CRISTO EN EL CONTROL DEL CORAZON
En este momento de comunión y contrición, ora pidiendo a Cristo que asuma el control de tu corazón.
En oración, escucha la voz del Jesús: “He aquí, yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con
él, y él conmigo” (Apoc. 3:20).
Todavía en oración, presta atención al pedido que él realiza: “Dame,
hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos” (Prov. 23:26).
El quiere el control de tu corazón porque de él procede la adoración
al Padre o al enemigo. El tiene “celos” cuando siente que tú no le
permites que entre y asuma lo que le pertenece. El quiere que tú vivas
hoy para su gloria. Escucha lo que te dice: “Todos los llamados de mi
nombre, para gloria mía los he creado, los formé y los hice” (Isa.
42:7).
Permanece hoy en la presencia de Cristo, y disfruta la bendición que
viene de lo alto.
La Palabra declara respecto al Señor: “Yo soy la vid,
vosotros los pámpanos.
El que permanece en mi, y yo en él, este lleva
mucho fruto; porque separados de mi, nada podéis hacer”
(Juan 15:5).
“No
que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de
nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios” (2 Cor.
3:5).
“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el
hacer, por su buena voluntad” (Fil. 2:13).
DIOS TE BENDIGA
TE AMO
SILVYNA
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