El Juzgar a los demas
"“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.” Romanos 2:1 "
El juzgar a los demás es una actitud que Dios reprueba de nosotros. El no nos ha dado autoridad para hacerlo. Sin embargo es una de las actitudes más comunes del ser humano. Cuando alguien piensa diferente a nosotros, o cuando ha hecho algo que nosotros no estamos de acuerdo, caemos sobre esa persona con todo el peso de “nuestra justicia”. Independientemente si está bien, o no, nosotros no tenemos ningún derecho de juzgar a nadie.
A veces, cuando vemos una conducta con la que no estamos de acuerdo, tenemos la tendencia, (como en las películas de vaqueros), de estar listos para desenfundar el arma del juicio, hasta podemos llegar a competir, quien es mas rápido para sacar el arma del juicio. Muchas veces pensamos que el juicio hacia el otro, le resta poder en la competencia conmigo, como si la vida fuese una lucha de poderes y no un compartir de experiencias en la maduración de todos los días.
Este texto nos enseña, que cuando juzgamos a otros, nos estamos juzgando a nosotros mismos, para cuando tengamos, la misma actitud de aquel a quien estamos juzgando. Si tenemos misericordia para el otro, alguien tendrá misericordia de nosotros cuando llegue la ocasión. Hay personas que viven juzgando a los demás, y en el correr de la vida se puede ver, que lo que ellos han juzgado en otros, ahora lo están haciendo ellos. Otra verdad que aprendemos en este texto es que es inexcusable, (no hay excusa posible) para el que juzga, no importa quien sea.
Dice en Mateo 7:1 “No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. En Lucas 6: 37 dice: “No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados”. En Juan 5:22 dice: “Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre”. Cada vez que perdonamos en lugar de juzgar, estamos honrando al Señor Jesús y estamos usando el mismo amor con que el nos amó a nosotros.
¡Señor ayúdame a actuar con misericordia en lugar de juicio para con todos!.