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Esto Es Todo Qué Yo Quiero
El Señor es mi pastor; nada me faltará" (Salmos 23:1).
En su bello libro "Nada Me Faltará", Robert Ketchum cuenta la historia de una profesora de la escuela bíblica que preguntó a su grupo de niños si alguno de ellos podría citar El Salmo 23 por entero. Una niña loura, de poco más de cuatro años, estaba entre aquéllos que levantaron sus manos. Un tanto escéptica, la profesora le preguntó si sería capaz de citar el Salmo entero. La pequeña niña se levantó de su silla, se aproximó a la frente, combó el cuerpo en un pequeño cumplimiento y dijo: "El Señor es mi pastor y esto es todo qué yo quiero". se combó nuevamente y volvió a su silla. Puede haber omitido algunos versos, pero, consiguió capturar todo lo que había en el corazón de David al escribir el Salmo 23.
¿Y lo qué nosotros estamos queriendo en este mundo? Cuales son nuestros principales sueños? ¿Por lo que hemos nos esforzado todos los días de nuestras vidas? ¿Que está faltando para nuestra verdadera felicidad?
Probablemente muchos contestarían a las preguntas arriba citando bellos coches, casa en la playa o en el campo, mucho dinero y cosas semejantes a éstas. Pero, ¿será que esas cosas garantizan, verdaderamente, la felicidad de una persona? ¿Será qué todos los ricos son felices?
La niña de nuestra historia, de menos de cinco años de edad, dijo que "todo lo que quería era ser conducida por el Señor, como la oveja que se sienta feliz cuando es guiada por su pastor. ¿No podería también ser nuestro todo? ¿No debía ser la principal razón de nuestra felicidad? Cuando Cristo, nuestro Señor, es nuestro pastor, guiando nuestras vidas por llanos de alegría y por aguas de refrigerio, sabemos que todas las cosas nos son posibles, que todas las luchas serán coronadas de victorias, que cada un de nuestros sueños será realizado.
¿Y usted, qué quiere?
Migdalia
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