Viernes, 11 de junio de 2010
Atesorar los dones de Dios
Léase 1ª a Timoteo 4.11-16
Ejercita el don que recibiste...
-– 1ª a Timoteo 4.14 (NVI)
MI esposa y yo ya hemos cumplido ochenta años y hemos comenzado a perder la audición. Nuestra pérdida de audición nos ha llevado a algunas conversaciones divertidas y a otras que no lo han sido. Así que ambos decidimos ir al médico.
No nos sorprendimos de saber que ambos habíamos perdido mucha habilidad para escuchar. Preguntamos qué pasaría si no hacíamos nada al respecto. La técnica nos explicó que el escuchar no es simplemente un asunto de la capacidad del oído para captar ondas de sonido. El escuchar involucra a la mente aprendiendo a escuchar diferentes sonidos. Si se ignora la audición pobre, la mente puede olvidar cómo interpretar sonidos.
Mientras pensaba en las palabras de la técnica, recordé las palabras de 1ª a Timoteo 4.14: «Ejercita el don que recibiste...». Los dones del Espíritu son como el don de escuchar. Si se descuida, pronto perderemos conciencia de él. No debemos descuidar los dones del Espíritu y los hábitos que los mantienen frescos: la oración, el estudio de la Biblia, el adorar con la comunidad de fe. éstos nos ayudan a apreciar las maravillas de nuestra caminata diaria en fe y a prestar atención a Dios.
Sr. David Knecht (Dakota del Norte, EUA)
Oración:
Dios bondadoso, mantén nuestros corazones en armonía con los dones que nos has dado. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
¿Cómo puedo utilizar más plenamente mis dones espirituales?
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OREMOS:
Por quienes no pueden oír.