Viernes, 12 de marzo de 2010
Personas difíciles
Léase Lucas 10.25-37
Todos nosotros debemos agradar a nuestro prójimo y hacer las cosas para su bien...
-– Romanos 15.2 (VPEE)
HE tratado de cultivar rosas en mi patio; pero cuando florecen, el ciervo del vecindario las destruye. Este año decidí colocar las rosas en mi balcón, lejos de la destrucción. Cuando terminé de transplantar las rosas, mis brazos estaban llenos de rasguños. Pero sabía que vería las hermosas flores.
El mover mis plantas me hizo estar agradecida de que Dios me planta donde puedo florecer, aunque puedo ser una persona difícil. Es más fácil hacer amistad con personas que piensan como yo, a quienes les agradan las mismas cosas que a mí y reciprocan mis ofertas de amistad. Pero la Biblia dice: «Ama a tu prójimo como a ti mismo» (Lucas 10.27), y eso incluye también a las personas difíciles de tratar.
El samaritano de la parábola de hoy no trató de ser el mejor amigo del hombre herido, pero se encargó de sus necesidades. Las personas difíciles quizás nunca sean mis mejores amigos, pero puedo ayudarles a florecer. Cuando yo sea la persona difícil, espero que otras personas hagan lo mismo conmigo. Algunos de los jardines más bellos tienen una variedad de flores.
Sra. Caroleah Johnson (California, EUA)
Oración:
Señor, ayúdanos a ver a las personas a través de tus ojos y a relacionarnos con ellas sin egoísmo. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Dios nos ama a todos, y nos pide que nos amemos unos a otros.
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OREMOS:
Por quienes necesitan un amigo/a.