Por momentos ...
Por momentos, cuán díficil me resulta comprender el valor de lo pequeño en mi vida, el valor, aunque suene a cliché, de despertar y saber que estoy viva, porque representa una oportunidad para mejorar mi condición espiritual, o mi vida en general.
Cuán díficil resulta por momentos llenar ese vacío que hay cuando termina mi día fuera de casa, para retornar, cuán díficil resulta en ese instante llenarlo de sólo un instante mínimo y muy pequeño, sin que mis deseos, mis ambiciones, mis escapes.. me hagan creer o crear una ilusión muy grande, cuando la verdadera felicidad por momentos está en lo más inmesurablemente pequeño.
Cuán díficil resulta a veces vivir esa frialdad e indiferencia de alguien que amo, pero que la vida me la muestra una y otra vez para que me de cuenta que pasa cuando nos creemos tan grandes que pecamos de vanidosos..o a la vez tan pequeños, que queremos ser muy grandes para cumplir con la vanidad.
Y es allí en ese instante en que vuelvo a mirar a lo más pequeño, a la luna que me aguarda cuando regreso a casa, o la sencillez de mi hogar que se vuelve lo más inmenso y valioso.
Parece mágico pensar que aunque a veces el ego nos lleva a creer que lograremos cosas a veces hasta imposibles para nuestra calidad de humanos. La vida, que para mí es Dios mismo, nos hace ver que en lo más pequeño es en donde nos realizamos como humanos, o como seres espirituales que somos.
Y esa grandiosa luz divina está allí en ese instante para recordarme una y otra vez que hoy dentro de mi pequeño mundo, fui una lucecita titilante ...porque es allí cuando la vida me responde. Cuando Dios me dice aquí estoy contigo.
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