La decisión pues, está relegada a nuestro libre albedrío. Personalmente me inclinaré siempre hacia la sencillez como nuestro maestro Jesús enseña. Cuando se dice que Jesús es Dios encarnado, debe entenderse entonces a la luz del contexto bíblico completo, sin armar pretextos sacando textos del contexto, debe entenderse como que Dios estaba en Jesús, habitó en Jesús con toda su plenitud, no que Jesús sea Dios, además en la Biblia no encontraremos la frase “Dios encarnado”. Creo que Dios es uno solo, que es Espíritu y que es Santo, y que Jesucristo es su hijo y su ungido principal, su Mesías. Creo que Jesucristo murió, resucitó y volverá a a la tierra a instaurar un reino de paz y de amor sin precedentes en la historia de la humanidad, conocido como “El reino de Dios” creo que Jesucristo es el único nombre en el cual podemos ser salvos y el camino para conocer al único Dios verdadero.
Epístola
Se me hizo necesaria una última observación en cuanto al estudio que acabamos de ver. Me parece sorprendente que después de tanta claridad en la evidencia bíblica aún hay supuestos “creyentes” que permanecen en el dogma de que Jesús es Dios y de que Dios es una trinidad. Semejante doctrina es una aberración y un insulto a la inteligencia que nos dio nuestro creador y Padre (Dios) ¿Cómo puede alguien creer en algo que no entiende? ¿No es mucho más sensato creer que Jesucristo es un ser humano, aunque un ser humano muy especial, creado milagrosamente por Dios en el vientre de una virgen y ahora es el primer ser humano en la historia con vida eterna, es decir, con inmortalidad?. Pero todos estamos llamados a ésta inmortalidad y a ese reino venidero que será el mismo paraíso en la tierra. Éste es el centro del mensaje de la salvación, y la esperanza de la vida eterna en el reino de Dios es la razón de nuestra santificación actual y de nuestro arrepentimiento. En la gran mayoría de iglesias se ven “creyentes” angustiados y preocupados porque la iglesia está dormida y estamos muy lejos de lo que vivió la iglesia primitiva, pero no se dan cuenta que esto se debe a que el mensaje que se está enseñando está muy lejos del que se enseñaba en aquel tiempo. Arrepentimiento y santificación para poder disfrutar y entrar en el reino de Dios venidero. Ésta es la bendita esperanza que mantuvo las cabezas en alto de muchos mártires mientras estaban siendo decapitados. Habría mucho más que decir sobre esto por ahora me despido con las palabras del apóstol Pablo a Timoteo:
Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesús el hombre ungido (Jesucristo hombre) 1 Timoteo 3:17
Bendiciones para todos
Por el unitario David Macías Isaza
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