Jamás se sabrá si actuaron inspirados por Romeo y Julieta o bajo el peso de la desesperación. Lo cierto es que protagonizaron un drama que rompió la tranquilidad de sus familias y fue comentario de muchas conversaciones. María Teresa y Aristarco decidieron quitarse la vida y en sendas cartas -- por separado-- atribuyeron su fatal decisión al amor incomprendido. "Nos quieren separar y no estamos dispuestos a permitirlo" escribió la joven de 17 años.
Su historia comenzó un sábado en la tarde, bajo un sol melancólico y el olor dulce e indescriptible de los geranios en el parque principal de Guacarí, un tranquilo poblado al sur de Colombia. Sus moradores no salen de su asombro sobre las verdaderas razones que llevaron a la estudiante de secundaria y al carpintero que la asediaba desde meses atrás, a quitarse la vida.
--Lo hicieron porque se amaban—fue la escueta respuesta de un familiar, dando por terminado el asunto con un lacónico—Disculpe, me retiro--. Y tras sus pasos presurosos, la cadena de interrogantes sobre el triste final de una relación que inició como argumento de película, y terminó en llanto para su familia.
¿Cuál es el amor verdadero?
Definir el amor ha ocupado por siglos a escritores, músicos, poetas y artistas. Sin embargo nadie ha encontrado la mejor definición. Siempre faltará una nueva descripción para tener un mejor acercamiento a lo que significa amar con el corazón.
Por amor hay quienes hacen grandes sacrificios. O quienes, al amparo de esta palabra, llegan incluso a la muerte. Igual que los dos protagonistas del relato. Sin embargo, el amor va más allá de las palabras. Toca lo profundo del ser e impacta a otros.
Una de las mejores descripciones respecto a lo que es amar, la hizo el apóstol Pablo cuando escribió: "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta." (1 Corintios 13:4-7).
En adelante, cada vez que usted le diga a su cónyuge que le ama o quizá a u hijo, a un amigo o a un familiar, le sugiero que revise esta aproximación sobre el amor, y corrobore que no se trata de emociones expresas a la ligera... Jamás olvide que el amar va más allá de las palabras...