Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias, Para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios. Cantares 6:2.
Recuerdo hace 46 años cuando rendí mi vida a Cristo la paz que inundo mi alma. Asistía a una iglesia donde la oración era un aspecto fundamental para todos quienes asistíamos. Uno de los primeros himnos que aprendí y disfrutaba cantar porque era como una invitación del amado para la oración era este:
A solas al huerto yo voy, Cuando duerme aún la floresta; Y en quietud y paz con Jesús estoy Oyendo absorto allí su voz.
Él conmigo está puedo oír su voz, Y que suyo dice seré; Y el encanto que hallo en él allí, Con nadie tener podré.
Cada vez que lo cantaba me imaginaba un hermoso jardín, lleno de flores, árboles frutales, césped intensamente verde como una alfombra desplegada a nuestros pies. Y digo a nuestros pies, porque me imaginaba caminando entre el jardín con Jesús quién amorosamente me escuchaba, mientras yo lo adoraba y le abría mi corazón como una flor tierna e inmensamente sedienta de su amor.
Desde mi Conversión fui enseñando por la Iglesia y por mis primeros padres espirituales que la oración era como un jardín de encuentro sublime.
“Cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar. Los constructores un día terminan aquello que estaban haciendo y entonces les invade el tedio. Los que plantan a veces sufren con las tempestades y las estaciones, pero el jardín jamás para de crecer.
Ese jardín jamás ha parado de crecer y esos encuentros se siguen manteniendo. Caminar con el amado es la más ricas de las experiencias que un ser humano puede experimentar.
Los quebrantos secan, los dolores estrujan el alma, las crisis son como veranos desérticos pero el jardín jamás se seca porque la oración es como lluvia que calma el dolor intenso del corazón para abrir la puerta a un encuentro de corazón a corazón con el amado.
“He reducido el mundo a mi jardín y ahora veo la intensidad de todo lo que existe.
Hermanos siempre estes pegaditos a las manos de nuestro Señor.
Atte:Marjorie Anabell
Mayita con Amor.
DETALLITOS CRISTIANOS.
BENDICIONES COMUNIDAD.
EL SEÑOR BENDIGA SU VIDA
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