El histórico proyecto de recuperar la navegabilidad del Río del la Plata hacia el océano Atlántico, sin tener que pasar por otro país y abonar allí tasas que encarecen los fletes y generan divisas en el extranjero y no en Argentina, nuevamente queda trunco en manos de un gobierno que entrega soberanía por donde se lo mire.
En los últimos días se conoció que el gobierno de Javier Milei desechó el proyecto de dragado del canal Magdalena, beneficiando a la vecina República del Uruguay, para que amplíe el puerto de Montevideo y recaude con los buques que salen de Argentina, ya sean de todo el Paraná o los Puertos de Buenos Aires y La Plata (Ensenada – Berisso).
RUTA VITAL Y ECONÓMICA
Pero no sólo afecta a las exportaciones o salidas de buques del país, sino también al comercio interno vía marítima. El canal Magdalena es concebido como una ruta vital para integrar los puertos argentinos y reducir los costos de navegación, y habría beneficiado a importantes puertos bonaerenses como La Plata y Bahía Blanca, se desvanece en favor del desarrollo portuario de Montevideo.
“En términos de abastecimiento de Tierra del Fuego, la noticia no podría ser más negativa. Para las embarcaciones que desde Buenos Aires o Rosario traen mercadería, insumos, hacia y desde nuestra provincia, tener que dirigirse obligatoriamente al puerto de Montevideo, encarece sustancialmente sus costos”, señalan especialistas y medios de comunicación de la provincia más austral de Argentina, como una de las tantas muestras de lo perjudicial del caso.
SUBE URUGUAY, BAJA ARGENTINA
La profundización del canal de acceso al puerto de Montevideo hasta los 14 metros, anunciada por su presidente Lacalle Pou, permitirá la entrada de buques de carga más grandes y aumentará la competitividad del puerto uruguayo. Si bien esto representa un avance significativo para Uruguay, para Argentina implica un retroceso en términos comerciales y de seguridad estratégica.
PÉRDIDA DE SOBERANÍA Y PUNTO ESTRATÉGICO
La decisión de abandonar el Canal Magdalena ha suscitado preocupación entre diversos sectores. Luciano Orellano, referente del Foro por la Recuperación del Paraná, advirtió que esta renuncia va más allá de lo comercial, siendo también un tema de defensa y soberanía nacional. Orellano señaló que Argentina está renunciando a tener un puerto estratégico como el de Buenos Aires y cede terreno en un aspecto crucial para la protección de sus intereses marítimos.
En resumen, el abandono del proyecto del canal Magdalena a favor de la ampliación del puerto de Montevideo refleja una nueva dinámica entre Argentina y Uruguay, con repercusiones que van más allá del ámbito comercial. Una clara renuncia a la soberanía nacional y a los intereses estratégicos en la región.