Testimonio
“Ellos pues habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria contando la conversión de los gentiles y causaban gran gozo a todos los hermanos” Hechos 15:3 "
Una de las cosas mas preciosas del cristiano, es poder dar testimonio de lo que Dios ha hecho en su vida y a través de su vida en la vida de otros. Si no damos testimonio, si no contamos a otros lo que el Señor ha hecho en nosotros, perdemos el 50% de nuestra vida cristiana. El primer 50% es: “Cree y sé salvo”, el otro 50% es: “ve y diles”.
Uno de los resultados de testificar, es la edificación. Cuando testificamos, el primer beneficiado es el que testifica, porque afirma lo que ha creído y crece su valor para testificar. Luego el que no cree, recibe la información que le ayudará a tomar una decisión. Cuando el que recibe el testimonio es creyente, recibe valor, consuelo, nuevas fuerzas para seguir y nosotros mismos sentimos el gozo de compartir. Cuando en una iglesia no hay personas que reciben a Cristo, se está fallando en el “ve y diles”. Se transforma en una iglesia cómoda, donde todos se conocen, y muchas veces se llenan de problemas, por esta misma razón.
Otras se convierten en iglesias familiares donde la figura del “clan familiar” acecha. Si su vida no está hablando de Cristo, debe comenzar a hacerlo, pues no avanzar en el crecimiento del compartir, significa estancarse en la vida cristiana. Cuando compartimos lo que Dios ha hecho en nosotros y con nosotros, los hermanos podrán orar por nosotros con mayor propiedad, intercediendo con Sabiduría. Nada hace mejor que la oración unánime y ella podrá ser así, por el conocimiento de los hechos de Dios en nuestras vidas. Cuando una persona recibe a Cristo produce gozo en la iglesia del Señor.
Este es el cuadro de una familia, dentro de la cual ha nacido un bebé. Una nueva vida ha comenzado, es motivo de alegría y no solamente para los padres, sino también para el resto de la familia. Otro de los resultados de testificar es el gozo. Nadie puede experimentar gozo mayor, que el de conducir una persona a los pies de Cristo y si lo hace por medio del testimonio personal sentirá los efectos de este gozo que inunda nuestro ser.
¡Señor ayúdame para contar a otros la obra salvadora de la cruz!
GRACIAS A LA HNA. ARACELI POR EL FONDO
PEDRO PABLO
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