El ayudador práctico
En el idioma original del Nuevo Testamento, la palabra griega paracletos es la que usa Jesús para describir al Espíritu Santo (Jn.14:16, 26; 15:26; 16:7). Esta palabra se refiere a alguien que es llamado para dar ayuda a otra persona. Su empleo indica la naturaleza práctica de la misión del Espíritu en la vida del creyente.
El Espíritu Santo es el ayudador del cristiano en la oración. Por saber qué piensa y cuál es la voluntad del Padre, Él intercede como corresponde, pidiendo en favor nuestro y en armonía con el plan que Dios tiene para nosotros. Cuando oramos, el Espíritu trae nuestras peticiones a Jesús quien, a su vez, basado en Su sangre derramada, las pone delante del Padre celestial. El Padre responde, y Cristo comunica el mensaje al Espíritu, quien lo interpreta para nosotros.
Sin el Espíritu Santo, los creyentes no tendrían una guia en su peregrinación de su vida. El Espíritu es nuestro interprete, quien nos muestra la mente de Cristo; además, es nuestro maestro, quien nos instruye al iluminarnos el significado de las Escrituras. El Es píritu de Dios usa también las circunstancias, a otras personas y a Sus revelaciones para guiarnos.
Después de pedir dirección por medio de la oración, ¿ha tenido vd. una sensación de seguridad con el conocimiento de lo que debe hacer? Si ha sido así, el Espíritu ha estado en acción.
Dios ama demasiado a sus hijos para dejar sus circunstanncias al azar o a los caprichos de la naturaleza humana. Por el contrario, nos ha dado un ayudador para que nos auxilie en la oración, en el entendimiento de las escrituras y en cuanto cómo vivir una vida agradable a Dios.
"...Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán ".
Isaías 40:31
Ministerio Internacional
-Fuente de Vida-
Fondo Myriam_Lhamya