Dueño
"Ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el universo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo porvenir, todo es de ustedes, y ustedes son de Cristo, y Cristo de Dios." 1 Corintios 3:22-23 "
Cada vez es más fuerte la tendencia de la mala distribución de la riqueza. Cada vez hay más riquezas en menos manos y son más los que tienen menos. Hace algunos años existía en Chile la clase media. Familias que tenían un buen pasar pero que no eran ricas. Un concepto muy generalizado en los países más desarrollados. Era una situación distinta a la que se vivía en gran parte de los países de América Latina, donde había una gran masa de familias pobres y un pequeño grupo de empresarios poderosos.
Pero después de la década del 90, fue desapareciendo. Muchos de esa clase media se quedaron sin trabajo. Los ingresos disminuyeron y los gastos mensuales aumentaron. Y la clase media casi desapareció.
Esto fue un golpe muy duro al bolsillo y a la mente de las personas. Aquellos que tenían cierta tranquilidad económica y cierta prosperidad, se encontraron muy complicados. Hay una estadística que dice que el aumento de los casos de estrés y problemas cardiacos desde el año 2000, aumento mas de un 200% en los hombres de clase media en Chile.
Es muy duro perder lo que se tiene y no tener la posibilidad de recuperarlo. Se perdió el trabajo, la obra social, la posibilidad de darse un gusto, los paseos. Y eso angustio mucho a las personas.
Algo parecido les pasaba a los corintios. En la época de la primer iglesia, por ser cristiano, las personas perdían sus derechos. En muchos casos, perdían sus trabajos, los echaban del pueblo, tenían que vivir como exiliados, no tenían una casa propia. En el peor de los casos, terminaban en la cárcel, torturados, o quemados en la hoguera.
Para muchos esto era algo terrible, por eso Pablo les recuerda a los corintios esta gran verdad. Aunque la iglesia de Corinto tenia un muy buen pasar económico, estaban preocupados por su futuro. Por eso, Pablo les recuerda que los hijos de Dios somos los dueños del universo.
Justamente porque Dios es el Dueño de todo, y El es nuestro Padre, somos los herederos de todo. Es cierto que esto no va a llenar tu heladera mañana. Pero nos da tranquilidad. Es la garantía de Dios, ya que todo es Suyo, de que aunque pasemos necesidades, nunca nos suelta de la mano. Nada puede sacarnos la dignidad de ser lo que somos. No importa cuanto tengamos en el bolsillo, sino lo que tenemos en el corazón.
Si perdiste algo, si te falta algo, si tienes alguna necesidad, acuérdate que todo es tuyo. Porque eres un hijo de Dios. No vivas como un miserable. Eres el hijo del Rey y Dueño del Universo.
Dignidad por lo que somos.
GRACIAS A LA HERMANA SILVIA POR EL FONDO
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