PALABRAS PALABRAS PALABRAS
“Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. II Timoteo 2:14-15 "
Recuérdales cada una de estas cosas, ordenándoles en el nombre de Dios, que paren de pelearse por palabras, sobre argumentos inútiles que no sirven para nada, y que pueden confundir y arruinar la vida espiritual de los que oyen. Los falsos maestros disfrutan el causar discusiones, contiendas y divisiones pues pierden de vista el objetivo de la palabra de Dios, y estas discusiones solo enaltecen el ego y provocan que el orgullo del hombre por lo que sabe, sea motivo de alabanza y de su propia gloria y no la gloria de Dios. Estas divisiones normalmente son por detalles insignificantes, que no tienen mayor importancia.
Algunos prefieren especular sobre temas, o argumentos que solo se corresponden con los misterios de Dios, que no afectan nuestra vida cristiana. El asunto es que nuestra carne quiere explicar lo inexplicable, a los efectos de demostrar lo mucho que sabemos, y así transformarnos en un contestalotodo. Aquí hay una orden precisa: paren esas discusiones que se transforman en contiendas. Timoteo tu tienes que ser un obrero, que se presente a Dios aprobado. Necesitamos pasar tiempo en la presencia de Dios, para que El nos hable, nos corrija, nos enseñe, nos revele lo que El quiera revelar. Esto es lo que agrada a Dios. La oración debe ser una parte importante en nuestras vidas. Si no le hablamos a Dios, no pretendamos que El nos hable.
Si no le llevamos los hombres a Dios en oración, va a ser muy difícil llevar a Dios a los hombres, para que crean en El. Hermano no confíes en tu sabiduría humana. La sabiduría humana sin oración, no tiene poder. Solo son palabras frías. La oración es la que da poder a las palabras que decimos. El obrero que no tiene de que avergonzarse, ha hecho las cosas bien, ha sido obediente, ha buscado el rostro de Dios, la presencia de Dios. Entonces viene el usar bien la Palabra de verdad, porque Dios mismo se manifestará con poder, en la palabra justa, dicha en el momento justo, a la persona justa que la necesitaba.
¡Señor ayúdame a usar bien la Palabra de Verdad!
GRACIAS A LA HERMANA SILVIA POR EL FONDO
PEDRO PABLO
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