DOMINGO XXIIIC
Jesús se halla al final de su vida pública y va hacia Jerusalén. Su doctrina ha levantado interrogantes y sus milagros han sembrado la esperanza en tantos y tantos desgraciados que han ido quedando al margen del camino. Lo cierto es, que su fama ya está en la calle y no se puede parar. Él mismo se da cuenta de que le sigue mucha gente y de que cada uno tendrá sus motivos para ello. Unos porque quieren ser cristianos de convicciones auténticas y no solo de costumbres, otros sencillamente como remedio a tantos males ocultos y algunos incluso van mirándole de reojo para poner en guardia a los poderosos. Jesús habla para todos y todos son bien venidos pero LE INTERESA MUCHO PONER EN CLARO QUE EL SER DISCÍPULOS DE JESÚS LLEVA CONSIGO EXIGENCIAS Y COMPROMISOS. Es decir, que para ser cristiano no vale “el como sea”. Él acoge a todos ciertamente, pero su misión es: hacer discípulos ( cristianos). O sea, gente que asuma su mensaje con decisión y haga de él su ESTILO DE VIDA, y sólo así podrá influir en la sociedad.
Hoy el Nazareno ha subido el tono de su doctrina y de sus exigencias ¿ será por eso por lo que invita a todos los que le siguen a que se paren a pensar si tienen fuerzas y voluntad suficiente para hacerse discípulos suyo? Va poniendo en claro que ser cristiano no es una lotería para recibir premios, sino comprometerse con El a vivir su doctrina y a sembrar su mensaje. Aquí no vale todo y “al que algo quiere algo le cuesta”. En estos tiempos y ambientes de cristianismo leicht - descafeinado – suenan las palabras de Jesús muy claras y contundentes.
Si el Domingo pasado Jesús se limitó a preferir AL HOMBRE ENFERMO ante el precepto del SABADO y de dar un consejito a su anfitrión, rico fariseo: No te gastes los cuartos con los ricos que tienen tanto como tu y te lo van a devolver. Hazlo con los desgraciados que no te lo pueden pagar, pues lo primero es un cumpli-miento y lo segundo un valor solidario, un mérito. Este Domingo, amigos, ha elevado el listón de las exigencias y el compromiso para ser su discípulo. Os prevengo que no son consejos sólo para monjas y frailes.
¿Qué te parecen estas palabras de nuestro Maestro?
“Si alguno viene conmigo y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposo o esposa, a sus hijos o hermanos e incluso, A SI MISMO, no puede ser discípulo mío”.
“El que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío….” “ Quien no lleva su cruz detrás de mi no puede ser discípulo mío”.” QUIEN TENGA OÍDOS QUE OIGA” (Lc.14,25-33)
No se trata, digámoslo enseguida, de abandonar o de menospreciar a nuestros seres queridos al tomar una opción seria por Jesús. Sino de poner las cosas en su sitio y de asumir la nueva escala de valores del reino en la que Dios está en el primer puesto sobre todas las personas o cosas. Tampoco se trata de quedarte en la miseria pues también necesitas lo necesario y lo conveniente para vivir. Pero el poner en el primer puesto a los tuyos y el acumular o despilfarrar en gastos inútiles mientras otros gritan por hambre, eso es sencillamente una escala de valores para NO CRISTIANOS .
“PERO NOSOTROS SOMOS CRISTIANOS”
“Haberlos,haylos”