REFLEXION PARA EL DOMINGO
¿OBSERVASTE LA PRIMAVERA? “ Yo soy la vid, vosotros los sarmientos”… Jn. 15,5
Conocí otros tiempos no muy lejanos, en que la gente de mi pequeño pueblo agrícola y ganadero, se ayudaba en los trabajos de recolección sin mediar compromiso o invitación. Si alguna familia por razones de enfermedad o desgracia estaba muy atrasada en la recogida de la cosecha de la cual había que vivir durante el año, todo el pueblo se volcaba en ayudar, hasta que aquella cosecha entraba íntegramente en casa de la familia que no había podido hacerlo a tiempo. Sabían lo que les esperaba a aquellos vecinos, de no hacerlo así y lo hacían poniendo en práctica:” El AMAOS UNOS A OTROS ……” de Jesucristo, cepa de la que recibían la savia y a la que estaban unidos a través de la reunión semanal para la santa Misa del Domingo. La savia de la vid corría por los sarmientos de mi pueblo creando vida y dando frutos sabrosos y abundantes.
Los que nos visitaban o venían de fuera se sorprendían de aquellas costumbres y hasta se atrevían a presumir de laicismo barato calificando a los de mi pueblo como gente atrasada y de antes. Hoy ya no es así porque también los de mi pueblo vamos presumiendo de culturilla encorbatada y a la “moderné”. Ya nos hemos puesto al día y mi pueblo ha ido a menos. Ya no todos acuden a la misa del Domingo y muchos prefieren el bar y la tele de colorines mientras apuran un whiski. Todos viven con sus máquinas, ovejas y dinero y no se encuentran a no ser en la consulta del “ día del médico”. Poco a poco se van yendo, eso sí, en coche fúnebre al cementerio – antiguo camposanto –que los nuevos ricos han llenado de lápidas y flores de papel. Ya hemos conseguido en mi pueblo eso que llaman cultura moderna, ya estamos en el progreso de morir sin un “ Padre Nuestro” de los hijos, porque progresamos tanto que hasta lo han olvidado.
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“ YO SOY LA VID VOSOTROS LOS SARMIENTOS. EL QUE NO PERMANECE UNIDO A MI NUNCA DARA BUEN FRUTO” (Jn.15,5)