Lo prometido es deuda

“Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.”

Eclesiastés 5:4-5

Las promesas no cumplidas son un obstáculo y un motivo de fracaso para mucha gente.

Pero también lo son para la iglesia.

Dios todo lo que hace, lo hace a través de ella, es decir, a través suyo y mío.

Cuando prometemos algo a Dios y no cumplimos, estamos dañando nuestro corazón y nuestra integridad, y al mismo tiempo estamos perjudicando nuestra acción de fe.

Y la fe es lo que mueve la gloria de Dios.

Las promesas no cumplidas son acciones no hechas.
Lo que sale de nuestros labios es sumamente importante para Dios.

Él esta atento a todo, no se le escapa nada.

“Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los dichos de tus labios”.
Proverbios 6:2

Nuestras palabras marcan nuestro destino.

Para alcanzar una vida de triunfo es clave mantener la palabra empeñada.

Los votos no cumplidos son barreras para alcanzar las bendiciones de Dios.
Nuestro Padre celestial siempre será fiel en cumplir lo que dice.

Él espera lo mismo de nosotros.

¿Conoce a personas que cuando están en algún problema prometen lo que sea? “- Señor, si me sacas de esta, te prometo que voy a ir a la iglesia – o – Señor, si sanas a mi ser querido te voy a dar…”

Esa gente cree que Dios se olvida, que lo pasó por alto, pero no es así.

El espera que cumpla lo que dijo usted. 

 Santiago 5:12: “Sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación”.

Se da cuenta, no cumplir trae condenación, y sabe cuáles son algunos sinónimos de condenación, son estos: reprobación, maldición y castigo.

Hoy tiene una oportunidad de cambiar esto.

Haga una lista de las promesas no cumplidas y póngase al día con Dios.

Pídale perdón y a partir de aquí piense bien antes de prometer algo.

Oración: Padre perdón por no cumplir en algún momento de mi vida lo que he prometido.

Me pondré a cuentas contigo y pensaré más antes de prometer algo.

GraciasSeñor, en el nombre de Jesús. Amén.

                                         Los bendigo Lidia