INTRODUCCIÓN
¿Estás tú esperando el regreso del Señor Jesús? ¿Cómo? En Mateo 24 y 25 se registra el discurso de Jesucristo referente a la futura consumación, visible y final, de Su Reino “misterioso” que fue inaugurado con Su primera venida. El discurso marca la importancia de que esperemos Su venida. Un problema es, ¿Qué entendemos por “esperar”? En Guatemala, como en el resto de Latinoamérica, esperar es sinónimo de “hacer nada hasta que...” –Por ejemplo, ¿Qué hace la mayoría de la gente mientras espera su turno para entrar al consultorio de su médico? ¡Nada!– En cambio, estos capítulos enseñan que, ante la venida del Señor, el cristiano debe esperarlo de esta manera:
1] estando preparados con expectativa (24:42 - 25:13),
2] siendo productivos (14-30), y
3] mostrando que somos herederos del Reino por medio de ser sensibles a las necesidades de los demás (31-46).
Con el estudio de hoy abarcaremos el texto relacionado con ser productivos (25:14-30).
I. HAGAMOS EL COMPROMISO DE SER PRODUCTIVOS EN EL REINO DE DIOS. (Mt 25:14-15)
A. Nuestra Misión: proclamar el Reino de Dios en todas las naciones, alcanzando, ganando, edificando, equipando, enviando discípulos...
1. “Reino de los cielos” = “Reino de Dios” = Esfera donde Cristo ejerce su soberanía, la cual es aceptada por la iglesia, que es la comunidad de los “hijos del reino”, quienes también aceptan, obedecen y proclaman la “Palabra del reino”.
2. “Según su capacidad”: lit: según el propio poder (para hacer algo)
B. Perfil personal de cada uno de nosotros –Lo que Dios nos ha dado como capacidad para producir, para cumplir Nuestra Misión:
1. Temperamento, Carácter y Personalidad
2. Habilidades o talentos naturales
3. Conocimiento, Preparación y Experiencia
4. Dones Espirituales
5. Pasión
C. La capacidad de producir en el REINO DE DIOS no se basa sobre mérito propio alguno, sino que viene de Dios mismo (2 Co 3:4-6).
1. Somos diligentes en aprovechar la oportunidad que Dios nos da, o desperdiciamos el privilegio de producir en el Reino de Dios.
2. Recapacitemos todos y evaluemos si estamos haciendo uso del poder para producir que Dios nos ha dado. No es un momento para que si alguien se siente mal por este mensaje, se quede incómodo. Es momento para que cada uno de nosotros tenga una actitud humilde de arrepentimiento, para un cambio en nuestra manera de pensar que nos lleve a un cambio en nuestra manera de actuar. Es tiempo de que más hagan más (resultando con nuestro Proyecto Andrés).
3. Esforcémonos en Su gracia, Vivamos conforme a ella, Y démosle siempre la gloria a Dios.
II. DEDIQUÉMONOS CON DILIGENCIA A SER REALMENTE MUY PRODUCTIVOS. (Mt 25:16-27)
A. Dios premia la diligencia con que producimos, con que contribuimos al cumplimiento de Nuestra Misión
1. Oportunidades proporcionales a la capacidad, pero aprovechadas con igual diligencia. Igualmente premiados.
2. En Lc 19:11-27 todos reciben la misma oportunidad independientemente de su capacidad, pero responden con diferentes grados de diligencia. El que más diligente fue, más premio obtuvo.
B. Fidelidad en lo poco... satisfacción en abundancia.
1. “Entra en el gozo de tu señor” (RVR, LBLA). Notar: el siervo entrando en el gozo, no el gozo entrando en el siervo.
2. Si se tratara de dar un simple espacio para gozarnos en lo que hacemos, auto-limitaríamos ese gozo. Pero si nos identificamos con la satisfacción infinita de Cristo al vernos productivos, nos sumimos en la inmensidad de Su gloria.
3. “Produce con rapidez, no a la ligera, sino ordenadamente, y bien hecho. Trabaja y vive intensamente.” (A. Faraj)
4. “Mayor aprendizaje se muestra en el hacer que en el simple saber.” (F. Pérez)
5. “No es suficiente que conozcamos el Evangelio claro y cómo compartirlo. Es necesario que lo hagamos.” (F. Pérez)
C. Para ser productivos se requiere humildad:
1. No hacer las cosas “a mi manera”, no ser malpensados, ni malagradecidos.
2. Crecer de la dependencia a la interdependencia.
D. Para ser productivos se requiere tomar decisiones basadas en la Biblia.
1. Primero Dios, Después otros, Por último yo.
2. “Siervo malo” no por hacer el mal, sino por no hacer el bien. (Cf Stg 4:17).
III. USEMOS AL MÁXIMO TODO LO QUE DIOS NOS HA DADO PARA SER PRODUCTIVOS. (Mt 25:28-30)
A. EL COMPROMISO: Usa al máximo todo lo que Dios te ha dado para producir en Su Reino.
1. “Todo seguir implica un compromiso... y este compromiso va a ser probado.” (J. Kern)
2. “Lloro y crujir de dientes” modismo que se refiere a “consecuencias” y “castigo”. De ahí la tendencia a deducir que se trata de “infierno”. Una traducción con mejor aceptación sería: “Entonces vendrán el llanto y la desesperación.” DHH
3. ¿Se han preguntado por qué no estamos ganando adolescentes... ancianos... pandilleros... policías... padres solteros o madres solteras...? La reflexión es para marcar dos puntos:
a) No hay entre nosotros un grupo como ellos que se identifique con ellos. Necesitamos un adolescente... un anciano... un obrero... un gerente... un científico... que use al máximo lo que Dios le ha dado para producir un discípulo y que juntos entonces produzcan un grupo de discípulos. Tu eres un “gran ministerio” en potencia pero si quieres que crezcamos mucho alcanzando todo tipo de personas, primero tienes que ganar a otro como tú.
b) Aunque nuestros recursos sean limitados, si los aprovechamos al máximo para alcanzar a las personas con las cuales nos podemos comunicar mejor, no nos vamos a desesperar, pues si vivimos conforme a NUESTRA MISIÓN, por la gracia de Dios, habrá mucho fruto.
B. ¡Dedícate a producir!
1. Alcanzando a quienes no tienen a Cristo, testificando con las palabras pero también con la vida. Si proclamamos un reino de amor, ¡mostremos amor!
2. Siendo serviciales los unos con los otros (oportunidades: en el hogar, en el grupo, a los líderes).
3. Identificándote en todo con tus hermanos en sus penas y alegrías. “¡Siembra todo el tiempo... Ningún generoso es miserable... Ningún tacaño ha terminado bien!” (A. Faraj)
4. Poniendo a la orden tu “perfil” para el desarrollo y avance de la obra que la iglesia realiza.
CONCLUSIÓN Los hábitos de un cristiano eficaz son estos:
1) se compromete diariamente a ser productivo,
2) produce con diligencia
3) Usa al máximo todo lo que Dios le ha dado para producir.
Si hoy decides adoptar los hábitos de un cristiano eficaz, prepárate también para desarrollar hábitos que te permitan ser eficiente. En tu boletín se lee: “Grandes cosas están por pasar... ¡ESPÉRALAS!” Ahora ya sabes cómo esperarlas: ¡Sé productivo!
IGLESIA GRAN COMISION, Guatemala
TITULO DE LA SERIE: Cómo producir en el Reino de Dios
TITULO DEL MENSAJE: Hábitos de un cristiano eficaz
Rev. Miguel Antonio Muñoz V., Pastor
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