Utah (en español arcaico: Yuta,5 pronunciado [ɟʝu.ta]; pronunciación en inglés: /ˈjuːtɑː/) es uno de los cincuenta estados que, junto con Washington D. C., forman los Estados Unidos de América. Su capital y ciudad más poblada es Salt Lake City.
Está ubicado en la región Oeste del país, división Montañas Rocosas. Limita al norte con Idaho, al noreste con Wyoming, al este con Colorado, al sureste con Nuevo México, al sur con Arizona y al oeste con Nevada. Con 12,57 hab/km² es el décimo estado menos densamente poblado, por delante de Nevada, Nebraska, Idaho, Nuevo México, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Montana, Wyoming y Alaska, el menos densamente poblado. Fue el sexto más tardío en ser admitido en la Unión, el 4 de enero de 1896, como el estado número 45, por delante de Oklahoma, Nuevo México, Arizona, Alaska y Hawái.
Es famoso por albergar la sede de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Utah es uno de los centros de transporte y telecomunicaciones más importantes del oeste estadounidense. Su capital es un importante centro financiero y comercial del Oeste estadounidense. La industria de manufactura y de alta tecnología son también importantes fuentes de renta del estado, así como la agricultura y la ganadería. Posee un sistema de educación y de salud nacionalmente renombrado. La principal fuente de renta, sin embargo, es el turismo. Sus bellezas naturales atraen al estado a millones de turistas cada año. Estas atracciones van desde grandes cadenas de montañas propicias a la práctica del esquí (en 2002 se celebraron en Utah los Juegos Olímpicos de Invierno) y de rocas que debido a la acción de la erosión fueron excavadas formando «puentes» rocosos, hasta el Gran Lago Salado —el mayor lago al oeste del río Misisipi, y que es cuatro veces más salado que el agua de mar—. Gran parte del estado posee un aspecto y un clima desértico.
El estado y su historia están marcados por la gran presencia de los mormones. El término «mormones» hace referencia como sobrenombre a los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Cerca del 60 % de la población de Utah son miembros de esta asociación religiosa, cuya sede central se encuentra en Salt Lake City. Sus primeros miembros se instalaron inicialmente en la región del actual estado de Utah en 1847, y llamaron a la región Deseret —que significa 'abeja obrera' en el lenguaje del Libro de Mormón—.
En 1848, por el Tratado de Guadalupe Hidalgo, Estados Unidos se anexionó Utah, después de su victoria sobre México durante la intervención estadounidense en México. El Congreso estadounidense creó el Territorio de Utah en 1850 —dando nombre al territorio por la tribu amerindia ute, 'pueblo de las montañas', que vivía en la región.6 El 4 de enero de 1896, Utah se convirtió en el 45° estado de los Estados Unidos.
Utah toma su nombre de la palabra española Yuta,5 nombre con que los españoles denominaron a los indígenas yutas, hablantes del idioma shoshoni que habitaban en el actual valle del lago Utah. Este topónimo es la modificación de la palabra indígena qusutas, con la que el padre franciscano Gerónimo de Zárate Salmerón designó a este pueblo en el año 1620. Probablemente deriva de las lenguas apache occidentales o del pueblo jémez.7
Arco Delicado, el arco más emblemático del
parque nacional de los Arcos y uno de los símbolos más populares de Utah, además de imagen en las matrículas de automóviles del estado.
Tribus amerindias[editar]
Dos tribus amerindias vivían en la región que constituye el actual estado estadounidense de Utah miles de años antes de la llegada de los primeros exploradores europeos. Estas tribus eran los anasazi y los fremonte. Estas tribus nativo americanas eran subgrupos de la etnia amerindia ute-azteca, y eran sedentarios. Los anasazi construían sus residencias a través de excavaciones en montes, y los fremontes construían casas de paja antes de desaparecer de la región alrededor del siglo xv. Otro grupo nativo americano, los navajos, se instalaron en la región alrededor del siglo xviii. A mediados del siglo xviii, otras tribus uto-aztecas, tales como los gosiute, los paiute, los shoshone y los ute, también se instalaron en la región. Estos cinco grupos estaban presentes cuando llegaron los primeros exploradores europeos.
Exploración española e incorporación a México[editar]
La región sur de Utah fue explorada por los españoles en 1540, al mando de Francisco Vázquez de Coronado, cuando buscaba la legendaria Cíbola. Un grupo conducido por dos frailes franciscanos novohispanos —conocida como expedición de Domínguez y Escalante— dejó Santa Fe en 1776, esperando encontrar una ruta a las misiones de la costa de California. La expedición viajó hacia el lejano norte hasta el lago Utah y encontró a los residentes nativos. Los españoles realizaron más exploraciones en la región, pero no se interesaron por conquistar la zona debido a su naturaleza desértica. En 1821, con la secesión del naciente México del Imperio Español, la región de Utah pasó a formar parte del naciente México, como parte integrante de la Alta California.
Tramperos comerciantes de pieles exploraron algunas regiones de Utah a principios de los años 1800. La ciudad de Provo fue llamada así por unos de esos hombres, Étienne Provost, que visitó el área en 1825. La ciudad de Ogden fue nombrada por un miembro de la Compañía de la Bahía de Hudson, Peter Skene Ogden que comerciaba con pieles en el Valle Weber. A finales de 1824 el estadounidense Jimmy Bridger se convirtió en la primera persona blanca en avistar el Gran Lago Salado. Debido a la gran salinidad de sus aguas, Bridger pensó que había encontrado el océano Pacífico. Posteriormente, sin embargo, se descubrió que este cuerpo de agua no pasaba de ser un gigantesco lago salado. Tras el descubrimiento del lago, cientos de comerciantes y cazadores fundaron puestos comerciales en la región, y en torno a la década de 1830, millares de personas, viajando desde el Este en dirección al oeste estadounidense, realizaban escalas en la región del Gran Lago Salado.