"Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti... para que el mundo crea que tú me enviaste".
San Juan 17:21

Usted quiere más de Dios. Quiere servirle y ser parte de Su obra gloriosa en este tiempo. Quiere unción y poder para hacer las obras de Dios. Pero ¿cómo se siente? Quizás intranquilo, descontento, o inseguro, ante la situación general o frente a sus propias responsabilidades.

Quiero que sepa que no está solo. Quienes integramos el Cuerpo de Cristo estamos viviendo el amanecer de un nuevo día: el día de la unidad. Para lograr el propósito final con Su Iglesia, y prepararla para el regreso del Hijo de Dios, el Señor está guiando a Sus hijos a una dimensión de mayor poder y de verdadera unidad en todo el mundo.

Esta manifestación de la gloria, amor y poder divinos, crecerá en el Cuerpo de Cristo a medida que la hora de Su vuelta se acerque. Por este motivo, amigo lector, quiero decirle que el Dios a quien clamó, oyó su voz.

Él conoce su soledad, su temor, su fracaso. Sabe cómo se siente en este momento. Y ¡usted le importa tanto a Dios!, ¡Él le ama tanto!, que no le ha olvidado. Hoy Él le ofrece la posibilidad de elegir una vida victoriosa, en la cual pueda derrotar todos los obstáculos que se presenten.

Dios quiere que sea y se sienta libre; libre de verdad en Cristo para vivir personalmente la experiencia de una intimidad profunda, una comunión mayor con Él.Quiere que "ríos de agua viva" fluyan de su interior fortaleciéndole y animándole a dar frutos para Dios.

Sí, seguramente esto es lo que usted desea recibir del Señor.
Un caudal de amor, fe, revelación y poder que le ayude a ser una prueba viviente de que Cristo vive y obra hoy. Crea que puede suceder y pídale a Él que se manifieste de este modo.