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13 julio 1969: Pablo VI recuerda en ángelus la primera misión del "Apollo 11"
El Osservatore Romano, recuerda esta efemérides, en lo que fue un momento histórico, que marco el mundo. Marcello Filotei recuerda el 20 de julio cuando los astronautas llegaron a la luna
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
“La ciencia ficción se hizo realidad el 20 de julio de 1969, cuando los astronautas estadounidenses Neil Armstrong y Buzz Aldrin pisaron la luna a la que habían llegado después de cuatro días de viaje a bordo del Apollo 11. El tercer miembro de la misión, Michael Collins tuvo mala suerte, a pesar de que él dijo que no”.
Filotei recuerda que Collins era el único que podía pilotar el módulo de mando, y tenía que permanecer en órbita mientras los otros dos saltaban a la superficie lunar mientras el mundo los miraba en mundovisión. Era necesario, sin él, la misión no habría tenido éxito, pero no “debería haber sido fácil mantenerse alejado como Moisés para contemplar la "Luna prometida" sin poder alcanzarla. En cada órbita durante 48 minutos permaneció fuera del contacto por radio con la Tierra, las emociones que sintió, según informó, no eran de miedo ni de soledad, sino de "conciencia, anticipación, satisfacción, confianza, casi exaltación". En cualquier caso, continuó: "es desde los tiempos de Adán que nadie ha conocido semejante soledad humana".”
El momento de bajar a la luna
Los otros dos astronautas, tomaron más tiempo del esperado para salir del transbordador, “porque la mochila que llevaban detrás de ellos para asegurar su supervivencia era demasiado grande para pasar fácilmente por la escotilla”, cuenta Filotei, después de haber recolectado más de veinte kilogramos de piedras y haber plantado la bandera, en realidad solo lograron clavarla algunos centímetros porque el suelo era particularmente duro, regresaron a la nave.
Ante las maravillas de Dios ¿qué es el hombre?
Armstrong y Aldrin antes de regresar a la nave, dejaron en la superficie lunar una placa de oro en la que estaba grabado el Salmo 8: "Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies”.
Papa Pablo VI quiso este mensaje en la luna
El mensaje al cosmos le había sido confiado por Pablo VI, quien ya había dirigido su pensamiento a la misión una semana antes. Fue el 13 de julio cuando el Papa Montini enfatizó que el momento iba "más allá de los elementos descriptivos de este hecho único y maravilloso". Se estaba haciendo historia y lo que más sorprendió al Papa fue "ver que no se trata de sueños". "La ciencia ficción se convierte en realidad", dijo, pero no se detuvo allí, sino que captó un aspecto particular de la misión: "Si consideramos la organización de cerebros, actividades, instrumentos, medios económicos, con todos los estudios, experimentos, Los intentos, la hazaña, la admiración se convierte en reflexión y la reflexión se curva sobre el hombre, el mundo, la civilización, de donde brotan novedades de tal sabiduría y de tal poder ".
Una vez más volvieron a surgir las preguntas habituales: "¿Quién es capaz de hacer tanto? tan pequeño, tan frágil, tan similar al animal, que no cambia y no sobrepasa por sí mismo los límites de sus instintos naturales, y tan superior, tan maestro de las cosas, ¿tan victorioso en el tiempo y el espacio? ¿Quiénes somos? Seiscientos millones de personas vieron la luna en vivo. La intuición de Pablo VI llamó la atención sobre la mano del hombre, colocando "esta criatura de Dios, incluso más que la misteriosa Luna, en el centro de este viaje".
https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-07/efemerides-papa-pablo-vi-llegada-a-la-luna.html |
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Fátima, Trump y los sucesos del 13 de julio de 2024
Foto portada: R. P. Andrew Mahanna, Donald Trump y la Santísima Virgen María (2017)
A las 3.30pm, el 13 de julio de 2024, el sacerdote grecocatólico ucraniano Jason Charron inauguraba el mitin de Donald Trump en Butler, Pensilvania, con la siguiente oración: «Te imploramos que (…) en este tiempo de crisis en nuestra nación y en el mundo, tu Espíritu Santo use esta crisis para recordarnos que debemos enmendar nuestra relación contigo y con nuestro prójimo. Y que arrepintiéndonos de todo lo que nos retrae de ti y restaurando nuestros vínculos ante Tu mirada, podamos hacer a nuestra nación nuevamente grande, a través de Tu Gracia y Bondad. Y que, al hacer a nuestra nación nuevamente grande, se pueda encausar nuevamente al mundo. Amén».
Terminada la oración, poco tiempo después, el padre Charron –que hasta ahora no se explica cuál fue la razón por la que el equipo de campaña republicano lo convocó para dirigir la oración inaugural, más allá de algunas intervenciones suyas en canales de YouTube como Daily Wire y Pints with Aquinas– tuvo ocasión de saludar a Trump, a quien encontró significativamente sereno y cortés.
Luego, ya en la explanada, algunos asistentes le preguntaron sobre cuáles eran sus opiniones respecto a Trump. El padre Charron les contestó que no importaban tanto sus opiniones respecto de él y que lo importante era rezar por los líderes de la nación: «Antes teníamos monasterios y decenas de miles de religiosos consagrados rezando contra los Principados invisibles que nos dan guerra, ahora, sin ellos, solo quedan los hombres y mujeres comunes de la Iglesia doméstica para rezar por nuestros líderes. Y les dije a esas personas que recen por él, porque van a tratar de asesinarlo». Después de este vaticinio, casi involuntario, el padre Charron se dirigió a su automóvil y desde allí pudo observar el caos que se desataba en el momento en que un tirador intentaba asesinar a Donald Trump.
Pero no es la primera vez que un sacerdote católico de rito oriental se cruzaba en el camino de Trump, este fenómeno político de dimensiones mundiales que sorprendería al mundo alcanzando la presidencia de Estados Unidos en 2016 contra la oposición absoluta de todos los grandes poderes mundiales.
En enero de 2017, centenario de la aparición de la Santísima Virgen en Fátima, el padre Andrew Mahanna, del rito maronita, regaló a Donald Trump una estatua de la Nuestra Señora en esa advocación. Según algunos reportes, el clérigo maronita habría bendecido también la Casa Blanca.
No sería este tampoco el último encuentro de Donald Trump con la Santísima Virgen. En la clausura de la Convención Nacional Republicana de 2020, el 27 de agosto, celebrada en la Casa Blanca, mientras el mundo padecía el flagelo misterioso del COVID-19 y de las aun más misteriosas tiranías sanitarias y Estados Unidos acababa de sufrir las violentas insurrecciones marxisto-demócratas a raíz de la muerte de George Floyd, se cantó, desde el balcón, el Ave María. Nunca la Casa Blanca de Washington DC, lugar habitado durante siglos por personajes diversos vinculados a la perenne conjuración anticristiana, había atestiguado una recitación pública tan solemne de la salutación angélica.
Quien escribe estas líneas, cuando vio esto, no pudo dejar de pensar en la inminencia del Triunfo del Inmaculado Corazón de María. El conde Joseph de Maistre en Consideraciones sobre Francia, refiriéndose a la Revolución francesa, recordaba cómo, en tiempos de crisis históricas, ocurren fenómenos sorprendentes, imprevisibles y rápidos, semejantes a la «fructificación instantánea de un árbol en el mes de enero» y cómo muchos individuos actúan como si siguieran un designio superior del que en muchas ocasiones no son siquiera conscientes.
Así también será cuando ocurra el gran retorno que significa este triunfo. Incluso hasta sus enemigos obrarán, sin quererlo ni saberlo, para su consecución. Y los escogidos, que, como el Buen Ladrón, sin ser perfectos o siquiera ejemplares, reconocieron de alguna manera a Cristo y su doctrina n el ámbito temporal en medio de la Pasión de la Iglesia, también serán elevados de manera semejante, casi sin quererlo, a la conversión y la santidad.
El 13 de julio de 1917, la Santísima Virgen María reveló a los niños en la Cova de Iría las tres partes de un secreto. En la primera se les mostró el infierno: «Ustedes han visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Es para salvarlos que Dios quiere establecer en el mundo una devoción a mi Inmaculado Corazón. Si ustedes hacen lo que yo les diga, muchas almas se salvarán, y habrá paz. Esta guerra cesará, pero si los hombres no dejan de ofender a Dios, otra guerra más terrible comenzará durante el pontificado de Pio XI. Cuando vean una noche iluminada por una luz extraña y desconocida sabrán que esta es la señal que Dios les dará que indicará que está a punto de castigar al mundo con la guerra y el hambre, y por la persecución de la Iglesia y del Papa». En la segunda, la Virgen anuncia la difusión de los errores de Rusia (i. e.: el marxismo-leninismo), la aniquilación de muchas naciones y las persecuciones a la Iglesia y al Papado, así como el remedio de ellas, por la devoción al Inmaculado Corazón a través de la comunión reparadora de los primeros sábados y la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón, que inauguraría un periodo de paz, el anhelado Regnum Mariae. La tercera parte, sometida ulteriormente a toda clase de mistificaciones, anuncia, a través de diversas imágenes, la mayor persecución de la Iglesia en toda su historia: su autodemolición,
¿Pueden considerarse estos mensajes como menos relevantes en nuestro tiempo, en que la autodemolición de la Iglesia alcanza niveles nunca vistos, se niega o relativiza el infierno desde la cúspide de la Jerarquía eclesiástica, que no vacila en convertirse en compañera de ruta entusiasta de todos los herederos del marxismo-leninismo, empezando con la China de Xi Jinping y terminando con el wokismo occidental?
107 años después, el sábado 13 de julio de 2024, la bala disparada por Thomas Matthew Crooks estuvo a un centímetro o menos de impactar en la cabeza de Trump, que, en el momento del impacto, estaba en trance de girarla para leer un texto en una pantalla. El término «milagro» no ha estado ausente de los comentarios al respecto.
Pero los sucesos extraordinarios en torno a esta circunstancia no se agotan aquí: en marzo de 2024, Brandon Briggs, pastor evangélico, anunció la siguiente visión, que es tan precisa que podría llegar a parecer divinamente inspirada, según dijo: «Habrá una nueva ola de patriotismo. Vi a Trump y una ola roja que venía de Michigan (…) Y vi un atentado contra su vida. Una bala voló por su oreja, y estuvo tan cerca de su cabeza que reventó su tímpano y vi que caía de rodillas en este momento y empezó a adorar al Señor. Nació radicalmente de nuevo (…) y se encenderá de amor por Jesús» (10:40-11:40).
¿Anuncian acaso los eventos de este 13 de julio la llegada de un tiempo extraordinario de restauración, que empezará por el Oriente, figurado por los padres Charron y Mahanna, significando la conversión de Rusia, y que continuará con la de los Estados Unidos, tan temida a mediados del siglo XX por figuras anticristianas como Bertrand Russell y Paul Blanshard y solo evitada por la catástrofe del Concilio Vaticano II –suceso al que no estuvo ajeno el Departamento de Estado y assets suyos como John Courtney Murray–?
Quiéralo Dios. Ya otros oráculos lo anunciaban, pero después de una intensa y dolorosa purificación.
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1800's "Baron Trump" looks enough like Barron Trump, other parallels, foster time traveling theories
In the late 1800's author Ingersoll Lockwood wrote a series of children's novels whose main character was named "Baron Trump." And awaaayyyyy we go into Donald-Trump-is-a-time-traveler theories, which is pretty goofy, but let's look at some of the spooky parallels first. Snopes.com lists the contents of the books and the subsequent similarities as "mostly true".
- The books character, Baron Trump, starts his journey in Russia heading to America with a character guiding his way named "Don". (What the…?)
- The illustration of Baron does bear a resemblance to today's Barron Trump.
- Lockwood wrote another book called "1900; or, The Last President" in which a strongly opposed New York politician surprisingly gets elected president and people protest in a "state of uproar". (Ok, big deal)
- That politician lived in a hotel on New York's 5th Avenue. (Hmm, Trump Tower is on 5th Avenue.)
- He also chose someone for his cabinet named "Lafe…Pence". (Come on!)
From Snopes:
Baron Trump's Marvelous Underground Journey, and 1900: or, The Last President, are indeed real books by writer Ingersoll Lockwood. (We haven't been able to uncover any evidence proving that Donald Trump and his family have access to a time machine, however).
Both of the books are archived by the Library of Congress and can be read in full on Archive.org. Baron Trump's Marvelous Underground Journey was published in 1893 and 1900: or, The Last President came out a few years later. According to the Encyclopedia of Science Fiction, Lockwood penned at least one other book about the Baron Trump character, The Travels and Adventures of Little Baron Trump and His Wonderful Dog Bulgar, which was published in 1890.
Ok, maybe I can get into the creepiness of a 130 year-old book series prophetically calling out some things in our modern day. That's cool and fun and gives one the tingles, but time traveler Trump? No way.
If Trump had the ability to time travel do you think he'd choose this course for himself? Utter disgrace? I would think he'd go back to 2015 and start over. From that point to now he could have safely criticized the government, got another divorce, got another wife, cheated at golf without people caring that he wasn't working, attended things publicly with celebs, traveled without protests, lived in New York, hosted TV shows–you know, all the Trumpy stuff. What absolute maniac would trade that billionaire lifestyle for this President Trump life? Oh. Wait. Maybe he is a time traveler.
https://boingboing.net/2021/01/12/1800s-baron-trump-looks-enough-like-barron-trump-other-parallels-foster-time-traveling-theories.html |
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The Trump family: A guide to an American dynasty
Ana Faguy
BBC News, Washington
AFP
Before politics, Donald Trump built a dynasty with a multimillion-dollar inheritance, a brand name and a lot of expensive real estate.
Now that brand - and that name - is synonymous with the Republican Party, with various members of the Trump family now wielding influence.
As Trump prepares to return to the White House, here are some of the most prominent family members.
Donald Trump Jr
Getty Images
Donald Trump Jr, the eldest of the Trump children, has taken on a larger role in the years since his father left the White House.
He was prominent in the media during the selection of Trump's running-mate JD Vance who, he says, is a friend. "It's an incredible pick," he said at the Republican National Convention (RNC). "Truly a great choice."
He made no secret Ohio Senator JD Vance was his first pick and he got his wish.
Donald Trump Jr was previously married to Vanessa Trump, with whom he shares five children. He is now engaged to Kimberly Guilfoyle.
Eric Trump
Getty Images
Like his brother, Eric Trump, the third of Trump's children, has lobbied his father about issues important to him, according to reports.
He has kept a less public persona than his older brother but also maintains a leading presence in the Trump family business.
Ivanka Trump and Jared Kushner
Getty Images
Ivanka Trump and Jared Kushner were arguably the most influential family members during Trump's first stint in the White House.
The pair have been married since 2009 and share three children.
During Trump's time in office, Ivanka made numerous appearances on behalf of her father and his administration.
Mr Kushner held a senior adviser role in the White House from 2017 to 2021.
Tiffany Trump
Getty Images
The fourth child of the former president and the only one of Trump's children born to his second wife, Marla Maples.
She has not maintained any political role in her father's campaigns or time in the White House.
She has been married to Michael Boulos since 2022.
Kimberly Guilfoyle
Getty Images
Kimberly Guilfoyle and Donald Trump Jr have been together for six years and engaged since 2020.
She was a Fox News presenter from 2006 to 2018, before leaving to become a member of a pro-Trump super PAC (political action committee).
Like her fiancé, she has been an outspoken supporter of Trump, particularly in TV appearances.
She was married to California Governor Gavin Newsom in the early 2000s.
Lara Trump
EPA
Married to Eric, she is the rising star of the family, particularly since she began serving as Republican National Committee co-chair earlier this year. She has two children with Eric.
In July, she gave a speech at the convention and spoke warmly of her father-in-law.
"Our family has faced our fair share of death threats... none of that prepares you as a daughter-in-law to watch in real time someone try to kill a person you love," she said.
Melania Trump
Getty Images
Melania Trump, who returns to the White House as First Lady for a second term, has been married to Trump since 2005.
She maintained a low profile during Trump's first term in office and has made few public appearances since.
In July, she made an unexpected appearance at the convention, just days after an attempt on her husband’s life.
In a memoir released in October, she shared her pro-choice stance on abortion. Her position is in contrast with that of her husband who has taken credit for helping overturn Roe v Wade, upending the constitutional right to abortion.
Barron Trump, 18, is her only child with Trump.
Barron Trump
Getty Images
Barron Trump has largely stayed out of the spotlight during campaigning.
In May, it was reported he would be among the delegates from the state of Florida attending the convention in July, but a day later his mother stated that he had declined the offer.
He graduated from Oxbridge Academy in Palm Beach, Florida, in May and his father says he is now studying at Stern School of Business at New York University.
Kai Trump
Getty Images
Kai Trump is the eldest of Trump's grandchildren and the daughter of Donald Trump Jr and his former wife Vanessa Trump.
The 17-year-old is a keen golfer and spoke at the convention about what Trump is like as a grandfather.
“To me, he’s just a normal grandpa. He gives us candy and soda when our parents aren’t looking,” she said.
https://www.bbc.com/news/articles/ckmgly0mlz1o |
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