La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor. Proverbios 15:1
Hay momentos en que quisiéramos que los niños se omportaran con madurez. Pero los niños son niños, hacen travesuras, hablan, piensan, razonan, y se comportan como niños. Es lo normal para ellos. Hay casos de niños maduros que nos sorprenden y nos impresionan gratamente, como Kevin, el niño predicador. Pero eso es un milagro, algo que no ocurre todos los días. Los niños hablan como niños, siempre. Lo grave sería que un adulto se comportara como un niño. Eso sería anormal después de salir de la niñez.
Lo mismo ocurre en la vida espiritual. El cristiano recién convertido es un niño en Cristo. Pero debe crecer para dejar pronto de ser niño en la fe. Por desgracia, encontramos personas que hace muchos años que son cristianas, pero que siguen comportandose como niños en la fe.
Por causa de su inexperiencia y falta de madurez, los niños son egoístas por naturaleza. En general, creen que el mundo entero gira alrededor de ellos. Solo piensan en sí mismos y buscan gratificación inmediata. Quieren ser amados (y lo son) por los demás, pero el amor que sienten ellos es inmaduro.
Lamentablemente, ocurre igual con muchos de nosotros, que hemos sido cristianos durante años. Debemos alcanzar la madurez en Cristo. Como dijo Pablo: «Hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez» (1 Cor. 2: 6). Los cristianos debemos ser, personas maduras, personas que hayamos aprendido que siempre debemos amar más de lo que somos amados. Se necesita madurez y altruismo divino en especial para poder amar a nuestros enemigos. Una persona egoísta, como un niño que solo busca lo suyo y llora porque no puede obtener lo que desea, no puede ser cristiana. En esa condición están los que quieren ser alentados y animados pero no quieren alentar y animar a los demás.
Todos los cristianos con experiencia han abandonado la satisfacción del yo (algo muy querido por las personas inmaduras) y buscan la gloria de Dios, el bienestar de los demás y la unidad de la iglesia. Dios quiere que alcances la madurez cristiana. Haz tu decisión hoy de cambiar tus palabras inmaduras por palabras maduras, cambiar el egoísmo por el amor desinteresado, cambiar la ingenuidad por el discernimiento bajo la guía del Espíritu Santo. ¡Cuanta falta hacen en la iglesia personas sabias, prudentes, humildes, maduras para que lleven a la iglesia al cumplimiento de su misión! Deshazte de la niñez ahora.
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Oramos por ti