Vestirse del nuevo hombre
"La palabra de Dios es viva y eficaz: y más cortante que cualquier espada de dos filos: penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuetanos. Y es poderosa para discernir los pensamientod del alma y del corzón" (Heb. 4:12).
La Palabra de Dios tiene la fidelidad y el poder de Dios, porque Dios lo que dice lo cumple.
Es necesario que entiendas que antes de una acción, pecado, emoción, sentimiento, etc., se da el pensamiento. Por eo, tus pensamientos negativos debes cancelarlos para evitar sus consecuencias adversas. Pero si perseveras con los pensamientos que están en la Palabra de Dios y que el Espíritu Santo te revela para cada situación, estarás cambiando la dirección de tu vida para salir de tus ataduras y aflicción.
Vestirse de hombre nuevo es proclamar continuamente la Palabra de Dios, especialmente cuando sientas una fuerte lucha interior porque tiene poder y desata tus pensamientos positivos.
Expresar la Palabra de Dios a las manifestaciones adversas de tu alma es debilitar las cadenas que te oprimen porque es levantar bandera de victoria como una de tus principales armas y es fortalecerte espiritualmente con seguridad y convicción.
Vestirse de hombre nuevo es edificar sobre la roca, sobre cimientos firmes y permanentes.
Los cimientos de tu mente renovada llegarán a estar solidos si están construidos con los pensamientod de Dios. Así cuando los vientos destructivos de tus sentimientos de rechazo, culpa, rencor, etc. Vengan sobre tu alma, esta permanecerá fuerte para vencer. Créele al Señor cuando traiga a tu corazón su palabra como está escrto.
"Así será lo que sale de mi boca, no volverá a mi vacia, sin haber realizado lo que deseo y lpgrado el propósito para el cual la envie"Isa.55:11
"Y yo velo sobre mi palabra para cumplirla" Jere. 1:12.
"La Palabra de Dios es la espada del Espíritu" Efe. 6:17.
PARA MEDITAR:
"La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma"; el testimonio del Señor es seguro, que hace al sabio sencillo. Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón, el mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos. El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre; los juicios del Señor son verdaderos, todos ellos justos.
Deseables más que el oro; si, más que mucho oro fino, más dulce que la miel y que el destilar de panal. Además tu siervo es amonestado por ellos; en guardarlos hay gran recompensa. Salmo 19:7-11.
¡Debes recordar que la renovación de tu mente sólo es posible si te apropias de los pensamientos de Dios, que son su Palabra.
|