LAS MOSCAS Y EL PANAL.
De un panal se derramó su deliciosa miel, y las moscas acudieron ansiosas a devorarla. Y era tan dulce que no podían dejarla. Pero sus patas se fueron prendiendo en la miel y no pudieron alzar el vuelo de nuevo.
Ya a punto de ahogarse en su tesoro, exclamaron: "¡Nos morimos, desgraciadas nosotras, por quererlo tomar todo en un instante de placer!"
Toma siempre las cosas más bellas de tu vida con serenidad, poco a poco, para que las disfrutes plenamente. No te vayas a ahogar dentro de ellas. Fábula de Esopo
Quien se deja guiar tan sólo por sus gustos, pudiera desbocarse en una vida de vaivenes y fluctuaciones de ánimo. Más bien, necesitamos, precisamente meditar y tratar de dirigir nuestras vidas a alinearse más y más con los planes de Dios. De esa manera, aunque enfrentemos pruebas y algún descalabro, sabremos que vamos en la dirección correcta… camino a bendición (tanto personal como compartida con otros). Vamos, vamos, no seamos como las moscas… aprendamos de la fábula de hoy. Adelante con el Señor siempre.
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