Yo haré glorioso el lugar de mis pies.
Así dice el SEÑOR: El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies.
Pero, ¿morará verdaderamente Dios con los hombres en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado.
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos: “Una vez más, dentro de poco, yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra firme. Y haré temblar a todas las naciones; vendrán entonces los tesoros de todas las naciones, y yo llenaré de gloria esta casa”–dice el SEÑOR de los ejércitos. “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera”–dice el SEÑOR de los ejércitos–”y en este lugar daré paz”–declara el SEÑOR de los ejércitos.
Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.
Is. 60:13; 66:1 II Cr. 6:18 Hageo 2:6,7,9 Ap. 21:1,3
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