Comunicación Diaria
La sala de fiestas estaba alegremente adornada
con preciosas flores y cintas. A lo ancho del
frente del salón se encontraba un estandarte
en el que podía leerse: "Muchas felicitaciones
para una pareja radiante". Celebraban su
cincuenta aniversario de bodas. Familiares y
amistades, ya sean que vinieran cerca o lejos,
se habían congregado para rendirles homenaje.
Los cuatro hijos se turnaron para expresar sus
más tiernos recuerdos y las grandes lecciones
aprendidas de sus padres. Luego, partieron
el pastel, tomaron fotos y todos disfrutaron
por estar juntos.
Con gran rapidez, la tarde llegó a su final.
Los amigos se despidieron; los miembros de
la familia llevaron consigo recuerdos y se retiraron.
Ya en la noche, uno de los nietos preguntó:
"Abuelita, ¿cuál es el secreto para estar felizmente
casados por cincuenta años?" Sin vacilar, su
abuela respondió: "Siempre estamos dispuestos
a conversar de cualquier asunto".
Investigaciones recientes apoyan esa conclusión.
Un estudio realizado, entre parejas con más de
veinte años de matrimonio, reveló que lo único
que tenían en común era que charlaban a diario.
Quizás desde que descubrieron cómo comunicarse
se dispusieron a hablar de sus diferencias a la
llegada de períodos difíciles. Lo mismo se aplica
a nuestra relación con Dios. Si con regularidad
nos comunicamos con Él, nos volveremos hacia
Él automática e inmediatamente cuando
llegue la crisis.