EL PAGO
Pago"Cada uno recibe el fruto de lo que dice, y recibe el pago de lo que hace." Proverbios 12:14 "
Hoy parece que Salomón se equivoco. Uno mira a su alrededor y es una contradicción de esta frase del sabio de la antigüedad. Contra lo prometido por Salomón, hoy los corruptos tienen prosperidad, los ladrones andan sueltos por la calle y disfrutan de lo conseguido por sus robos, los mentirosos tienen éxito, los ladinos y falsos progresan en sus trabajos y reciben aumentos. Pero los que son honestos, responsables, cuidadosos, limpios y serios se ven perjudicados, no progresan, no consiguen trabajo, viven con la moneda justa y a veces no les alcanza.
Supuestamente, el que se porta bien, debería recibir la recompensa por sus buenos actos, y el que se porta mal, el castigo por sus malas acciones. Eso es como debería funcionar una sociedad justa. Pero hoy vemos que las cosas no son así.
Y eso desanima mucho a aquel que se quiere comportar correctamente. Porque mira al costado y ve que el que recibe un soborno vive tranquilo y contento, y no hay ninguna pena para él.
Es muy triste pensar que no hay recompensa para el honesto, y a veces parece que es así. Pero nos equivocamos. La promesa de Dios sigue estando vigente y no caduca con el paso del tiempo.
En este corrompido y sucio siglo XXI, Dios sigue recompensando y dando el justo pago por las buenas acciones que hacemos, por la manera correcta de hablar. Es cierto que no siempre llega con la misma rapidez que uno desea, pero Dios no se olvida. No se le pasa por alto. El tiene todo bien anotado.
No te dejes engañar, por lo que pasa ahora en tu vida. No te sientas tentado a bajar los brazos porque no ves el resultado de tus buenas acciones, y todo parece oscuro y sin salida. Dios sigue siendo fiel. El jamás te deja abandonado y a Su Tiempo, recompensa y da el justo pago por las acciones de cada uno.
Vivir honestamente, como Dios quiere, con responsabilidad, con santidad, con limpieza, sin mentiras, siendo ejemplo es la única manera de vivir para un hijo de Dios. Y vivir así, tiene el premio asegurado. A la corta o a la larga, Dios paga. Vive de tal manera que Dios pueda darte lo máximo.
Siempre hay pago, Dios lo garantiza.