"...me levantaré de mañana." Salmo 57:8
Disponga su corazón para el día de mañana,
antes de que el mundo a su alrededor esté
despíerto o moviéndose.
La hora antes del amanecer es la hora de la
renovación; al través del día la quietud de la
madrugada permanecerá como una bendición.
En esas horas , en tranquilidad absoluta, abra
su corazón; disfrútelo a EL, permita que Dios
reine en su alma, y adórelo. Haga un tiempo de
devoción, tan simple, tan sencillo, tan fragante
como el floreceer de una rosa silvestre, sola en
el campo, justamente porque es una rosa silvestre
y Dios la hizo así.
Y podrá testificar...
"Cuán indeciblemente grande y maravilloso es
este tiempo a solas, temprano con Dios, antes de que el
día empiece."
Y podrá decir conmigo, Señor... yo amo tu
mañana, cuando el sol comienza a salir, con todas las
aves y las flores y las estrellas del alba, te damos,
GRACIAS SEÑOR...
LOS ABRAZO MUY FUERTE
Su Servidora
Bello Aporte
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