“[Dios] Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin” Eclesiastes 3:11
La estrella de seis puntas es, en magia, el símbolo del macrocosmos, Dios. (A diferencia de la estrella de cinco puntas, que es símbolo del hombre.)
El hexagrama se forma con la emanación de un sexto punto desde el centro del pentagrama. El sexto punto, que desde la perspectiva humana domina los cinco previos, representa al Espíritu superior del Todo, distinto al del hombre, mientras que el quinto punto (en la estrella de cinco puntas) es el espíritu que se otorga al individuo. El hexagrama representa la Voluntad de Dios realizada y por extensión a la humanidad, actuando en armonía con la ley cósmica. Por supuesto, la separación de lo superior y lo inferior es una ilusión. La eterna verdad de que todo espíritu es uno, florece y se renueva eternamente. En la Cábala, el hexagrama es el corazón de Adám Kadmon, microsopos, o Apoyo menor. Herméticamente es la unión de los opuestos, la fusión del sol y la luna.
«Copos de nieve vistos a través de un microscopio de barrido electrónico y coloreado artificialmente.»