Sábado, 20 de marzo de 2010
Dios es nuestro refugio
Léase Salmo 18.30-36
El eterno Dios es tu refugio y sus brazos eternos son tu apoyo.
-– Deteronomio 33.27 (RVR)
Por vivir en el Caribe, cada año estamos expuestos a las amenazas de las tormentas tropicales y los huracanes. Después del paso de uno de estos fenómenos, la vegetación queda devastada. Por lo general las plantas que más sufren son las más frágiles. Los árboles más grandes y que tienen raíces profundas, aunque pierden hojas y algunas ramas, resisten mejor y se mantienen en pie. Las plantas más flexibles, como las palmas y los cocoteros, aunque se doblan y son azotadas con fuerza, no sufren mucho y pronto están otra vez en pie.
Cuando somos azotados por las tormentas de la vida tenemos que evaluar qué tipo de fe tenemos. Quienes poseen una fe firme y de raíces profundas saldrán victoriosos. Pueden parecer que se doblegan, pero sus raíces les sostienen.
Me anima el hecho de que mi fe está puesta en Cristo, la Roca Eterna. No importan las circunstancias, su promesa es clara y firme: estar conmigo «todos los días hasta el fin del mundo» (Mateo 28.20).
Sa. Eunice Hernández (Aibonito, Puerto Rico)
Oración:
Dios de todo el mundo, cuando las tormentas de la vida rujan, ayúdanos a sostenernos en ti, nuestra roca y nuestra salvación. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Una fe profunda en Cristo nos sostendrá en medio de las tormentas de la vida.
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OREMOS:
Por los sobrevivientes de alguna tormenta.