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¿Ahora creéis?
¿De qué sirve, hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarle? Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta.
Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su único hijo; fue a él a quien se le dijo: EN ISAAC TE SERA LLAMADA DESCENDENCIA. El consideró que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde también, en sentido figurado, lo volvió a recibir.
¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a Isaac su hijo sobre el altar?
Vosotros veis que el hombre es justificado por las obras y no sólo por la fe.
Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace.
Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Si sabéis esto, seréis felices si lo practicáis..
Jn. 16:31 Stg. 2:14,17 Heb. 11:17-19 Stg. 2:21,24; 1:25 Mt. 7:20,21 Jn. 13:17
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