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Después, por la zona del llanito había 4 o 5 construcciones de cuyos habitantes recuerdo muy poco ya que el tiempo que vivieron en ellas fue prácticamente muy corto. Más allá del llanito se encontraban otras casas muy humildes en lo que hoy es la calle Zempoala y que a pesar de que nuestra relación con los niños de ese lugar fue mas cercana, el paso del tiempo en mí, ha puesto una bruma mental que hace que yo recuerde solo algunos nombres de mis amigos de ese tiempo ya que actualmente sólo con uno o dos de ellos conservo esa añeja amistad.
Después en la parte izquierda del llanito, había una construcción habitada por la familia Vargas cuyo jefe, Don Enrique Vargas, fue el precursor de la venta, fabricación, colocación y reparación de persianas y cortineros metálicos y todos los implementos y refacciones necesarias para las ventanas de casas habitación en esta ciudad de Xalapa y sus alrededores. De sus hijos, recuerdo a Jorge y Enrique Vargas con quienes convivimos varios años, hasta que por problemas familiares tuvieron que dejar el barrio y la ciudad.
También en la parte de atras del llanito pero por el lado derecho, está la propiedad de Don Ignacio Montano de quien se decían muchas cosas terribles pero que para mi sólo fueron palabras ya que nunca fuimos maltrados de ninguna manera por él. Sus hijos Armando, Nacho, Sergio y Lupita fueron grandes compañeros de juegos, travesuras e inquietudes.
A dos cuadras de la calle en donde habito hasta le fecha, estaba la construcción que albergaba a la familia presidida por Don Enrique Garrido, quien era propietario de fincas con una enorme superficie. Familia muy estimada por su actitud sencilla y respetuosa con todas las familias del barrio, sus hijos Roberto y Carlos, tambien fueron grandes compañeros y amigos con quienes hasta la fecha conservamos lazos verdaderamente amistosos.
A un costado de su casa y enfrente de la quinta Santa Elena, se levanta una hermosa construcción que hoy alberga a una escuela de contadores privados, y en la cual habitaba la familia ( no recuerdo sus nombres ), de Rolando, un niño que tenía un mundo de juguetes que le gustaba compartir con nosotros a pesar de que él era lo que se llama un niño rico, lo que no le importaba, recuerdo que tenía entre esa cantidad de juguetes, un rifle de diábolos, con el cual jugábamos tiro al blanco con el foco del corredorcito de la casa de los Garrido, sin que jamás descubrieran por qué se tronaba tan seguido. ¡ ha que muchachitos estos !
En la calle donde yo vivía, habitaban también familias cuyos jefes trabajaban en el S.U. y a los que recuerdo son estos, en el número 2 Don Alfredo y su esposa, y posteriormente, Don Nazario y su esposa Leonila con sus hijos Lourdes, Arturo (quirín), y Roberto; en el no. 4 alguien apodado "el piojo blanco" y después Don Jorge Blanco y su esposa; en el no. 6 alguien apodado "el pellejo" y después Don Luis Cházaro y su esposa y sus hijos, entre los que recuerdo a Luis y Mary; actualmente vive la Sra. Meche con su hijo Fernándo y sus hijas Sarita y Aideé. En el no. 8 mero enfrente de nuestra casa, Don Máximo y su esposa y su hija Malena, actualmente la ocupan la Sra Bertha y algunos de sus hijos y nietos, en el no. 10 Don Roberto Castizo y su esposa Celia y sus hijos Guillermo, Martha y Gerardo y Roberto, actualmente vive la Sra. Guadalupe Fernández y su hija Iliana y su familia, en el no. 12 vivía Doña Luz y sus hijos Aristeo y Baltazar quienes eran los que trabajaban en el S.U. junto con Enriqueta hija de Baltazar, actualmente vive una hija y su familia de Don Luis Rodríguez , luego, del otro lado de la calle en el no. 1 no recuerdo quien era el propietario original pero después pasó a ser propiedad de Don Roberto Castizo. Actualmente vive la familia de un Contador. En el no. 3 solo recuerdo a Don Luis Platas como su dueño aunque parece que nunca laboró en el S.U. actualmente vive su hija Lilia; en el no. 5 Don Luis Rodriguez con su esposa María y sus hijos Sixto, Raúl, Rosario y Socorro, a quienes compartió partes de su terreno para que construyeran sus viviendas para sus familias, quienes, a excepción de Raúl, viven en ellas. En el No. 7, Don Luis Bustamante y su esposa Celia, propiedad que después adquirió la persona que actualmente vive en ella la Sra. Teresa; En el No. 9, el Señor Manuel Carrera y su esposa Sra. Graciela y sus hijos Lourdes, Graciela, Yolanda, Angeles y Hugo y su familia quienes actualmente la habitan. En el No. 11, Don Miguel Hernández y su esposa Justina y sus hijos, Crispín, Rafael, Mario, José Luis, ( ese soy yo) y Miguel, y actualmente la habito yo con mi esposa Elia Marìas y mis hijos José Luis, Claudia Viridiana y María Belem. En el No. 13, Don Aurelio y su esposa Abelina y sus hijos Gonzalo, Goyo y Perico, actualmente la ocupan la Doctora Soto y su esposo. En el no. 15 Don Manuel Jiménez y su esposa Teresa y sus hijos Roberto, Chabela y Manuel, quien vive actualmente en esa casa con su esposa y sus hijos; en el no.17 vivía Don Téxon ( así le conocíamos ), su esposa y sus hijos Heriberto y Margarita quien actualmente vive en esa casa con sus hijos; y, párenle de contar, esa era la población que había en nuestra querida calle Cooperativismo de la Col. de los Choferes como se le conocía en ese entonces. Actualmente muchos la recuerdan con ese nombre.
Los nombres de mis amigos habitantes originales de esta colonia con los que compartí maravillosas experiencias son: Pancho Tamayo, Darío Cházaro, Roberto y Carlos Garrido, Demetrio Vazquez, Guillermo Fernández, Gerardo Castizo, Manuel Rosete, Manuel Cárcamo, Baltazar Olivares, Arturo y Roberto Díaz, Armando Apo, Enrique y Jorge Vargas, Armando, Ignacio y Sergio Montano, El gordo Garcés y Manuel Ceballos, y Zenón, del cual no recuerdo sus apellidos; Moisés, Rubén y Armando Panes, sin olvidar por supuesto a todos los hermanos y hermanas de ellos.
Pido perdón por omitir sin querer algunos nombres que se escaparon a mi memoria pero que al ir avanzando en el relato, seguramente saldrán a la luz muchos de ellos.
Josè Luis HC.