Para conocer las directivas de Dios, nosotros no debemos tener
fines propios para servir, seremos entonces conscientes de que
Su ojo está posando sobre nosotros, y cuando viremos hacia la
derecha o hacia la izquierda, habrá una voz detráz de nosotros
diciéndonos "Este es el camino; anda en él".
Para ésto, el corazón, el ojo y el oído necesitan de
entrenamiento celestial, y nunca fallaremos en obtenerlo si
estamos dispuestos y somos obedientes.
Claro que no estamos esperando que una voz extraordinaria
indique cada paso que hemos de dar, sino que simplemente
corremos en sencilla confianza personal, así como Ud,
le permite a su potranca correr delante con rienda suelta
cuando va por camino derecho.
Es cuando ella no esta correcta, o cuando el camino se
bifurca, que usted ajusta las riendas y le hace sentir
su toque. De la misma manera Dios dirige a Su pueblo,
mezclando Su dominio divino tan natural y tan perfectamente
con la ación expontánea de su propia naturaleza, que su
individualidad no es destruída, que ellos viven y se mueven
y tiene su ser en Su voluntad y Su presencia.
Mejor no actuar del todo que actuar en duda.
"Tú encenderás mi lámpara..."Salmo 18.28
MI LÁMPARA
Recuerde: No ande a la deriva en la vida cuando hay un piloto
esperando poder guiarlo.